Llegó el verano, fin de año y en breve las vacaciones. Y con todo eso, las altas exposiciones al sol que, además de requerir el cuidado de la piel, abre un alerta acerca de cómo cuidar la vista y cómo elegir los anteojos protectores más indicados. Perfil.com consultó a una especialista y trae algunos consejos.
“Los anteojos de sol deben ser comprados en lugares adecuados, que son las ópticas. Deben tener el filtro UV más alto, que es al 100%; o sea, un filtro UVB de 400, que filtra el 100% de los rayos UVB y UVA”, asegura la oftalmóloga Alejandra Iurescia, médica del Hospital Garrahan y miembro de la Sociedad Argentina de Oftalmología (SAO). Y agrega: “Para cuidar la salud visual se debe realizar una consulta al oftalmólogo en forma anual y comprar los lentes recetados y de sol en las ópticas”.
Según la especialista, los lentes sin filtro adecuado “genera la entrada de los rayos UVB y UVA a toda la extensión del globo ocular, generando a corto plazo (en personas predispuestas ) queratitis, que es la inflamación de la cornea (superficie anterior del ojo), enrojecimiento conjuntival, pinguecula o granito conjuntival y, a más largo plazo, degeneración macular relacionada con la edad, que es un trastorno a nivel retinal, en la zona de visión central, y también en pacientes predispuestos catarata”.
Iurescia asegura además que, si bien los lentes de marca tienen este tipo de protección, en muchos casos se paga más la marca que la protección en sí. Con lo cual, hay anteojos de sol que comprados en una óptica y asegurándose los estándares de protección requeridos, son tan protectores como los de las marcas más importantes. Sin embargo, la oftalmóloga recalca que “los lentes muy económicos seguramente no tienen los filtros adecuados, ya que ellos requieren un procesamiento del cristal que encarece el precio”.
La especialista se refiere con ello a los lentes de plástico que, según explica, “por las características químicas no permite la realización del proceso de tallado adecuado, ni la colocación del filtro adecuado. Pero, ¿cómo detectar a simple vista si los que compramos tienen un filtrado adecuado? “ Mirando la lente a través de un tubo fluorescente, de esta forma se debe visualizar el tubo recto y no en forma de víbora, lo cual indicaría aberraciones del cristal”, explica Iurescia.
Sucede que “los cristales –explica la especialista- se dividen en mineral (vidrio), orgánico y policarbonato (orgánico más resistente). Todos ellos pueden recibir el procesamiento adecuado para el filtrado adecuado”. Sólo hay que saber cómo elegirlos correctamente, sobre todo en verano. “Es aconsejable usar lentes los días de sol para evitar la entrada de los rayos ultravioletas, mucho más en verano, porque la exposición sostenida y extendida en el tiempo genera las lesiones que son irreversibles”, concluye Iurescia.
perfil.com
“Los anteojos de sol deben ser comprados en lugares adecuados, que son las ópticas. Deben tener el filtro UV más alto, que es al 100%; o sea, un filtro UVB de 400, que filtra el 100% de los rayos UVB y UVA”, asegura la oftalmóloga Alejandra Iurescia, médica del Hospital Garrahan y miembro de la Sociedad Argentina de Oftalmología (SAO). Y agrega: “Para cuidar la salud visual se debe realizar una consulta al oftalmólogo en forma anual y comprar los lentes recetados y de sol en las ópticas”.
Según la especialista, los lentes sin filtro adecuado “genera la entrada de los rayos UVB y UVA a toda la extensión del globo ocular, generando a corto plazo (en personas predispuestas ) queratitis, que es la inflamación de la cornea (superficie anterior del ojo), enrojecimiento conjuntival, pinguecula o granito conjuntival y, a más largo plazo, degeneración macular relacionada con la edad, que es un trastorno a nivel retinal, en la zona de visión central, y también en pacientes predispuestos catarata”.
Iurescia asegura además que, si bien los lentes de marca tienen este tipo de protección, en muchos casos se paga más la marca que la protección en sí. Con lo cual, hay anteojos de sol que comprados en una óptica y asegurándose los estándares de protección requeridos, son tan protectores como los de las marcas más importantes. Sin embargo, la oftalmóloga recalca que “los lentes muy económicos seguramente no tienen los filtros adecuados, ya que ellos requieren un procesamiento del cristal que encarece el precio”.
La especialista se refiere con ello a los lentes de plástico que, según explica, “por las características químicas no permite la realización del proceso de tallado adecuado, ni la colocación del filtro adecuado. Pero, ¿cómo detectar a simple vista si los que compramos tienen un filtrado adecuado? “ Mirando la lente a través de un tubo fluorescente, de esta forma se debe visualizar el tubo recto y no en forma de víbora, lo cual indicaría aberraciones del cristal”, explica Iurescia.
Sucede que “los cristales –explica la especialista- se dividen en mineral (vidrio), orgánico y policarbonato (orgánico más resistente). Todos ellos pueden recibir el procesamiento adecuado para el filtrado adecuado”. Sólo hay que saber cómo elegirlos correctamente, sobre todo en verano. “Es aconsejable usar lentes los días de sol para evitar la entrada de los rayos ultravioletas, mucho más en verano, porque la exposición sostenida y extendida en el tiempo genera las lesiones que son irreversibles”, concluye Iurescia.
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