Ellos no enviarán flores. Ellas no las esperarán. Aun así, los solteros encuentran motivos para festejar. La celebración de San Valentín se convirtió, para algunos, en una buena excusa para reivindicar la soltería. Tanto es así que desde la Argentina se impulsó, desde 2007, el Día Internacional del Soltero, que se celebró ayer.
La festividad debutó en 2007, a raíz de la iniciativa de dos empresas dedicadas al segmento de solos y solas -10en8 y ZonaCitas-, a pedido de hombres y mujeres sin pareja que buscaban una alternativa para burlar la soledad y para salir sin necesidad de compañía.
No pasó mucho tiempo para que este invento argentino atravesara las fronteras. Países como Venezuela, Colombia, Canadá y Australia se hicieron eco de la iniciativa e impulsaron sus propias celebraciones.
En estos años, las propuestas se multiplicaron: fiestas masivas; karaokes; fiestas temáticas, viajes y cenas a ciegas. Las alternativas para convertir la víspera de San Valentín en el "día de San Valiente", se adaptaron a todos los gustos.
También están quienes, en su círculo íntimo, proponen una celebración alternativa el mismo día de los enamorados. Clara Moltrasio, de 27 años, cuenta que el año pasado optó por festejar San Valentín junto con dos amigas: "Estábamos las tres solteras y felices, y no necesitábamos a nadie para sentirnos plenas", dice.
Santiago García Quiroga, de 33, asegura que su casa "es el punto de reunión, todos los 14 de febrero", para los tres o cuatro amigos solteros que quedaron en su grupo. Además, cuenta que hace dos años decidió tomar una iniciativa particular: "Les escribí una carta a amigos casados contándoles por qué yo también me creía con derecho a festejar San Valentín y por qué me negaba rotundamente a que ellos monopolizaran el festejo. Yo también podía festejar el amor por mi gente sin estar en pareja", dice.
Las redes sociales se hicieron eco del movimiento anti-San Valentín. En Twitter, los hashtags #foreveralone, #grinchdesanvalentin y #día del soltero fueron muy populares ayer, día en que esta plataforma se usó como un espacio entre catártico y reivindicatorio.
Ana Delgado, psicóloga y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), explica que "a partir de que se reafirma la vida amorosa, muchos de los que no la han abrazado pueden sentir el deseo de levantar las banderas de la soltería".
Según la especialista, la idea de la soltería como elección puede ser una opción genuina "para privilegiar otras cuestiones de la vida personal, como el desarrollo profesional, o también una muralla protectora para evitar los riesgos de una vida compartida".
lanacion.com
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