miércoles, 3 de diciembre de 2008

Uno de cada cuatro argentinos dice sufrir trastornos del sueño


Fabiola Czubaj
LA NACION
Abandonar la cama a la mañana para comenzar con las actividades programadas resulta cada vez más pesado, aun cuando la cantidad de horas de sueño sean las siete u ocho recomendadas. Ahora, una nueva encuesta en el país podría revelar por qué: uno de cada cuatro argentinos dice que padece algún trastorno del sueño.
El relevamiento realizado por TNS Gallup, que incluyó una muestra representativa de mil adultos, señala además que esas alteraciones del descanso nocturno están aumentando entre las mujeres y los mayores de 65 años, entre los que prevalece el insomnio.
Esta dificultad de conciliar o mantener el sueño durante la noche la mencionó el 9% de las personas entrevistadas, mientras que el 7% dijo padecer molestos calambres nocturnos especialmente en las piernas, el 6% aseguró hablar en voz alta, el 5% se quejó de las pesadillas reiteradas, el 4% comentó que aprieta o rechina los dientes mientras duerme (una condición llamada bruxismo) y el 2% dijo que padece parálisis del sueño, que es una incapacidad pasajera de mover voluntariamente los músculos. Sólo el 1% dijo ser sonámbulo.
En general, estos trastornos que alteran el buen dormir comparten las mismas consecuencias. Todas se dan durante el día, cuando más necesitamos disponer de toda nuestra atención, memoria y reflejos tanto para realizar las actividades cotidianas y trabajar como para evitar causar o sufrir accidentes en la calle y en el hogar.
"Esto coincide con lo que se ve en las consultas desde hace más de 15 años, aunque la población consulta cada vez más por trastornos del sueño", opinó sobre estos resultados de la encuesta la neuróloga Margarita Blanco, directora médica del Club del Sueño (
http://www.rems.com.ar/ ).
Los motivos de esa tendencia son dos: "Por un lado, la gente está más estresada y, por el otro, los problemas del sueño aumentaron, especialmente después de 2001, y siguen creciendo con todas estas crisis recientes. Los más frecuentes son el insomnio y los ronquidos", explicó a LA NACION la doctora Blanco, que no participó del relevamiento realizado en octubre para conocer los hábitos asociados con el descanso de los argentinos.
Una época difícil
La época del año también influiría en el aumento de estos trastornos. "Nos acercamos a las fiestas de fin de año, los exámenes en el colegio o la universidad y la preparación de las vacaciones en medio de la ansiedad que crea también la situación mundial, que a diferencia de 2001 no es sólo local... Son todas cosas que nos ponen a todos los pelos de punta, por lo que es totalmente coherente que aumenten los problemas para dormir", indicó la doctora Blanco.
La encuesta reveló también que aunque la mayoría de los adultos consultados aseguró que duerme lo suficiente cada noche (7 horas en promedio), cuatro de cada diez argentinos (39%) desearían poder dormir un poquito más en la semana.

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