miércoles, 15 de septiembre de 2010

Cuáles son los principales trastornos sexuales

Por Juan Yesnik
Especial para Revistaohlala.com
Los estudios sobre sexualidad aseguran que un importante número de hombres y mujeres padecen, o padecerán a lo largo de su vida, alguna disfunción sexual. Los trastornos de erección y eyaculación precoz son los más recurrentes en los hombres. Las mujeres, en tanto, se ven más afectadas por los niveles reducidos de deseo y las dificultades para llegar al orgasmo.
Lo cierto es que más allá de los clásicos, o por demás conocidos, hay otros trastornos que alimentan el circuito de la insatisfacción. Muchos desconocen que sus malestares son trastornos que pueden ser habituales y que suelen tener solución.
Una vez más, la falta de información o educación sexual se impone como barrera para el goce. Cuando hay información, baja la incertidumbre. Si "baja" la incertidumbre, "crece o sube" la posibilidad de estar más cerca del placer. Hay evidencias científicas que correlacionan los trastornos sexuales con merma en la calidad de vida, con especial afectación de las relaciones personales y de la propia autoestima.
En principio, lo básico. Se entiende por "trastorno sexual" cualquier impedimento, ya sea de orden físico, psicológico o social que inhiba o dificulte la realización y goce de la actividad sexual. Es importante, frente a esta primer definición, entender que así como hay cuestiones físicas o biológicas que se pueden sanar, hay factores desencadentes que son propios "de la cabeza" o de las relaciones o el ambiente personal, familiar o social que buscamos o que se nos impone. Todo tiene solución.
En este contexto, primero habrá que identificar cuál es el trastorno o malestar que aqueja; segundo, descubrir el verdadero motivo; por último, o en tercer lugar, buscar la solución y llevarla a la práctica. Siempre el juicio y la mirada calificada de un profesional ajustará el diagnóstico, definirá el tipo o grado de trastorno y sabrá dar consejo.
Para cumplir con nuestro plan de tres pasos: primero, información precisa. Esto no es un test ni un juego. Según el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV) , la herramienta diagnóstica más actualizada de consulta de la mayoría de los profesionales de la salud, estos son los principales trastornos descubiertos en materia sexual:

Deseo sexual hipoactivo: disminución (o ausencia) de fantasías y deseos de actividad sexual de forma persistente o recurrente.

Trastorno por aversión al sexo: aversión o evitación persistente a los contactos sexuales genitales con una pareja sexual.

Trastorno de la excitación sexual: incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la fase de excitación, hasta la terminación de la actividad sexual, en el caso de las mujeres. Para los hombres, la incapacidad de lograr o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual.

Trastorno orgásmico: tanto en hombres como en mujeres, ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo tras una fase de excitación sexual normal, acorde a la capacidad que correspondería por edad, experiencia sexual y estimulación sexual recibida.

Eyaculación precoz: eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la penetración, y antes de que la persona lo desee. El clínico debe tener en cuenta factores que influyen en la duración de la fase de excitación, como son la edad, la novedad de la pareja o la situación y la frecuencia de la actividad sexual.

Vaginismo: aparición persistente o recurrente de espasmos involuntarios de la musculatura del tercio externo de la vagina, que interfiere el coito.

Hay trastornos sexuales que son inducidos por la ingesta de sustancias así como otros que son debido a alguna enfermedad clínica específica y significativos.
Como anticipamos, desde un principio, el ojo clínico de los profesionales sabrá dar el diagnóstico indicado. Por eso, una vez identificado el trastorno, lo que sigue son los pasos 2 y 3: descubrir el verdadero motivo del trastorno o malestar y llevar a la práctica el tratamiento o solución que nos sugiera el profesional adecuado.
Así como estos trastornos relacionados con el deseo, el dolor y el dolor, también están las parafilias (fetichismo, exhibicionismo, voyeurismo, entre otros); y los trastornos por identidad sexual. De ellos, la promesa de una segunda parte de este informe.

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