Así como los expertos se dedican a predecir la escasez de materias primas vitales como el agua o el petróleo, hay quienes se abocan a anticipar la futura oferta y demanda de otro bien de lo más preciado: el talento. Y aunque a priori pueda parecer un tema no tan crítico, su importancia no es para nada menor. El talento no es ni más ni menos que uno de los combustibles clave que permite funcionar a empresas de las industrias más variadas. De hecho, de acuerdo a los expertos, uno de los grandes diferenciales de las compañías será cada día más su capacidad para identificar, desarrollar y retener al talento más calificado. Por eso, hoy más que nunca, predecir qué pasará con este recurso en el futuro se vuelve crítico. Para arrojar un poco de luz sobre el asunto, Heidrick & Struggles, junto a The Economist Intelligence Unit, realizó el primer Índice de Talentos en Latinaomérica, que permitió evaluar el estado de la cuestión en ocho países de la región, entre ellos Argentina.
El índice compara y posiciona a los países latinoamericanos de acuerdo a su capacidad para ofrecer empleados potenciales calificados de acá a cinco años. Y es una excelente guía para visualizar la distribución del talento en la región.
Para eso tiene en cuenta distintas variables, que permiten determinar la dinámica de la oferta y la demanda de talento en esos mercados. Tiene en cuenta desde variables sociales que definen la oferta, como la calidad de la educación básica y el nivel de las universidades o la demografía, además de factores económicos que motorizan la demanda como la movilidad y apertura del mercado laboral.
Ganadores y perdedores 2013
Los grandes ganadores de este ranking, que indica básicamente dónde podrá conseguirse el talento adecuado en el 2013, son Chile y México, países que proveen el entorno más atractivo para el talento con una puntuación de 57.2 y 55.9 respectivamente. Allí la dinámica entre la oferta y la demanda está más caliente que en cualquier otro mercado (ver mapa) .
En el caso de Chile, la variable que más ayudó a este posicionamiento como reserva de talento es la capacidad que tiene este país para atraer inversiones directas, una de las siete categorías ponderadas en el estudio para obtener el puntaje final, y la pujanza de su economía. Esto compensó su posición más baja en demografía y en educación básica. El mérito de México, por su parte, es haber tenido un puntaje relativamente bueno en la mayoría de estas siete categorías, un buen promedio que lo catapultó a este puesto de excelencia.
Tercero en la tabla se ubica Brasil con una calificación de 52.8. Su gran aliada para ganar esta posición ha sido la demografía y la presencia de las mejores universidades de toda la región. En este país tanto la oferta como la demanda del talento están de lo más activas.
Costa Rica, a su vez, ostenta el cuarto lugar del ranking de Heidrick & Struggles con un puntaje de 50.1, de la mano de una sólida educación obligatoria, apertura en el mercado laboral y buen flujo de inversiones. “Los resultados del indice confirman nuestras conclusiones previas: es más probable localizar reservas de talento absoluto y relativo en las regiones económicamente más desarrolladas; los países más ricos tienen mayor capacidad para atraer el talento, es decir, que el talento sigue el flujo de la riqueza”, resume el estudio.
Tal vez por eso, recién en el quinto puesto se ubica Argentina, en una digna mitad de tabla, ostentando una calificación de 44.7. Y junto a los cuatro líderes integra este grupo principal de países que garantiza en alguna medida a las empresas el talento necesario para llevar adelante sus negocios ahora y en el futuro. “Argentina es uno de los países más extremos: es muy bueno en algunos puntos y muy malo en otros. Está en la mitad de tabla, pero en la práctica no está en la mitad en nada”, reconoce Gustavo Wurzel, Socio responsable de la oficina de Buenos Aires de Heidrick & Struggles.
A favor le jugaron la educación básica, la mejor de toda la región, el nivel de las universidades y la calidad del entorno para desarrollar talentos, una categoría que considera desde el porcentaje de investigadores en I&D hasta la protección a los derechos de propiedad intelectual y la remuneración al mérito.
De la vereda de enfrente, no ayudaron la movilidad y apertura relativa del mercado laboral, que mide la habilidad de los países para importar talento. De hecho, Argentina es una gran exportadora. “Argentina no tiene tanto talento porque está exportando. Los argentinos representan la principal minoría a nivel internacional de expatriados. Lo que falta en Argentina es la demanda adecuada para cumplir esa oferta: por eso vemos expatriados”, precisa Wurzel.
