Las ventas de la industria farmacéutica argentina aumentan año a año y al parecer siguen sin encontrar su techo. En 2002 se comercializaron 267 millones de unidades (blisters, cajas y frascos) de medicamentos de venta libre y bajo receta, lo que significa que en aquel año se consumieron 7 remedios por habitante. En 2008 las ventas ya habían trepado a 512 millones de unidades, es decir a 13 per cápita.
Sintetizando: en apenas seis años prácticamente se duplicó el consumo de medicamentos entre los argentinos.
Argentina ocupa en la actualidad el podio continental en consumo de medicamentos por habitante: está tercera, detrás sólo de Venezuela y Uruguay, y arriba de Chile, Brasil, México, Colombia, Canadá y Estados Unidos, según un informe elaborado para Clarín por IMS Health, consultora especializada en el mercado farmacéutico y de la salud.
La fuerte suba en las ventas de fármacos en el mercado local obedece a diferentes razones, pero entre las principales figuran que la gente cada vez se automedica más y la recuperación económica que vivió el país luego de la crisis de principios de la década pasada.
Federico Tobar, consultor internacional en políticas de salud, enumeró otros motivos:
"En la última década se produjo un aumento en la prescripción de remedios. Antes el promedio de prescripción por consulta era de 0,5, es decir una cada dos consultas, y hoy es de 1,8".
"Los fuertes incentivos a los médicos para que prescriban más y las campañas de marketing por parte de los laboratorios".
"La innovación farmacéutica y el lanzamiento de nuevos productos a la venta".
"Un descenso en la tolerancia al dolor por parte de la población, lo que lleva a que se consuman más medicamentos".
Habría una causa más: el uso indiscriminado de medicamentos.
"Es legítimo sospechar que buena parte de la medicación que se consume en el país no es utilizada de forma racional. Un ejemplo de esto es que aunque las enfermedades que más afectan a los argentinos son las cardiovasculares, las ventas locales no están encabezadas por medicamentos para tratar el colesterol ni la hipertensión arterial", dijo Tobar.
"En Argentina se compran casi tres cajas de medicamentos para la disfunción eréctil por cada caja de medicamentos para el colesterol y se venden 14 millones de tranquilizantes contra 12 millones de los antihipertensivos más usados", amplió el especialista.
Según las autoridades sanitarias "no es para alarmarse" el aumento en las ventas de fármacos. "En los países desarrollados de Europa el consumo es mucho mayor", argumentó Federico Pippo, director de Economía de la Salud del Ministerio de Salud de la Nación.
Para el funcionario "no se puede hablar de consumo irracional de medicamentos en general sino en particular. Puede haberlo en algunas categorías terapéuticas, como antibióticos o ansiolíticos, pero no en todas". Pippo, además, remarcó que en estos años "se sancionó una ley de genéricos que hizo que haya más competencia y bajaran los precios de los medicamentos. Esto posibilitó que más habitantes pudieran acceder a ellos".
Juan Tonelli, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Medicamentos de Venta Libre, consideró que esa es la perspectiva desde la que debe observarse el fenómeno: "Alguno optará por interpretar que el aumento responde a que la gente los toma como si fueran caramelos, pero la forma correcta de verlo es que ahora la población tiene más acceso a los medicamentos. El que los toma busca obtener una mejor calidad de vida".
Tonelli, por otro lado, calificó de desacierto la comparación entre 2002 y 2008: "El punto de partida es el peor de la historia", dijo.
Pero Federico Tobar replicó: "Las ventas ya superaron a las de la década del 90, que habían sido récord".
El fuerte aumento en las ventas locales fue observado por la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA). En el período 2003-2008, detalló un reporte de esa entidad, las ventas del mercado farmacéutico argentino acumularon "un crecimiento de 108,5 por ciento en dólares".
De ese reporte surgen otros datos interesantes: Entre 2003 y 2008 las ventas en unidades crecieron más aquí que en Brasil, Paraguay, Uruguay, México y Chile.
En ese período las ventas en unidades del mercado farmacéutico local crecieron exactamente el doble que las de Latinoamérica en su conjunto. En la Argentina los laboratorios facturaron en 2008, 3.733 millones de dólares.
El precio promedio de los medicamentos fue, en ese año, de 7.30 dólares.
Entre agosto de 2008 y agosto de 2009 se comercializaron en el país 525.820.513 unidades de remedios, según la consultora IMS Health. La mayoría fueron medicamentos de venta bajo receta: 388.238.617. De venta libre se comercializaron 137.581.896.
Nadie duda de que este año las ventas volverán a subir.
Entre la fiebre y los nervios
Una encuesta nacional de utilización y gasto en servicios de salud y medicamentos probó lo que se sospechaba: la fuerte tendencia a la automedicación de los argentinos.
Una encuesta nacional de utilización y gasto en servicios de salud y medicamentos probó lo que se sospechaba: la fuerte tendencia a la automedicación de los argentinos.
"El 70 % de la población dijo usar medicamentos sin consultar al médico, dato que contrastó con el resto que declaró hacer consultas médicas", recordó Federico Tobar, experto en políticas sanitarias.
En base a esa encuesta, la Fundación Salud y Fármacos elaboró un estudio que revela que los medicamentos para la fiebre y el dolor son los más usados por todas las clases sociales, pero que en otros tipos de remedios hay diferencias en el consumo según el nivel socioeconómico. Es que mientras el segundo tipo más consumido de remedios por los pobres son los antibióticos, entre los más ricos están los de la presión o el corazón.
"A su vez los sectores de ingresos medios se destacan por detentar el 41% del consumo de los medicamentos para los nervios", dice el informe.
clarin.com
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