Hasta hace unos pocos años, el doctor Lionel Bissoon, que practica lo que él llama medicina integrativa en Manhattan, atendía mayormente a mujeres de mediana edad para tratar la celulitis. Después de que la crisis financiera golpeó a Wall Street, sucedió algo extraño: una ola de ejecutivos y operadores del sector financiero comenzaron a acudir a él con la esperanza de convertirse en machos alfa.
Bissoon, médico osteópata, ahora se especializa en tratar a hombres con deficiencia de testosterona. Si bien frecuentemente se cree que la impotencia es el principal síntoma de los niveles bajos de dicha hormona, sucede que los ejecutivos financieros esperan que la hormona mejore sus habilidades, y los haga más competitivos laboralmente, en un momento en que muchas compañías están adelantando la jubilación a los empleados de bajo desempeño.
Desde que comenzó la recesión, más hombres quieren estar en su mejor forma”, comentó Bissoon. “Todos ellos sufren toneladas de estrés, y el estrés reduce sus niveles de testosterona. Un paciente me dijo: “hay una fila de chicos talentosos detrás mío que están listos para ocupar mi lugar”.
La creativa industria médica de Estados Unidos ya acuñó el término para este mal: andropausa. Y según sus informes, los síntomas incluyen falta de energía, impulso y entusiasmo, por no hablar de bajo líbido. La farmacéutica Abbot Laboratories, lanzó comerciales que preguntan a los televidentes si no ha caído su nivel de testosterona. Muestran hombres de mediana edad incapaces de mantener el intenso ritmo del mundo moderno en la oficina.
La demanda creció tanto que una compañía de Las Vegas llamada Cenegenics planea abrir en marzo una clínica de tratamientos con hormonas masculinas ubicada cerca de la Bolsa de Nueva York.
Bissoon sostiene que cuando empezó a ofrecer la terapia con testosterona, creyó que sus clientes serían ratas de gimnasios con deseos de tener el físico de Arnold Schwarzenegger. “Me sorprendió que el 90% de mis pacientes tenían alguna participación en el sector financiero,” contó. “Son gerentes de nivel alto y la mayoría tiene entre treinta y cuarenta años”
Con frecuencia se quejan de estar exhaustos después de trabajar agotadoras horas, de la falta de concentración y del malestar general por el trabajo. Si bien algunos afirman que la crisis financiera en parte se debió a los altos niveles de testosterona, al machismo y la agresiva toma de riesgos, muchos empleados de Wall Street creen que si tuvieran rasgos similares contarían con una ventaja competitiva para sobrevivir este mal momento. Como se sabe que en los próximos meses desaparecerán miles de puestos de trabajo, Bissoon contó que sus pacientes temen que quienes no tengan un destacado desempeño serán rápidamente reemplazados.
Bissoon sostiene que el tratamiento con testosterona permite a muchos hombres focalizarse más claramente y exudar confianza en el trabajo. “Si van a hacer operaciones en Wall Street o manejar grandes sumas de dinero, es preferible que sientan confianza”, comentó “El hombre que es inseguro no va a ser exitoso”.
Este médico pronto sentirá él mismo la presión de la competencia, cuando la clínica Cenegenics abra sus puertas cerca de la Bolsa de Nueva York. La facturación de esa compañía, que cuenta con 20 centros en todo Estados Unidos y 20.000 pacientes, se incrementó de u$s 37 millones en 2007 a u$s 60 millones en 2011.
Bissoon, médico osteópata, ahora se especializa en tratar a hombres con deficiencia de testosterona. Si bien frecuentemente se cree que la impotencia es el principal síntoma de los niveles bajos de dicha hormona, sucede que los ejecutivos financieros esperan que la hormona mejore sus habilidades, y los haga más competitivos laboralmente, en un momento en que muchas compañías están adelantando la jubilación a los empleados de bajo desempeño.
Desde que comenzó la recesión, más hombres quieren estar en su mejor forma”, comentó Bissoon. “Todos ellos sufren toneladas de estrés, y el estrés reduce sus niveles de testosterona. Un paciente me dijo: “hay una fila de chicos talentosos detrás mío que están listos para ocupar mi lugar”.
La creativa industria médica de Estados Unidos ya acuñó el término para este mal: andropausa. Y según sus informes, los síntomas incluyen falta de energía, impulso y entusiasmo, por no hablar de bajo líbido. La farmacéutica Abbot Laboratories, lanzó comerciales que preguntan a los televidentes si no ha caído su nivel de testosterona. Muestran hombres de mediana edad incapaces de mantener el intenso ritmo del mundo moderno en la oficina.
La demanda creció tanto que una compañía de Las Vegas llamada Cenegenics planea abrir en marzo una clínica de tratamientos con hormonas masculinas ubicada cerca de la Bolsa de Nueva York.
Bissoon sostiene que cuando empezó a ofrecer la terapia con testosterona, creyó que sus clientes serían ratas de gimnasios con deseos de tener el físico de Arnold Schwarzenegger. “Me sorprendió que el 90% de mis pacientes tenían alguna participación en el sector financiero,” contó. “Son gerentes de nivel alto y la mayoría tiene entre treinta y cuarenta años”
Con frecuencia se quejan de estar exhaustos después de trabajar agotadoras horas, de la falta de concentración y del malestar general por el trabajo. Si bien algunos afirman que la crisis financiera en parte se debió a los altos niveles de testosterona, al machismo y la agresiva toma de riesgos, muchos empleados de Wall Street creen que si tuvieran rasgos similares contarían con una ventaja competitiva para sobrevivir este mal momento. Como se sabe que en los próximos meses desaparecerán miles de puestos de trabajo, Bissoon contó que sus pacientes temen que quienes no tengan un destacado desempeño serán rápidamente reemplazados.
Bissoon sostiene que el tratamiento con testosterona permite a muchos hombres focalizarse más claramente y exudar confianza en el trabajo. “Si van a hacer operaciones en Wall Street o manejar grandes sumas de dinero, es preferible que sientan confianza”, comentó “El hombre que es inseguro no va a ser exitoso”.
Este médico pronto sentirá él mismo la presión de la competencia, cuando la clínica Cenegenics abra sus puertas cerca de la Bolsa de Nueva York. La facturación de esa compañía, que cuenta con 20 centros en todo Estados Unidos y 20.000 pacientes, se incrementó de u$s 37 millones en 2007 a u$s 60 millones en 2011.
cronista.com
1 comentario:
Yo si fuera ellos no lo haría, la testosterona estimula la violencia y la crueldad... mejor seria alentarlos con alguna que otra recompensa.
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