domingo, 5 de febrero de 2012

Cómo convertir a un niño en un genio

El experto Fernando Alberca sostiene que cualquier niño se puede convertir en un Einstein.
elmundo.es
Todos los niños tienen dentro de sí el potencial necesario para convertirse en un genio. Sólo hace falta motivarlos de la manera adecuada para que lo desarrollen. Ésta es la tesis defendida por el experto en educación Fernando Alberca, autor del libro 'Todos los niños pueden ser Einstein' que se ha situado en los últimos meses entre los más vendidos del país.
Alberca asegura en una entrevista a ELMUNDO.es que el título de su libro "no obedece a ninguna estrategia de márketing", sino que está plenamente convencido de que es posible que un niño se convierta en un genio si se le sabe motivar. Él, cuenta, tiene ocho hijos con edades comprendidas entre los cuatro y los 18 años y la mayor es capaz de leer 296 páginas por hora, es decir, lee un libro de tamaño medio en el mismo tiempo que cualquiera dedica, por ejemplo, a ver el capítulo de una serie en televisión.
"Entre mis hijos no hay ningún súper dotado", puntualiza Alberca, quien aclara que, en el caso de su hija, sí que ha estado estimulada para que sea capaz de alcanzar esa velocidad de lectura. De hecho, está convencido de que hay una causa detrás de cada fracaso escolar, de modo que si a ese niño que saca malas notas se le motiva de la manera adecuada "pasa de un fracaso enorme a sobresaliente".
Fernando Alberca. Fernando Alberca.
Alberca se refiere a la vida de Albert Einstein para probar que su tesis es cierta. Cuenta que este científico no aprendió a leer hasta los siete años, su madre pensaba que era retrasado mental y su maestra lo calificó como "mortalmente lerdo". Hasta los 15 años, cuando un profesor le pidió su opinión en clase, "no encontró a las personas adecuadas para estimular su inteligencia, su motivación". La genialidad de Einstein, cuenta Alberca, reside en que fue capaz de usar el hemisferio derecho, el más creativo e intuitivo, para resolver problemas propios del hemisferio izquierdo, el más ordenado, el más racional, el más matemático.
"Cuando en un partido de fútbol Messi se adelanta a los otros jugadores nos parece muy brillante, nos parece genial y es porque ha ido un paso por delante al usar el hemisferio derecho". Por este motivo, este profesor señala como fundamental que un niño desarrolle los dos hemisferios cerebrales para desarrollar todo su potencial.
Si embargo, la enseñanza tradicional está diseñada "para desarrollar más el hemisferio izquierdo". "Todas las asignaturas se dividen en trimestres, en lecciones... Lo ordenado", enumera Alberca, para quien también es necesario motivar al hemisferio derecho, "más generalizador y que permite desarrollar la intuición".

Los dos hemisferios

La clave para que un niño desarrolle todo su potencial está, según Alberca, en ver cuáles son las partes del cerebro en las que se apoya menos y potenciarlas. "Los seres humanos son pianos con todas las teclas. Incluso por enfermedad puede faltar alguna tecla, pero siempre se puede sacar la melodía. Eso sí, depende del intérprete el que salga una melodía u otra", explica Alberca quien esta semana ha intervenido en el ciclo 'Encuentros de ciencia y pensamiento' organizado por la Diputación de Málaga.
De este modo, si en un niño predomina el uso del hemisferio izquierdo, el más racional, "no podemos explicarle algo" de forma que use sólo ese hemisferio, sino que hay que incentivar también el uso del derecho. Si tiene que resolver un problema de matemáticas en el que un chaval tiene cuatro canicas se le puede pedir que imagine cómo es ese niño, cuál es su color de pelo o cómo va vestido, pone como ejemplo.
"No aprendemos porque seamos inteligentes, sino que nos hacemos inteligentes al aprender"
"Nos hacemos inteligentes al ir aprendiendo, de modo que el ser capaz de resolver los problemas que nos angustian es lo que hace que esa inteligencia vaya creciendo", garantiza Alberca. "Por eso los padres tenemos la posibilidad de motivar de verdad a nuestros niños", defiende este escritor, quien expone que desarrollando cada parte del cerebro es posible estimular en los niños "la memoria, la concentración, la atención, la intuición, la imaginación, la creatividad", entre otras capacidades.

