sábado, 9 de enero de 2010

Descubren un mecanismo clave en la adicción a la cocaína

Investigadores de los Estados Unidos hallaron que el consumo frecuente de cocaína altera un mecanismo en el cerebro, ubicado en el área asociada al placer. Al descubrirlo, consiguieron por primera vez revertir el efecto de la droga de abuso y así evitar que el organismo desee la cocaína. Lo lograron a través de un experimento con ratones en el laboratorio en la Facultad de Medicina del Monte Sinaí, en Nueva York.
"Este descubrimiento fundamental adelanta nuestra comprensión sobre cómo funciona la adicción a la cocaína", dijo la directora del Instituto Nacional de Droga de Abuso de los Estados Unidos, Nora Volkow, quien dio el apoyo financiero a los científicos para que desarrollaran la investigación.
En ese país, hay más de 1 millón de personas adictas a la cocaína. Habría varios millones de adictos más en el resto del mundo. Desde los años ochenta, empezaron a buscar tratamientos para frenar la adicción a esta droga, que es un estimulante que afecta directamente al cerebro.
"En la actualidad, sabemos que cada persona puede tener una vulnerabilidad específica para desarrollar adicción a una droga de abuso, como la cocaína.
El tratamiento para estos pacientes es integral y pasa por tres etapas. Primero, se realiza la desintoxicación; luego se tratan otros problemas asociados, como depresión, y en tercer lugar se busca la reinserción social de la mano de un proyecto social y laboral", comentó Roberto Ré, psiquiatra y fundador de la Red Sanar (www.redsanar.org). "Dentro de este abordaje, sería importante contar con una droga específica contra la cocaína para evitar recaídas del paciente", agregó Ré.
Hasta el momento, no hay un medicamento específico para tratar la adicción a la cocaína aunque hay una vacuna en ensayo. "Pero el nuevo estudio en los Estados Unidos nos abre una esperanza", señaló Mariángeles Pose, especialista en neuropsiquiatría del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO). "Pero habrá que trabajar más porque existe una brecha entre un estudio en ratones y otro humanos".
Los investigadores de EE.UU. compararon los efectos de una sola dosis de cocaína sobre ratones jóvenes con el consumo crónico en otro grupo de animales. Hallaron que el consumo frecuente de la droga suprime una proteína, llamada G9A, que a su vez deja de controlar la activación de ciertos genes. Al alterar este mecanismo, el organismo desea más cocaína. Pero los científicos fueron más lejos y aumentaron los niveles de la proteína artificialmente. Como consecuencia, los ratones fueron menos atraídos a consumir cocaína. "La proteína –comentó Pose– puede ser un objetivo para desarrollar un fármaco contra la adicción, pero se necesitarán más estudios para evitar efectos adversos".
clarin.com

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