Una alimentación rica en magnesio reduce el riesgo de padecer un ataque cerebrovascular (ACV). Esta conclusión se desprende de un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, basado en un riguroso relevamiento de las bases de datos de diferentes investigaciones realizadas en los últimos 45 años.
El oportuno cruce de la información allí disponible relacionada con la cantidad de magnesio consumida y el porcentaje de casos de ACV verificados a través del tiempo en dichos estudios reveló que la ingesta de magnesio en la dieta está asociada inversamente al riesgo de ataque cerebro vascular, especialmente de ACV isquémico -el más frecuente, provocado por un coágulo que interrumpe el flujo sanguíneo.
Dicho de otro modo, a mayor consumo de alimentos con alto contenido de magnesio, menor es el riesgo de sufrir un ACV.
Investigadores del Instituto Nacional de Medicina Ambiental de Suecia relevaron para su artículo, entre otros, siete estudios publicados en los últimos 14 años, cuyos resultados sugieren una disminución de un 8% del riesgo de sufrir un ACV isquémico por cada 100 miligramos extra de magnesio consumido por día. Dichos estudios contaron con un universo de más de 250.000 participantes de Estados Unidos, Europa y Asia, un 3% de los cuales padeció un ACV durante el lapso promedio de 11,5 años que duraron los seguimientos.
Según el doctor. Pedro Lylyk, director del Centro Integral de ACV de la Clínica La Sagrada Familia, "este hallazgo es consistente con otros estudios epidemiológicos previos que reportaron que bajos niveles de magnesio se podían asociar con el aumento del riesgo de ACV". Teniendo en cuenta que la hipertensión es la causa principal del ataque cerebral, la asociación entre el consumo de magnesio y la posibilidad de padecer un ACV se debería, en parte, "al efecto del magnesio sobre la hipertensión, ya que el magnesio es un antagonista natural del calcio y modula el tono vascular, la presión sanguínea y el flujo de sangre periférico", explicó Lylyk.
El magnesio parece aumentar a su vez el efecto antihipertensivo de los medicamentos para bajar la presión arterial, así como mejorar los tratamientos para el síndrome metabólico, la diabetes, dislipidemia, todos factores que aumentan el riesgo de ACV, según informó el doctor Carlos Ingino, cardiólogo del Instituto Médico ENERI.
Los resultados no serían, sin embargo, definitivos. Como advierte la doctora Susana Larsson, integrante del equipo de investigación sueco, aún es necesario realizar estudios de mayor profundidad. Esto se debe a que el análisis se concentró en el mineral presente en los alimentos, por lo que no puede descartarse la posibilidad de que los resultados se hayan visto influidos en cierta medida por algún otro aspecto de los alimentos ingeridos. "Es importante notar que el estudio se refiere a una dieta rica en magnesio, y no a alimentos en particular o a suplementos", agregó la licenciada Andrea Rochaix, nutricionista.
El magnesio es un mineral indispensable para el funcionamiento de nuestro organismo. Entre otras muchas funciones, que se suman a las ya referidas, cumple un rol destacado en la contracción y relajación muscular, en la producción y transporte de energía, como así también en el funcionamiento de ciertas enzimas y en la producción de proteínas. También es esencial para la asimilación del calcio y de la vitamina C.
Se estima que la cantidad de magnesio que una persona posee en el cuerpo es de alrededor de 25 gramos, algo más de la mitad de ellos en el esqueleto y un 27% en los músculos.
Algunas circunstancias pueden, sin embargo, reducir estos niveles normales de magnesio en el organismo, entre ellas padecer ciertas enfermedades estomacales e intestinales, diabetes, un déficit en la función renal, así como mantener un consumo excesivo de café, refrescos, sal o alcohol. Los periodos menstruales abundantes, el estrés prolongado y el uso de diuréticos pueden también desencadenar deficiencias.
Una ingesta adecuada de magnesio es por ello necesaria. Como explica la Lic. Rochaix, los alimentos que lo aportan en mayor cantidad son los vegetales, sobre todo las verduras de hoja verde oscura, así como las frutas secas, el salvado de trigo, las legumbres, los lácteos, las carnes y el chocolate. Las dosis diarias recomendadas de magnesio, a ingerir a través de una dieta balanceada, son:
En niños:
. de 1 a 3 años: 80 miligramos
. de 4 a 8 años: 130 miligramos
. de 9 a 13 años: 240 miligramos
. de 14 a 18 años: 410 miligramos en varones y 360 miligramos en mujeres.
En adultos:
. En mujeres: de 310 a 320 miligramos (de 350 a 400 mg durante el embarazo)
. En hombres: de 400 a 420 miligramos.
La siguiente tabla contiene algunos de los alimentos con mayor aporte de magnesio, expresado su contenido en miligramos por cada 100 gramos de porción comestible:
Alimentos y su contenido en magnesio
Almendras, cacahuetes 250
Garbanzos, guisantes 150
Avellanas, pistachos, nueces 150
Maíz 120
Chocolate 100
Pan integral 91
Lentejas 78
Cigalas, langostinos, gambas 76
Acelgas 76.
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