Otro punto que le jugó a Argentina en contra fue el bajo flujo de inversiones extranjeras directas. Este factor tiene un impacto directo en la formación de talento, ya que estas inversiones funcionan como un mecanismo de transmisión de información y buenas prácticas internacionales, además de relacionarse con buenos entornos de negocios. “Los países mejor posicionados en el ranking son los que atraen inversiones de otros países. Las búsquedas que vemos en la región son motivadas por inversiones de nuevos proyectos, mientras que en Argentina se dan más por reemplazos”, explica el ejecutivo de Heidrick.
A Argentina le siguen Perú, Venezuela y Colombia, un grupo bastante homogéneo en cuanto a su nivel de desarrollo económico, bastante menor al de los países de la primera mitad de la tabla. En estos tres casos, la puntuación osciló entre los 39.8 y los 36.9. Venezuela, por ejemplo, está más cercana a los países que lideran la tabla en términos de PBI per cápita, pero tiene un mal desempeño como cuna de talentos debido a la menor apertura internacional de su mercado e inversiones extranjeras bastante bajas.
De acuerdo a los expertos, ésta es la única excepción a la regla de que el talento sigue a la riqueza. “Aunque su industria petrolera ha generado una riqueza considerable, ésta no ha ayudado a desarrollar las condiciones necesarias para una disponibilidad de talento significativa”, explica el estudio.
El último grupo está conformado por Ecuador y República Dominicana, cuyas puntuaciones caen por debajo de los 30 puntos, principalmente por grandes déficit a nivel educativo.
Países en evolución
El estudio de Heidrick toma como punto de partida para la elaboración del índice el año 2008. Y si se compara este período inicial con el 2013, no se registran grandes cambios en las posiciones, lo que indica que las fortalezas y debilidades de los países en esta materia no son demasiado dinámicas. Teniendo en cuenta que a algunas variables como educación lleva años cambiarlas, se entiende el por qué de estos cambios apenas sutiles.
Los dos países que perdieron terreno en el índice entre 2008 y 2013 son Venezuela y Ecuador, que cayeron un puesto entre el punto de partida y el de llegada. Perú y Dominicana, en cambio, capitalizaron esas caídas y mejoraron su posición un puesto entre estos dos períodos. Los expertos de Heidrick aseguran que estas alteraciones responden fundamentalmente a sus proyecciones sobre el crecimiento del PBI y la expectativa de empleo, indicadores contemplados dentro de la categoría “capacidad de atraer talentos de otros países”. Este es el caso de Venezuela, que pierde un puesto por la proyectada desaceleración de su PBI. Ecuador, en cambio, se ve empujada hacia abajo por República Dominicana, que ostenta crecientes expectativas de flujo de inversiones extranjeras directas.
Pero si se analizan de cerca los resultados 2008 versus 2013, se ve cómo las diferencias se van ampliando. Aunque los cambios son mínimos, la brecha entre ganadores y perdedores se va ampliando: pasa de un índice que oscila entre los 54.8 y los 29.9 en el 2008 (con Chile como cabeza y República Dominicana como cola) a uno que va de 57.2 a 28.2 (liderado por Chile y con Ecuador en el último lugar). Y entre puesto y puesto las distancias también se agrandan.
Argentina, aunque no cambia de puesto, sí sufre un cambio de categoría, entre 2008 y 2013. Pasa del naranja al amarillo, al deteriorarse la calidad del entorno para desarrollar talento, caer la movilidad del mercado laboral y la inversión directa.
Categorías impulsoras
z Demografíaz Calidad de la educación básica
zCalidad de la educación en lasuniversidades y escuelas de negocios
z Calidad del entorno para desarrollartalentos
z Movilidad y apertura relativa delmercado laboral
z Existencia y flujo de inversiónextranjera directa
z Capacidad de atraer talentos de otros países
Argentina en el mundo
El Índice de Talentos en Latinoamérica es una extensión y profundización regional del original Índice de Talentos Global (GTI), que ya realizaba Heidrick junto a The Economist. Este índice cubre el período de 2008 a 2013 y compara el desempeño de 30 países de todo el planeta. En esta versión global, quien lidera el ránking es Estados Unidos, seguido muy de cerca por Gran Bretaña, Canadá, Holanda y Suecia.
