Alerta global: peligran los sitios porno pyme

A lo largo de su carrera profesional, el físico Bernardo Huberman pudo lograr dos metas envidiables. Por un lado, es uno de los argentinos que más alto llegó en el competitivo mundo de Sillicon Valley: dirige el Laboratorio de Computación Social de Hewlett Packard, en California y es profesor de la Universidad de Stanford.
Por el otro, consiguió que le paguen por bucear durante horas y horas en sitios pornográficos de Internet."Fue un proyecto que ahora sería inapropiado de plantear, lo hice cuando era profesor", se ríe Huberman.
Lo que este doctor en Física, recibido en la UBA en la década del 70, descubrió es que en la dinámica de los sitios de sexo existen miles de jugadores, pero los que concentran casi toda la atención de los internautas podían contarse con los dedos de las dos manos. Este altísimo nivel de concentración se repite en la WEB en todas las categorías (buscadores, sites de subastas, etc) y contradice las primeras predicciones de los gurúes digitales, que hablaban de un universo on line más democrático y atomizado.
"La velocidad de cambios y avances es tal elevada que las 'verdades' de expertos y consultores, lamentablemente, duran poco", explica Huberman, quien resultó ser un especialista en esto de destruir mitos: "El marketing viral, por ejemplo", sigue, "no es la panacea de la publicidad, como se decía no hace mucho tiempo, esto se ve muy claro con la teoría de las redes".
Aunque es físico de origen, Huberman es el único argentino que estudia y aplica los modelos de "economía de la atención", una rama emergente cuyos primeros lineamientos teóricos fueron sugeridos por el Nobel Herbert Simon en 1971, pero que fue desarrollada con más extensión recién en esta década.
Huberman está en contacto permanente con Josef Falkinger, de la Universidad de Zurich, uno de los pioneros en este campo que postula que como la atención se volvió un recurso escaso con la explosión de medios y el abaratamiento de la producción de contenidos, cambiaron se signo las principales ecuaciones que describen el negocio del espectáculo, los medios y la publicidad.
Internet le permitió a Huberman contar con una base empírica de billones de datos para confirmar teorías que luego se aplican a productos y servicios que se lanzan desde el laboratorio que dirige: "Acabamos de lanzar una aplicación para el Androyd, el nuevo sistema operativo de celulares, que perfeccionamos gracias a la teoría de redes", ejemplifica.
La cruza entre economía y física suele denominarse "econofísica", pero Huberman le tiene alergia a este término. "En general, el trabajo de los físicos en Wall Street ha sido bastante irrelevante", sostiene.
El científico argentino disfruta de su trabajo, aunque a veces hay contratiempos. Como cuando hizo el estudio de los sitios porno: "A mi mujer tenía que darle unas cuantas explicaciones cuando veía la pantalla de mi computadora", reconoce.
clarin.com