lunes, 20 de julio de 2009

Aumentan las lesiones asociadas al uso de la PC


Aún abrumados por la curiosa y a veces imperceptible rutina de intercambiar hábitos recientemente adoptados por otros más nuevos al ritmo del surgimiento de las nuevas tecnologías y de los procedimientos posibilitados por ellas, es difícil no percibir que nuestro entorno, así como muchos de nuestros hábitos y de nuestras costumbres, son extremadamente diferentes en relación a como eran hasta hace apenas unos años. De un modo a veces vertiginoso, nuevos modos de relacionarnos con el ambiente y con las personas van modificando nuestro hacer cotidiano junto con el de millones de personas. Ubicada en el corazón de este escenario que llamamos mundo moderno se encuentra, como un icono fiel de los tiempos que corren, la computadora.
Ya sea en la intimidad, organizando nuestras actividades e informándonos, conectándonos con antiguas, recientes o futuras amistades, o simplemente matando el tiempo, la computadora suele acudir a la cita. Ya dentro del horario laboral, lo cumplamos en casa, en una oficina o detrás de un mostrador, nuestra presencia frente a la computadora se ve cada vez más requerida.
Y es precisamente este requerimiento, muchas veces ineludible, lo que parece estar aumentando la frecuencia de aparición de lesiones posturales a nivel mundial. Los dolores y contracturas identificadas clínicamente con patologías como la lumbalgia, las cervicalgias (o dolores de cuello) y las tendinitis de codo o de muñeca, están, según estadísticas realizadas en diversos países del mundo, no sólo en franco aumento, sino que dicho aumento se daría en una incidencia mucho mayor en quienes utilizan la computadora a diario.
En Europa, y por esta razón, las autoridades danesas han sido pioneras en determinar que las dolencias en tendones y articulaciones ocasionadas por el uso del mouse en las horas de trabajo sean reconocidas como una enfermedad laboral, con el subsiguiente derecho a indemnización del empleado por parte del empleador, medida estudiada actualmente por otros países europeos.
Afortunadamente, existen ciertas precauciones que podemos tomar para evitar este tipo de complicaciones. "Para empezar, lo más importante es tener una buena posición de trabajo -explica el doctor Marcos Galli Serra, traumatólogo del Hospital Universitario Austral-. Esto quiere decir que hay que aprender a sentarse correctamente, con la espalda completamente apoyada en una silla de respaldo recto y preferentemente alto, que cuente con un buen apoya cabeza y, si es posible, un realce debajo de los pies. Además, es preferible contar con cualquier elemento o herramienta que ayude a mejorar la posición de trabajo, como por ejemplo un mouse o teclado ergonómico. Esto contribuye a evitar el sobreuso y la recarga de determinadas estructuras músculo-tendinosas. También es importante levantarse y caminar a cada rato o bien realizar movimientos con las piernas mientras se está sentado."
En el mismo sentido, el doctor Arnoldo Albero, traumatólogo, ex presidente de la Asociación Argentina de Traumatología del Deporte y actual secretario general de la Asociación Argentina de Cirugía de Hombro y Codo, plantea que "parar a cada rato y poder disfrutar 10 o 15 minutos de actividades placenteras como levantarse y caminar un rato o ir a dar una vuelta, suele resultar muy positivo. Esto es porque de lo contrario, las articulaciones y los huesos ?se oxidan?, y el problema se advierte habitualmente cuando el daño ya está hecho. Dentro de este contexto, lo más complicado es cuando se trata no ya de una tendinitis sino de tendinosis, es decir, cuando se produce una degeneración de los tejidos, que pierden irrigación y flexibilidad, provocada por un severo estado de tensión y estrés".
Pero los largos períodos de tiempo frente a la computadora no sólo pueden traer problemas articulares. "El problema es que las lesiones en el cuello y la columna favorecen, a su vez, la aparición de dolores de cabeza recurrentes, mareos y cefaleas", explica el doctor Galli Serra.
La computadora, según todo parece indicar, ha llegado para quedarse. Y si bien los nuevos diseños ergonómicos, no sólo del teclado y del mouse, sino también de los monitores y de los mobiliarios de oficina, como sillas y escritorios, pueden ayudarnos a evitar la aparición de lesiones posturales, debemos tomar conciencia de que somos nosotros mismos quienes más podemos hacer por nuestra salud, corrigiendo nuestra forma de sentarnos, realizando pausas periódicas que incluyan ejercicios de relajación y, aunque más no sea, una breve caminata alrededor de nuestra computadora para movilizar un poco las articulaciones y, por qué no también, para no extrañarla tanto.
Juan Manuel Ríos
lanacion.com

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