El latinoamericano que mejor se posiciona, en línea con el estudio regional, es México, que se ubica en el puesto 19 del ranking. Argentina ostenta el puesto número 21, custodiada de arriba por Grecia y por debajo por Tailandia. Brasil, en cambio, tiene en este índice peor desempeño que Argentina, ubicándose recién en el lugar 25. A la cola se ubican Nigeria, Indonesia e Irán.
cronista.com
El índice compara y posiciona a los países latinoamericanos de acuerdo a su capacidad para ofrecer empleados potenciales calificados de acá a cinco años. Y es una excelente guía para visualizar la distribución del talento en la región.
Para eso tiene en cuenta distintas variables, que permiten determinar la dinámica de la oferta y la demanda de talento en esos mercados. Tiene en cuenta desde variables sociales que definen la oferta, como la calidad de la educación básica y el nivel de las universidades o la demografía, además de factores económicos que motorizan la demanda como la movilidad y apertura del mercado laboral.
Ganadores y perdedores 2013
Los grandes ganadores de este ranking, que indica básicamente dónde podrá conseguirse el talento adecuado en el 2013, son Chile y México, países que proveen el entorno más atractivo para el talento con una puntuación de 57.2 y 55.9 respectivamente. Allí la dinámica entre la oferta y la demanda está más caliente que en cualquier otro mercado (ver mapa) .
En el caso de Chile, la variable que más ayudó a este posicionamiento como reserva de talento es la capacidad que tiene este país para atraer inversiones directas, una de las siete categorías ponderadas en el estudio para obtener el puntaje final, y la pujanza de su economía. Esto compensó su posición más baja en demografía y en educación básica. El mérito de México, por su parte, es haber tenido un puntaje relativamente bueno en la mayoría de estas siete categorías, un buen promedio que lo catapultó a este puesto de excelencia.
Tercero en la tabla se ubica Brasil con una calificación de 52.8. Su gran aliada para ganar esta posición ha sido la demografía y la presencia de las mejores universidades de toda la región. En este país tanto la oferta como la demanda del talento están de lo más activas.
Costa Rica, a su vez, ostenta el cuarto lugar del ranking de Heidrick & Struggles con un puntaje de 50.1, de la mano de una sólida educación obligatoria, apertura en el mercado laboral y buen flujo de inversiones. “Los resultados del indice confirman nuestras conclusiones previas: es más probable localizar reservas de talento absoluto y relativo en las regiones económicamente más desarrolladas; los países más ricos tienen mayor capacidad para atraer el talento, es decir, que el talento sigue el flujo de la riqueza”, resume el estudio.
Tal vez por eso, recién en el quinto puesto se ubica Argentina, en una digna mitad de tabla, ostentando una calificación de 44.7. Y junto a los cuatro líderes integra este grupo principal de países que garantiza en alguna medida a las empresas el talento necesario para llevar adelante sus negocios ahora y en el futuro. “Argentina es uno de los países más extremos: es muy bueno en algunos puntos y muy malo en otros. Está en la mitad de tabla, pero en la práctica no está en la mitad en nada”, reconoce Gustavo Wurzel, Socio responsable de la oficina de Buenos Aires de Heidrick & Struggles.
A favor le jugaron la educación básica, la mejor de toda la región, el nivel de las universidades y la calidad del entorno para desarrollar talentos, una categoría que considera desde el porcentaje de investigadores en I&D hasta la protección a los derechos de propiedad intelectual y la remuneración al mérito.
De la vereda de enfrente, no ayudaron la movilidad y apertura relativa del mercado laboral, que mide la habilidad de los países para importar talento. De hecho, Argentina es una gran exportadora. “Argentina no tiene tanto talento porque está exportando. Los argentinos representan la principal minoría a nivel internacional de expatriados. Lo que falta en Argentina es la demanda adecuada para cumplir esa oferta: por eso vemos expatriados”, precisa Wurzel.
Otro punto que le jugó a Argentina en contra fue el bajo flujo de inversiones extranjeras directas. Este factor tiene un impacto directo en la formación de talento, ya que estas inversiones funcionan como un mecanismo de transmisión de información y buenas prácticas internacionales, además de relacionarse con buenos entornos de negocios. “Los países mejor posicionados en el ranking son los que atraen inversiones de otros países. Las búsquedas que vemos en la región son motivadas por inversiones de nuevos proyectos, mientras que en Argentina se dan más por reemplazos”, explica el ejecutivo de Heidrick.
