Cuando su esposo le disparó hace cinco años, Connie Culp se quedó sin nariz, sin paladar y sin párpados inferiores. Recién este martes se animó a mostrar su nuevo rostro, cinco meses después de haber sido la protagonista del primer trasplante facial casi total en el mundo.Esta mujer de 46 años y madre de dos hijos fue operada en diciembre pasado, en una operación que duró 22 horas en la Clínica Cleveland, Ohio, Estados Unidos. El suyo fue el cuarto trasplante facial exitoso hasta ahora.
Los cirujanos modificaron casi el 80 por ciento de su rostro, utilizando el tejido facial de una mujer fallecida que fue colocado, como si fuera una máscara, sobre la cara de Culp. Prácticamente fue reemplazado, a excepción de la frente, los párpados superiores, el labio inferior y el mentón. El equipo de 11 cirujanos a cargo de la operación indicó que la mujer casi no tenía estructura ósea y no podía alimentarse ni respirar sin la ayuda de un tubo en su tráquea: ahora podrá hacerlo normalmente.
El martes, durante la conferencia de prensa en donde presentó su nuevo semblante, se la veía hinchada y sus palabras eran por momentos difíciles de descifrar.
"Creemos que este procedimiento ha cambiado su vida dramáticamente", dijo Maria Siemionow, directora de investigación en cirugía plástica de la clínica. La identidad de la trasplantada y el incidente que la había desfigurado se mantuvieron en reserva hasta la conferencia.
"Bueno, creo que soy la persona que vinieron a ver", dijo la mujer al ingresar en la sala y agregó: "Creo que es más importante que se centren en la familia donante, que hizo que yo pudiera tener un nuevo rostro". Cuando el doctor Risal Djohan, cirujano plástico, vio sus heridas por primera vez, dos meses después de haber recibido el disparo, "me dijo que no estaba seguro de poder arreglarme, pero que lo intentaría", recordó la paciente.
"Aquí estoy, cinco años después. Hicieron lo que dijo: me devolvieron la nariz", indicó riendo. Aunque no se dio información sobre el origen de las heridas de Culp, los medios locales revelaron que su esposo Thomas le había disparado a quemarropa en 2004, antes de intentar suicidarse.
El aparente asesinato-suicidio fracasó y el hombre fue condenado luego a siete años de prisión.
Connie Culp atravesó 30 operaciones en un intento por salvar su cara antes de pasar por el trasplante, el primero en haber incluido huesos, además de músculos, piel, vasos sanguíneos y nervios. Una operación muy compleja.
clarin.com
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