Por Marcelo Rodríguez Especial para lanacion.com
A medida que se avanza en edad, y especialmente después de los 65 años, los riñones van perdiendo naturalmente parte de su capacidad de filtración glomerular. Eso hace que algunos desechos potencialmente tóxicos del proceso metabólico queden en la sangre. Una de las consecuencias de este deterioro progresivo natural de los riñones es que, a mayor edad ?justamente cuando es habitual que la persona consuma más medicamentos para mantener a raya sus enfermedades crónicas, además? las dosis de medicamentos deberían ser menores por precaución. No siempre sucede.
"Por eso es muy importante no automedicarse sin receta, especialmente en el caso de los antiinflamatorios ?advierte la jefa de Nefrología del Hospital de Clínicas "José de San Martín", doctora Alicia Marini?. Y más especialmente aún si la persona no conoce el estado de su función renal, ya que ese es un factor que a menudo requiere ajustar las dosis." Lo mismo sucede, añade la médica, con algunos antibióticos, cuyos residuos pueden volverse más difíciles de eliminar para los riñones.
También las sustancias de contraste usadas en diversos estudios médicos (tomografías, resonancia magnética, angiografías y otros) someten a alta exigencia a la función renal y pueden ser administradas de forma diferente para disminuir el riesgo.
Además, el sobrepeso, la diabetes, la hipertensión arterial, el sedentarismo y fumar, o incluso alguna lesión renal previa, pueden hacer que se agrave el deterioro de la filtración. Esta condición es la que se conoce como enfermedad renal crónica, afecta a una de cada 10 personas en el mundo y en sus estadíos de progresión más elevados requiere de tratamiento de sustitución de la función renal por diálisis o de un trasplante de riñón para sobrevivir, porque en general el deterioro de la filtración glomerular en el riñón tiene muy pocas chances de ser revertido.
Modificar los factores de progresión. No hay un medicamento específico contra la enfermedad renal crónica, pero varios de los factores de progresión son modificables, y la mayoría de los que llegan a los estados más avanzados son quienes no han sido diagnosticados y tratados oportunamente.
Una vez conocida su condición, el paciente podrá acordar con el médico un programa de tratamiento, basado en la modificación de algunos hábitos de vida, y el tratamiento de las enfermedades asociadas a la insuficiencia renal: hipertensión, diabetes, enfermedad cardiovascular.
Las pruebas de laboratorio por las cuales se puede detectar un alto riesgo de insuficiencia renal son la creatinina en sangre (con un nivel que se pondera según la edad y el sexo del paciente, según explica la doctora Marini) y la proteinuria, es decir, la presencia de proteínas en la orina por encima de lo normal (150 miligramos en 24 horas).
"Es fundamental poder detectar la enfermedad renal crónica en etapas tempranas, antes de que dé síntomas, porque una vez que da síntomas normalmente y estamos ante un estado de deterioro avanzado", remarcó la médica del Clínicas. La insuficiencia renal generalmente se manifiesta en sus efectos sobre el aparato cardiovascular: la mayoría de los pacientes renales avanzados mueren por fallo cardíaco, de modo que al evitar la progresión de la enfermedad renal se protege en forma integral, también, al sistema circulatorio.
Una prueba de 13 puntos
Para la campaña anual que las entidades especializadas en nefrología realizan en todo el mundo en marzo de cada año, la compañía de centros de diálisis Fresenius elaboró un test de ocho preguntas con el que cada persona puede conocer su riesgo de padecer enfermedad renal. Algunas de estas preguntas son más significativas que otras a la hora de saber el estado de la función renal, y por eso están discriminadas con diferentes puntajes, de modo que suman 13 puntos en total.
Esta prueba, según se aclara, es meramente orientativa y apunta a la prevención; de ninguna manera implica un diagnóstico, el cual sólo puede ser hecho por un médico debidamente capacitado.
1. ¿Cuál es su edad?
.Entre 50 y 59 años ? 1 punto
.Más de 60 años ? 2 puntos
2. Tengo proteínas en la orina (proteinuria alta según análisis clínicos) ? 3 puntos
3. Soy diabético ? 2 puntos
4. Tengo presión arterial alta (más de 130-85 mmHg) ? 1 punto
5. Tengo (o tuve) algún familiar directo con enfermedad renal crónica, en tratamiento de diálisis o con trasplante de riñón ? 1 punto
6. Tengo (o tuve) un infarto, un accidente cerebrovascular o enfermedad vascular arterial en las piernas ? 1 punto
7. Tengo antecedentes de insuficiencia cardíaca ? 1 punto
8. Tengo (o tuve) anemia ? 1 punto
Si el puntaje final obtenido en el test es de menos de 4 puntos, es poco probable que la persona tenga enfermedad renal, aunque conviene que repita el chequeo una vez al año. Si es de 4 o más, existe un 20% de probabilidad de que exista algún grado de insuficiencia renal: la única manera de saberlo es concurrir al médico. Incluso los médicos clínicos están capacitados para diagnosticar enfermedad renal.
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