Imagínese que, como estudiante, tenga la posibilidad de elegir a la plantilla de profesores que dictan clases en su colegio... Pues bien, en la escuela Cherwell de Oxford, en Inglaterra, esta idea está siendo llevada a la práctica.
En esta institución, los alumnos tienen un rol mucho más activo en el reclutamiento de maestros que el resto de los estudiantes del área.
Aquellos que optan por un puesto de un grado superior en la escuela, del tipo gerencial, deben participar en una entrevista conducida por un panel de estudiantes -conformado por adolescentes de 13 años y más- y por un un grupo de adultos.
En opinión de la subdirectora del colegio, Julie Stuart-Thompson, ser buen profesor no consiste en tener un curriculum vitae maravilloso y en ser bueno hablando con los adultos: los buenos docentes deben ser hábiles en el aula.
"En el caso de alguien que debe dar muchas clases, es fundamental contar con los comentarios de los alumnos, y eso es algo que hacemos de forma habitual", afirma.
Y para aquellos que se presentan a los cargos más altos, la entrevista llevada a cabo por los alumnos es todo menos una oportunidad para relajarse.
"No es un buen aspirante el que piense que el panel de estudiantes implica un proceso de selección fácil y que las opiniones de esos adolescentes no son tomadas en cuenta", Stuart-Thompson.
Entrenamiento
El panel de alumnos, escogido entre un grupo de jóvenes entrenados, se reúne antes de la entrevista con un profesor para decidir qué preguntas se le formularán al candidato.
"Se los prepara en aspectos como lenguaje corporal y en la forma de hablar de las personas, y se les pide que no añadan preguntas, porque ellos saben que eso sería injusto con otros candidatos", explica la subdirectora.
Stuart-Thompson, quien fue entrevistada por miembros del consejo estudiantil cuando obtuvo su actual cargo hace cinco años, dice que los alumnos pueden ser muy intuitivos.
"Se dan cuenta de cosas que los adultos no perciben o de cosas que no se comentan", señala.
"A veces se trata de la forma en la que un candidato les habla de los estudiantes, si está siendo autoritario o no tiene convicción al responder a las preguntas que los alumnos formulan, y eso los irrita".
"Investigación de mercado"
Después de la entrevista, los adolescentes envían la información al personal y a los directivos de la institución educativa.
Según Stuart-Thompson, los estudiantes suelen aportar datos muy valiosos: "Creo que, ya que ellos son nuestros clientes, debemos escuchar lo que piensan. Si esto fuera una empresa, uno no daría ningún paso importante sin una investigación de mercado".
"Cuanta más información tengamos de los alumnos, mayores son las probabilidades de tomar una buena decisión", asegura la subdirectora.
Stuart-Thompson añade que hay más beneficios de la participación de los estudiantes en el proceso de reclutamiento, que van más allá de encontrar al candidato ideal para un puesto.
Este mecanismo no sólo les da a los alumnos la posibilidad de desarrollar un sentido de liderazgo y responsabilidad, sino que además les permite ver la fortaleza y la calidad de los profesores, para poder apreciarlos más cuando sean sus maestros.
"Queremos motivar a nuestros estudiantes para que hagan más cosas. Cuanto más les exiges, más podrán dar", concluye la subdirectora de la escuela Cherwell de Oxford.
bbc.co.uk
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