Cómo motivar a los niños

Llegados a este punto, ¿cómo motivar a los niños? Para Alberca es fundamental no confundir la motivación con el aliento. "No es decirle tú puedes. Eso es tipo de motivación usada por los norteamericanos que ya ha fracasado porque eso crea una oportunidad nueva de quedar mal y el niño tiene miedo al fracaso, poca autoestima".
Por el contrario, hay que enseñarle que "ha sido ya capaz de hacer cosas grandes" y, en concreto, es fundamental que no se hagan por él las cosas. "Hay que hacer que se abroche él el abrigo aunque tarde más que si lo hiciéramos nosotros. Hacerle que él resuelva sus pequeños problemas", enumera este profesor. "Al no protegerlo excesivamente lo hacemos capaz de resolver sus propios problemas", opina.
"Si queremos que nuestro hijo sea autónomo, capaz, que se sienta seguro ante un examen, tenemos que enseñarle cuanto antes a que sea independiente", afirma Alberca. ¿Es recomendable entonces que un padre esté con su hijo cuando hace los deberes? Este profesor cree que "si hay una persona que está con el niño haciendo las tareas debe pasar a separarse gradualmente". "Sí que puede estar al lado, pero no hace falta que, por ejemplo, le indique con el dedo los ejercicios que tiene que hacer".

El éxito de la curiosidad

Alberca sostiene que no hay niños que nazcan más o menos curiosos. Sí que "hay niños que han aprendido el éxito de la curiosidad". "Cuando un niño está muy espabilado en el fondo lo que ocurre es que ha aprendido que le da éxito, encuentra una satisfacción, parece más adulto, más mayor, le han preguntado los adultos. En definitiva, le satisface el resultado", asegura.
"Al no proteger a un niño lo hacemos capaz de resolver sus propios problemas"
¿Es recomendable esas agendas que tienen hoy en día los niños plagadas de actividades extraescolares? Para Alberca "puede ser una oportunidad de estimular partes de su cerebro, lo que pasa es que siempre tiene que dominar el niño la situación y no al revés". "Todo lo que es cargar el día de aprendizaje está bien pero hasta ciertos límites, porque donde aprende más cosas el niño es en casa, en el ámbito doméstico, con los abuelos, con los padres", explica.
Por este motivo, para educar a un niño "hace falta tiempo" y "quererle mucho", tanto como para intentar que "sea independiente cuanto antes", de modo que no se le sobreproteja. De hecho, en opinión de Alberca "el problema mayor de los niños ahora mismo es la sobreprotección no la falta de tiempo de los padres".pasan con ellos dándole muchas cosas materiales o consintiéndolos, expone.
¿Desde cuándo se puede educar a un niño para que se convierta en un genio? "Cualquier edad es buena para empezar", señala Alberca, quien garantiza que se puede actuar siempre sobre un hijo y quien advierte de que "el peor padre es el que no actúa".

Cientos de Einsteins

Alberca asegura que, como profesor, "ha visto a cientos de Einsteins con unos cambios drásticos que han sabido resolver problemas porque estaban convencidos de que eran fuertes, buenos y capaces de cosas grandes". Este experto en educación es profesor de Secundaria y de la Escuela Universitaria de Magisterio Sagrado Corazón de Córdoba y además atiende un gabinete de rendimiento escolar y de relaciones familiares. Es autor de varios libros entre los que se incluyen 'Cuatro claves para que tu hijo sea feliz: abre la puerta de tu libertad interior', 'Las complicaciones del corazón: la afectividad en la adolescencia' o 'Guía para ser buenos padres'.

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