A Argentina le siguen Perú, Venezuela y Colombia, un grupo bastante homogéneo en cuanto a su nivel de desarrollo económico, bastante menor al de los países de la primera mitad de la tabla. En estos tres casos, la puntuación osciló entre los 39.8 y los 36.9. Venezuela, por ejemplo, está más cercana a los países que lideran la tabla en términos de PBI per cápita, pero tiene un mal desempeño como cuna de talentos debido a la menor apertura internacional de su mercado e inversiones extranjeras bastante bajas.
De acuerdo a los expertos, ésta es la única excepción a la regla de que el talento sigue a la riqueza. “Aunque su industria petrolera ha generado una riqueza considerable, ésta no ha ayudado a desarrollar las condiciones necesarias para una disponibilidad de talento significativa”, explica el estudio.
El último grupo está conformado por Ecuador y República Dominicana, cuyas puntuaciones caen por debajo de los 30 puntos, principalmente por grandes déficit a nivel educativo.
Países en evolución
El estudio de Heidrick toma como punto de partida para la elaboración del índice el año 2008. Y si se compara este período inicial con el 2013, no se registran grandes cambios en las posiciones, lo que indica que las fortalezas y debilidades de los países en esta materia no son demasiado dinámicas. Teniendo en cuenta que a algunas variables como educación lleva años cambiarlas, se entiende el por qué de estos cambios apenas sutiles.
Los dos países que perdieron terreno en el índice entre 2008 y 2013 son Venezuela y Ecuador, que cayeron un puesto entre el punto de partida y el de llegada. Perú y Dominicana, en cambio, capitalizaron esas caídas y mejoraron su posición un puesto entre estos dos períodos. Los expertos de Heidrick aseguran que estas alteraciones responden fundamentalmente a sus proyecciones sobre el crecimiento del PBI y la expectativa de empleo, indicadores contemplados dentro de la categoría “capacidad de atraer talentos de otros países”. Este es el caso de Venezuela, que pierde un puesto por la proyectada desaceleración de su PBI. Ecuador, en cambio, se ve empujada hacia abajo por República Dominicana, que ostenta crecientes expectativas de flujo de inversiones extranjeras directas.
Pero si se analizan de cerca los resultados 2008 versus 2013, se ve cómo las diferencias se van ampliando. Aunque los cambios son mínimos, la brecha entre ganadores y perdedores se va ampliando: pasa de un índice que oscila entre los 54.8 y los 29.9 en el 2008 (con Chile como cabeza y República Dominicana como cola) a uno que va de 57.2 a 28.2 (liderado por Chile y con Ecuador en el último lugar). Y entre puesto y puesto las distancias también se agrandan.
Argentina, aunque no cambia de puesto, sí sufre un cambio de categoría, entre 2008 y 2013. Pasa del naranja al amarillo, al deteriorarse la calidad del entorno para desarrollar talento, caer la movilidad del mercado laboral y la inversión directa.
Categorías impulsoras
z Demografíaz Calidad de la educación básica
zCalidad de la educación en lasuniversidades y escuelas de negocios
z Calidad del entorno para desarrollartalentos
z Movilidad y apertura relativa delmercado laboral
z Existencia y flujo de inversiónextranjera directa
z Capacidad de atraer talentos de otros países
Argentina en el mundo
El Índice de Talentos en Latinoamérica es una extensión y profundización regional del original Índice de Talentos Global (GTI), que ya realizaba Heidrick junto a The Economist. Este índice cubre el período de 2008 a 2013 y compara el desempeño de 30 países de todo el planeta. En esta versión global, quien lidera el ránking es Estados Unidos, seguido muy de cerca por Gran Bretaña, Canadá, Holanda y Suecia.
El latinoamericano que mejor se posiciona, en línea con el estudio regional, es México, que se ubica en el puesto 19 del ranking. Argentina ostenta el puesto número 21, custodiada de arriba por Grecia y por debajo por Tailandia. Brasil, en cambio, tiene en este índice peor desempeño que Argentina, ubicándose recién en el lugar 25. A la cola se ubican Nigeria, Indonesia e Irán.
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