Cindy Jackson se gastó más de 100.000 dólares en transformar su cuerpo e imprimió su nombre en el libro Guinness: impuso un récord al someterse a 52 procedimientos estéticos para dejar de ser quién era. Desde bótox, peeling, lifting y liposucción hasta 14 grandes operaciones: le ha puesto el cuerpo a todo con tal verse "mejor".
Jackson, de 55 años y oriunda de Ohio, explicó a la cadena de televisión estadounidense ABC por qué lo hizo: "No me propuse establecer un récord mundial, nunca fue mi ambición, es sólo que tenía que hacerlo".
La mujer, que hoy vive en Londres, utilizó la herencia que le dejó su padre para comenzar su transformación con el objetivo de "lucir mejor". Y contó que la marcó el comentario que hizo un hombre cuando tenía 14 años: "Sabes Cindy, cuando sonríes, la nariz y la barbilla casi se tocan."
La mujer asegura que su mayor logro es que las 52 intervenciones que se realizó no se noten: "el mejor resultado es que parezca natural, porque tampoco quiero que la gente me mire y diga 'esta mujer tiene un montón de cirugías. Me gusta que parezca que no me he hecho nada".
"Me siento con un espíritu juvenil, no quiero mirarme al espejo y ver una cara vieja", justificó. Entre los retoques figuran cinco liftings en el rostro, liposucciones y "rediseño" de los ojos en dos ocasiones.
Adicta a las cirugías, asegura no tener nada que esconder. "La naturaleza me molestó, y a mí no me importa molestarla a ella", comentó.
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