viernes, 24 de septiembre de 2010

Más autobronceador y menos radiación

Autobronceadores como alternativa a las cabinas de rayos UVA y a largas exposiciones solares en la playa o en la piscina. Un grupo de investigadores estadounidenses apuesta por este tipo de productos para tomar menos el sol y reducir las quemaduras.
Se trata de un producto "compuesto por dihidroxiacetona, un ingrediente que, al combinarse con la filagrina (proteína epidérmica) de la capa superficial de la piel, origina un tono ligeramente bronceado o anaranjado", explica Salvador González, profesor de Dermatología de la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (Boston). La ventaja de estos sprays o lociones, añade el especialista, es que "el bronceado es saludable, no tiene ningún efecto secundario e incluye un factor de protección entre 1,6 y 3". Por lo general, el bronceado dura entre una y dos semanas y para mantener el efecto hay que repetir la aplicación.
Según un estudio publicado en 'Archives of Dermatology', uno de cada 10 adolescentes utiliza estos productos para oscurecer el tono de su piel. "Consideran que el bronceado es atractivo y al menos uno de sus progenitores se aplica este tipo de lociones", explica Vilma Cokkinides, de la Sociedad Americana del cáncer y principal autora del trabajo.
Después de entrevistar por teléfono a un total de 1.600 adolescentes, entre 11 y 18 años, los autores observaron, además, que aquellos que usaban estos productos también acudían a cabinas de rayos UVA y tenían quemaduras con mayor frecuencia que quienes no utilizaban los autobronceadores.
Dado que la radiación solar en exceso y las camas solares incrementan el riesgo de sufrir cáncer de piel, los autores de la investigación apuestan por el uso de autobronceadores como una alternativa saludable. "Los adolescentes deberían ser educados sobre las ventajas de estos productos y los riesgos que conllevan las cabinas de rayos UVA y la exposición solar inadecuada". Dicho y hecho, porque esta labor de educación está recogida en otro estudio, también publicado en 'Archives of Dermatology' y realizado por Sherry Pagoto, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos). Se reclutaron a 250 mujeres que estaban tomando el sol en la playa para participar en una intervención de prevención del cáncer de piel. La mitad de ellas recibía información sobre esta enfermedad y también sobre los autobronceadores. Varios expertos les indicaban cómo debían aplicar el producto y les explicaban cuáles eran sus ventajas en comparación con los riesgos que puede suponer la radiación ultravioleta.
Después de dos meses, las participantes incluidas en el programa de prevención tomaban menos el sol, tenían menos quemaduras y usaban más ropa protectora (gorros, camisetas...) que aquellas que no recibieron información. En el transcurso de un año, el grupo intervenido mantenía sus nuevos hábitos e incorporaba los autobronceadores con el objetivo de dar más color a su piel sin riesgos. "La promoción de estos productos en la prevención del cáncer podría tener un impacto importante sobre la salud y, por lo tanto, dejaría de ser sólo un cosmético para convertirse en un instrumento médico", concluyen los autores.
En España, "cada vez más personas preguntan por estos productos, sobre todo quienes han tenido lesiones (queratosis actínica) por culpa del sol", comenta el doctor González. California va varios pasos por delante, ya que "entre las funciones de las enfermeras está la de explicar las ventajas de este producto y enseñar a utilizarlo", añade.

elmundo.es

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