miércoles, 3 de diciembre de 2008

Usan realidad virtual para tratar fobias



Un cuarto pequeño pintado de negro, atravesado por dos barras blancas. En el centro, un aro. El paciente, que se deslizó en el círculo, lleva puesto un casco con pantalla integrada a la altura de los ojos, del que salen dos antenas, sensores que detectan los movimientos de su cabeza. Lentamente, con el mouse de la computadora en la mano, camina por una ciudad virtual. Apenas se desplaza, la imagen, recalculada en tiempo real, respeta su punto de vista. La ilusión es perfecta. Tiene la sensación de caminar, y eso que no sale de su casa desde hace meses, aterrado por la idea de caerse. A tal punto que con el mouse tropieza, al principio, cuando tiene que subir a una vereda un poco alta. Y también cuando roza las paredes en ese mundo digital.
En el exterior de la habitación, frente a su computadora, la psicóloga le sugiere que se ponga en el medio de la calle. Ella ve lo que ve su paciente, puede oírlo, hablarle, vigilar sus constantes psicológicas.
¿Cómo se siente? ¿Puede evaluar su nivel de ansiedad en una escala de 0 a 10? No tiene que dudar en hablarle, sobre todo si surgen algunas imágenes, si se despiertan algunos recuerdos... ¿Puede contar las paradas de colectivo? Momento de pánico. La voz lo tranquiliza. Se quita el casco, sale del box de realidad virtual, vuelve tranquilamente al escritorio de su terapeuta.
¿Ciencia ficción?
No, una consulta real en el hospital parisino de Pitié-Salpêtrière, en el servicio del profesor Roland Jouvent, psiquiatra, que dirige también un laboratorio en el CNRS (Centro Nacional de Investigaciones Científicas), el "centro emoción".
Gracias a la realidad virtual, esa representación informática del mundo en tres dimensiones en la que el hombre es sumergido con la posibilidad de interactuar, el profesor Jouvent evalúa y trata a pacientes fóbicos. Los que tienen miedo de caminar, especialmente, ya sea porque sufren de afecciones neurológicas, de enfermedades psiquiátricas o simplemente son ancianos y ya se han caído.
"Se les fijan objetivos para que se concentren en otra cosa que no sea el hecho de caminar propiamente dicho", comenta Natacha Box, psicóloga. "Es una herramienta de la terapia, no es la terapia propiamente dicha: yo hablo con los pacientes antes, durante y después. Pero la realidad virtual ofrece un soporte al imaginario, y los pacientes ven rápidamente sus avances y por lo tanto vuelven". La confianza adquirida en esa virtualidad de inmersión se traslada a la realidad. Pero por seguridad, antes de volver al mundo real, los pacientes deben jugar con un video que implica a todo el cuerpo para volver a tomar conciencia de sus límites.
En la Salpêtrière, diferentes entornos virtuales (una ciudad, una isla montañosa, un castillo, un puente) permiten poner fin a los trastornos ansiosos: la agorafobia (miedo a los espacios públicos atestados), acrofobia (vértigo), aracnofobia (miedo a las arañas)...
Un tercio de los pacientes fóbicos se trata actualmente de esa manera y la lista de espera no deja de crecer. Por ser lúdico, el método suscita entusiasmo, aun en las personas de edad que normalmente no están acostumbradas a los mundos digitales.
Sophie, 31 años, frecuenta el box de realidad virtual desde fines de 2006. "Sufría de agorafobia como consecuencia de una lesión cerebral. Tenía problemas de referencia espacial, me costaba moverme en grandes espacios, en medio de la multitud, experimentaba una sensación de encierro en los lugares cerrados. Prácticamente ya no salía de casa". Dice que en la actualidad ha recuperado su autonomía y se apresta a volver a su trabajo. Hay clínicas de lo virtual, especializadas en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. En este momento existen alrededor de diez que están siempre llenas. Mediante inmersión en la realidad virtual, se tratan todas las fobias específicas (el miedo al avión, a los ascensores, las tormentas, la escuela, las jeringas y la sangre...) así como las fobias sociales, como el miedo a hablar en público. Y hasta el estrés postraumático de los soldados que vuelven de la guerra de Irak o Afganistán, haciéndolos mover en imágenes evocadoras de callejones atestados, de registros de casas, de convoyes atacados.
Traducción de Cristina Sardoy

Otra herramienta terapéutica
Realidad virtual.
"Representación de escenas o imágenes de objetos producida por un sistema informático, que da la sensación de su existencia real", según la definición de la Real Academia, fue utilizada por científicos de la Universidad de Luebeck, Alemania (foto) para tratar la fobia a volar. Reproducía un vuelo Hamburgo-Munich.
Claves de un trastorno:
El ranking de las fobias lo encabezan los trastornos de pánico con agorafobia, seguidos de los de ansiedad social, de ansiedad generalizada , obsesivo compulsivos , fobias específicas y pánico sin agorafobia, según un estudio del Fobia Club.
Según los especialistas, las presiones sociales son grandes responsables de este fenómeno, incluso en chicos y adolescentes.
Se estima que el 28% de la población mundial sufre algún trastorno de ansiedad, como las fobias, en diferentes grados.
El 63% de quienes padecen este tipo de trastornos son mujeres.
En 2000 la relación era más pareja: 56% eran mujeres y 44% hombres.
Las fobias específicas más comunes son el temor irracional a animales o partes de ellos, sustancias o situaciones.

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