jueves, 4 de diciembre de 2008

"El Budismo trabaja con la energía que llevamos dentro"


Ole Nydahl (Dinamarca, 1941) es uno de los pocos maestros budistas occidentales. Guiado por sueños de su infancia (o por otra vida), en 1969, junto a su esposa Hannah, viajó a los himalayas y conoció al 16° Karmapa, Rangjung Rigpe Dorje, un reconocido yogi y líder de la escuela Karma Kagyu, quien influenció profundamente en sus vidas y les pidió que transmitieran lo aprendido en Occidente.
Lama Ole lleva abiertos casi 600 centros budistas en el mundo, conocidos como "Camino del Diamante". Días atrás, Nydahl dio una conferencia en Buenos Aires ante unas 500 personas. Antes de seguir su gira mundial que le ocupa 360 días del año, habló con Clarín.
¿Podría explicar qué es exactamente el budismo?
Son métodos que tienen más de 2.500 años, que nos ayudan a desarrollar cualidades y nuestra mente. Trabajamos con la energía que tenemos adentro, que tiene que ver con la conciencia. El budismo no es una religión. Tampoco una filosofía.
¿Cuáles son las diferencias?
El budismo en sí no es una religión porque no estamos tratando de volver a un lugar que perdimos: simplemente pensamos que siempre estuvimos perdidos. Es una "ligión" y no tanto una religión. Va más allá de la psicología, que lo que hace es transformar pensamientos negativos en positivos. El budismo es mostrarnos el espejo detrás de las imágenes, el océano debajo de las olas: o sea, la mente misma. Eso es todo lo que tenemos. No es muy complicado, puede llevar varias vidas (risas).
¿Cómo recibe la cultura latinoamericana el legado budista?
Muy bien. Tengo un gran aprecio por lo hispánico. Lo que hicimos fue quitarle al budismo todos los aspectos culturales y hábitos budistas. Hoy entregamos los métodos y la filosofía. Es muy simple, es sentido común. Buda no tiene dioses, no tiene dogma. Sólo da enseñanzas.
El karma (los actos y pensamientos) condiciona la reencarnación.
¿El ego haría entonces lo mismo con el karma?
Básicamente, podría ser así. Pero la ignorancia es la que nos lleva al ego. Vemos los pensamientos y sentimientos pero no la conciencia, que es la responsable de ello. Y no hay gozo más grande que dar vuelta esta situación.
¿El budista tiene plena conciencia de su estado emocional?
Depende de cuánto medites. Pero después de un tiempo vas a ser feliz siempre. Para mí, todo es fantástico, maravilloso a cada momento. Y esa es la mejor manera de vivir.

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