lunes, 20 de septiembre de 2010

Usan tecnología de la Fórmula 1 para detectar arritmias

Fabiola Czubaj
LA NACION
La misma tecnología que usan los mecánicos de la Fórmula 1 para detectar en tiempo real el mínimo desperfecto de un motor en las pistas permitió a un equipo de médicos argentinos identificar una arritmia cardíaca, que aumenta alrededor del 500 por ciento el riesgo de sufrir un infarto cerebral por la obstrucción de un vaso sanguíneo (isquemia).
Se trata de la fibrilación auricular, la alteración eléctrica más común del corazón, que en uno de cada dos casos no da síntomas. Según el nuevo estudio, el monitoreo continuo por telemetría durante por lo menos tres días supera significativamente la efectividad del control habitual que se les realiza con un electrocardiograma a los pacientes que llegan a un hospital con palpitaciones, dolor de pecho o falta de aire.
Y aunque la instalación de esa tecnología es costosa, los expertos sostienen que se puede llevar a cabo de manera más económica en cualquier unidad coronaria o de terapia intensiva. "Lo que estamos sugiriendo es que los pacientes deben ser monitoreados. Si no, se seguirán perdiendo muchas oportunidades de diagnóstico y tratamiento", indicó el doctor Luciano Sposato, codirector del Centro de Stroke del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro y autor principal del estudio publicado en Journal of Stroke and Cerebrovascular Diseases .
Cuando un paciente ingresa a un hospital con un ACV o un ataque isquémico transitorio (AIT), en el que la obstrucción del flujo sanguíneo hacia el cerebro es pasajera, lo primero que hacen los médicos es identificar la causa para tratarla y, así, restablecer ese flujo lo antes posible.
"Una de las causas más importantes para buscar y eliminar es la fibrilación auricular, en la que las cavidades del corazón llamadas aurículas dejan de contraerse adecuadamente. Esto permite que la sangre se estacione y eventualmente forme pequeños coágulos. Al desprenderse y viajar por la circulación sanguínea, pueden obstruir distintas arterias", explicó el doctor Francisco Klein, coautor del estudio y jefe del Departamento de Areas Críticas de Terapia Intensiva, del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro.
Klein apuntó, además, que de la misma manera que los pacientes con factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, la diabetes, el sedentarismo o la obesidad, entre otros, pueden desarrollar un ACV, el ACV en sí es también un factor de riesgo de complicaciones como las arritmias cardíacas y los problemas coronarios agudos. "Dicho de otro modo -indicó-, el ACV impone un riesgo cardiovascular."

Control remoto
Durante dos años, el equipo comparó en 155 pacientes con ACV o AIT la efectividad del diagnóstico de la fibrilación auricular por monitoreo cardíaco continuo inmediato y remoto con la del control convencional mediante electrocardiogramas al ingreso o ante algún síntoma, y Holter, una prueba diagnóstica ambulatoria que registra durante un día, o a veces dos, el ritmo y la actividad eléctrica del corazón.
El uso de la telemetría permitió detectar el 18% de las fibrilaciones auriculares, mientras que el control electrocardiológico lo hizo en el 2,2% de los casos, según los resultados obtenidos por el equipo integrado también por los doctores Agustín Jáuregui, Marisol Ferrúa y Patricia Riccio, de la Fundación Favaloro; el doctor Rafael Zamora, del Departamento de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, y el doctor Alejandro Rabinstein, del Departamento de Neurología de la Clínica Mayo de Rochester, en los Estados Unidos.
En el 71% de los casos, la detección de la arritmia se realizó durante los tres primeros días de hospitalización de los pacientes. Y, en todos los casos, excepto uno del grupo no controlado por telemetría, la fibrilación auricular no dio síntoma alguno.
Además, no hubo diferencia en la frecuencia con que la arritmia causante del 20% de los ACV isquémicos afecta a los pacientes con ACV o AIT. "Hemos podido demostrar que cuando los pacientes internados con un ACV son monitoreados electrocardiográficamente en forma prolongada con registros continuos en áreas de cuidados críticos, aumenta significativamente la tasa de diagnóstico de la fibrilación auricular y, por lo tanto, las posibilidades de intervención terapéutica en ellos", señaló Klein, que también es codirector del Centro de Stroke de la Fundación Favaloro.
Muchos pacientes, precisó el experto, no saben que son "portadores" de esta arritmia, que aumenta entre 5 y 17 veces el riesgo de tener un ACV isquémico.
"Mientras que en muchos casos se puede presentar con síntomas, en otros puede ser completamente asintomática y diagnosticarse solamente luego de la consulta cardiológica y un control electrográfico -indicó Klein-. Pero en otros casos, la fibrilación auricular no es permanente, sino que es paroxística (por momentos aparece y por otros desaparece). También en estos casos el riesgo de que se produzca un ACV es muy alto y el diagnóstico, más difícil."
A los investigadores se les ocurrió aplicar a esos casos la misma tecnología que se utiliza en el automovilismo para detectar desperfectos en tiempo real. El funcionamiento del sistema telemétrico es muy sencillo (ver infografía) y utiliza un radiotransmisor conectado al paciente, que envía información a una computadora central, que los enfermeros supervisan durante las 24 horas, con ayuda de un sistema de alarmas sonoras.
"Básicamente, es leer un electrocardiograma en tiempo real. Nos sirvió para detectar diez veces más fibrilaciones auriculares. Esta es la primera evidencia científica de la utilidad del monitoreo cardíaco continuo para la detección de esta arritmia", dijo Sposato, que dirige también el Centro de Neurología Vascular de Ineco.
El trabajo sirvió también para detectar dos factores que adelantan alto riesgo de desarrollar fibrilación auricular: la diabetes y el tamaño de la lesión producida por un primer infarto (más de 15 milímetros).
"Además de detectar la arritmia, este seguimiento de los pacientes nos permite, en definitiva, conocer cómo actuar para revertirla, ya sea mediante la cardioversión o con el uso de fármacos -resumió Sposato-. Lo importante es que, si se realiza este control de manera continua e inmediata a la hospitalización, es difícil que estos pacientes se pasen por alto."

lanacion.com

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