sábado, 4 de febrero de 2012

Los falsos mitos en el cuidado de las cicatrices

Cicatriz del costado del torero Jairo Sánchez Alonso. | El Mundo
¿Le suenan consejos del tipo 'deja la herida al sol que así se cura' o 'esa cicatriz se irá cuando salga la costra'? Por mucho que abuelos y padres siempre busquen nuestro bienestar, no siempre están en lo cierto... y este es un ejemplo.
Esta semana se celebra el II Congreso Nacional de Heridas y Cicatrización que organiza la Sociedad Española de Heridas (SEHER) y, entre otros temas, abordarán un 'Decálogo sobre cómo tratar una cicatriz'. ¿El objetivo? Desterrar los falsos mitos en cuanto a la curación de las heridas y evitar una mala cicatrización que, según su gravedad, puede provocar molestias o desencadenar problemas en el futuro.
Como explica a ELMUNDO.es el presidente de la SEHER, Xavier Santos, "aunque los tratamientos a seguir dependan también del tipo de cicatriz, existen una serie de claves generales, fáciles de seguir, que ayudan a una recuperación mejor y más rápida".

Adiós a la costra...

"La presencia de la costra está señalando la posibilidad de desarrollar una mala cicatriz", asegura el doctor Santos. "Incluso como cirujano plástico, yo siempre recomiendo a mis pacientes que al día siguiente de la operación se limpien la herida con agua y la eviten. La costra es simplemente sangre seca y caldo de cultivo para posibles infecciones. Además, tira de los bordes de la herida, lo que causa daños donde esté localizada", explica.

y al sol.

Evitar la exposición al sol de la zona afectada es un cuidado básico, ya que "los rayos ultravioletas hacen que se pigmente la cicatriz", analiza Santos. Para ello, habrá que cubrirla desde el principio y aplicar geles para las zonas más expuestas que eviten rojeces, además de pantallas solares con un factor de protección 50. En las cicatrices de cierta gravedad, el agua se evapora con rapidez, por lo que es necesario mantener la zona hidratada ya sea con cremas o vendajes que retengan la humedad.

Los masajes, con cuidado

Adaptados al estado de la inflamación, los masajes son un tratamiento habitual, sobre todo cuando se trata de una quemadura. De todas formas, deben aplicarse con cuidado por los efectos secundarios. De hecho, están contraindicados si existen infecciones y en ningún caso debería resultar dolorosos.

Evitar las tensiones

  Las cicatrices se ven sometidas a tirones y presiones debido al movimiento de la piel y los músculos. Para evitar esto, se pueden utilizar vendajes como las suturas adhesivas estériles. Este tipo de productos acortan el periodo de maduración de la cicatriz.

El quirófano

A pesar de todas estas medidas, es recomendable que un médico compruebe la evolución de la cicatriz pasadas unas semanas. Será él quien aconseje otros tratamientos en el caso de que la cicatriz no mejore, entre los que cabe la posibilidad del láser. "Hay ciertas cicatrices que para resolverlas hay que recurrir normalmente a la operación", dice el doctor Santos. En este caso se encontrarían aquellas que pueden provocar una alteración funcional, tales como las cicatrices en los codos que, al retraerse, con el tiempo pueden dificultar el estiramiento total del brazo.

Camuflar la cicatriz

Las cicatrices de mayor gravedad también pueden convertirse en un problema estético. En este caso, los especialistas recomiendan que, tras pasar 12 meses desde que se formó la cicatriz (tiempo mínimo para que se estabilice), se recurra al maquillaje o, incluso, a los tatuajes.
elmundo.es

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