miércoles, 29 de julio de 2009

India: bodas infantiles en masa


Hay muy pocos casos de anulaciones de matrimonios entre niños.
Hace dos semanas, con motivo del festival de "Akshaya Tritiya" o "Akha Teej", se llevaron a cabo cientos de matrimonios de menores de edad en varias partes del estado de Rajastán, al noroeste del país, cerca de la frontera con Pakistán.
Ese día se considera muy auspicioso para los negocios, las compras y sobre todo para los matrimonios, porque se celebra el cumpleaños del dios Visnú, el preservador de la vida en el panteón hindú.
Sin embargo, en Devda, un pueblo del distrito de Jaisalmer, en el mismo estado, no hubo bodas.
Allí ni una sola familia ha organizado el matrimonio de su hija en los últimos diez años, porque casi no hay niñas en el pueblo.
El feticidio e infanticidio femenino se han cebado en Rajastán, principalmente debido a la práctica de la dote.
Los padres consideran que, a diferencia de un hijo, tener una hija les representa sobre todo una carga económica.
Ceremonia
Cada año, para el "Akshaya Tritiya" se organizan cientos de matrimonios de menores.
Por eso, las autoridades, que habían lanzado una campaña intensiva en los medios de comunicación en contra de esta práctica retrógrada, estaban alertas.
Pero en Bah, un pequeño pueblo del distrito de Jodhpur, un novio de ocho años de edad, Likhma, con su colorido turbante, y Genu, la novia de cinco años, ataviada con joyas y vestida de sari rojo, caminaron en torno al fuego sagrado, prometiendo protegerse el uno al otro.
Otros cientos de niños tuvieron el mismo destino.
La ceremonia duró casi toda la noche, mientras las mujeres cantaban y los hombres festejaban.
Dos horas después de que ésta comenzara, Genu se había cansado y había comenzado a llorar.
Estaba exhausta y ya no aguantaba el humo del fuego sagrado. "Quiero dormir, papá, déjame dormir!", le rogaba a su padre.
Así que se le permitió dormir el resto de ceremonia. ¡Al fin y al cabo, ya era una señora!
¿Por qué el matrimonio entre niños?

La majestuosidad de la arquitectura convive con los peores indicadores sociales.La mayoría de los matrimonios infantiles tiene lugar en las áreas rurales de distritos de Jaipur, Alwar, Tonk, Sawai Madhopur, Bundi, Kota, Ajmer y Udaipur.
El estado de Rajastán es un importante destino turístico. Tiene grandes palacios y castillos de maharajas, así como ruinas de antiguas fortalezas.
Pero también cuenta con algunos de los peores indicadores sociales: alto analfabetismo, feticidio e infanticidio de niñas, matrimonio infantil, y un alto nivel de violencia dentro y fuera de hogar.
En las aldeas, las niñas son sacadas de la escuela para que realicen su aprendizaje matrimonial, cargando agua, recogiendo forraje para el ganado, haciendo tortas de excremento de animales para combustible y fregando pisos.
Rajastán no sólo es un estado muy pobre, sino también muy tradicional y patriarcal.
Los motivos para apresurar las bodas a tan temprana edad pueden ser varios.
Los trabajadores sociales señalan que los parientes organizan estos matrimonios para abaratar el costo de una boda, al casar a varias hermanas al mismo tiempo.
También, temen no conseguir novios para las hijas si se espera a que crezcan, pero, más que nada, es por la ignorancia y la pobreza.
Un padre joven

Los efectos negativos se ven tanto en las niñas como en los jóvenes esposos.Khia Ram Jat, de 15 años, estudiante de octavo grado en una escuela gubernamental del distrito de Barmer, dejó repentinamente de ir a la escuela al principio de este mes.
No pudo soportar más las burlas de sus compañeros porque, a su edad, había tenido un hijo.
Lo casaron cuando tenía sólo 11 años, con una niña de 13.
Curiosamente en este lugar, Barmer, donde se burlaron de un padre tan joven, otro vecino, Bhirma Ram Jat, de 88 años, tuvo un hijo el año pasado.
Él dijo, socarronamente, que la leche de camello lo mantiene joven.
En cambio, el niño Khia Ram no aparece en público, por la vergüenza.
Efectos negativos
Los efectos negativos de los matrimonios infantiles son múltiples.
Jengri, viuda a los 11 años

En 2006 el programa Newsnight de la BBC presentó el caso de Jengri, quien enviudó a los 11 años, tres días después de su boda con un alcohólico 20 años mayor que ella. Jengri se convirtió en una de las activistas en India para que la gente tome consciencia sobre los efectos negativos de los matrimonios infantiles. Las niñas pierden su infancia. Cuando deberían estudiar y jugar, tienen que cargar con la responsabilidad de una familia y, en muchos casos, cuidar a sus hijos.
Según un informe de UNICEF, al 56 % de las niñas en India las casan antes de los 15 años y al 17 % antes de los 10.
Según la más reciente Encuesta Nacional de la Salud Familiar, más del 50 % de las niñas de Rajastán son madres antes de los 19 años.
Al matrimonio infantil se vinculan problemas como el alto índice de natalidad, la pobreza extrema, el analfabetismo, la mortalidad infantil, la desnutrición y la baja expectativa de vida en el campo para las mujeres.
Matrimonios fracasados
Según un informe de la revista India Today, el pueblo de Dabla Kachra, en el distrito de Bhilwara, tiene 181 casos de matrimonios infantiles fracasados.
En algunas ocasiones, los maridos han vendido sus esposas a otros hombres.
Varias mujeres han matado a sus cónyuges por este tráfico humano.
Mohini Giri, ex-presidenta de la Comisión Nacional de Mujeres, dijo que es una tragedia para las niñas y también para el país que éstas "sufran por esta práctica retrógrada, que las casen antes de que tengan la oportunidad de florecer".
La otra tragedia
Rajastán sufre otra tragedia: la escasez de niñas.

La otra tragedia de Rajastán es la escasez de niñas debido al infanticidio.El pueblo de Deva, donde en los últimos diez años no se ha casado ninguna mujer, tiene 2.000 habitantes y es dominado por los Rajputs, la casta de guerreros.
Sólo hay 12 niñas en 70 familias y ninguna alcanza los diez años de edad.
Sólo una familia tiene más de una hija, como consecuencia del infanticidio de niñas.
Inder Singh y su esposa comenzaron un pequeño cambio en el pueblo.
Literalmente, le regalaron la vida a su hija al nacer.
Sarcasmos
Mientras que muchos en el pueblo mataban a sus hijas, Inder Singh decidió lo contrario.
La pareja había perdido tres hijos y tal vez por eso decidieron quedarse con ella, a pesar de que sufrirían los sarcasmos del pueblo.
La situación ha cambiado, pero muy poco.
Seis años después nació otra niña, que se casará dentro de poco y todo el pueblo espera asistir a la boda.
Ahora otras familias han decidido tener hijas.
Por lo menos en este pueblo hay pocos casos de matrimonio infantil.
Pero si no se toman medidas correctivas, el estado desértico correrá el riesgo de convertirse en un desierto humano.
bbc.co.uk

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