La propuesta se había formulado por primera vez en Chicago en 1884 durante el desarrollo del Congreso de la American Federation of Labor, para que el primer día de mayo se celebrara el Día del Trabajador, respetándose la jornada de ocho horas o de lo contrario se comenzaría con una sucesión de huelgas.
Dos años después, en 1886, el entonces presidente estadounidense Andrew Johnson estableció la jornada laboral de 8 horas, pero como la misma no se efectivizó, los sindicatos comenzaron sus protestas con una serie de cinco mil huelgas, que paralizaron al país.
Planteado el enfrentamiento entre los trabajadores por un lado y las patronales por el otro, con el Estado en el medio de ambos, el episodio más funesto quedó registrado en la Haymarket Square de la ciudad de Chicago, cuando en una manifestación contra una brutal represión de trabajadores, explotó una bomba que causó la muerte de varios policías y aunque nunca se alcanzó a esclarecer el hecho, fueron detenidos cuatro líderes amarquistas a quienes se los detuvo, se los juzgó y finalmente terminaron siendo ejecutados.
La Segunda Internacional entonces, en el año 1889 instituyó el Día Internacional de los Trabajadores, en memoria de los hechos de tres años antes en Chicago. Así se desembocó al año siguiente, tal como decimos al comienzo, con la implementación del primer día de mayo para que los trabajadores tengan su día anual, el cual fue siendo rápidamente aceptado por la mayoría de los países del mundo.
Formalizado de esta manera el repaso histórico, quedan sin dudas algunas reflexiones para formular en esta fecha que celebraremos mañana, ya que no se dan en este momento las circunstancias para festejos, sino todo lo contrario, para meditación responsable respecto a las consecuencias que está provocando en el mercado laboral, tanto la crisis financiera internacional como algunas acciones dispuestas por el Gobierno que contribuyeron para profundizar aún más estas consecuencias no deseadas, que tuvieron sus inicios junto al conflicto generado con el campo, el cual lleva más de un año de prolongación, con efectos muy nocivos sobre todo el conjunto de la economía, y sin observarse la intención de una búsqueda por superarlo.
En el momento, según datos circulantes, la pérdida de puestos laborales en los últimos meses estaría en el orden de los 50.000, mientras que otro tanto experimenta recortes de sus ingresos merced a la caída horaria y otros adicionales, complicando al
extremo la situación socioeconómica.
Más allá de todas estas complicadas alternativas, vaya nuestro reconocimiento y saludo a todos los trabajadores en su día.
Dos años después, en 1886, el entonces presidente estadounidense Andrew Johnson estableció la jornada laboral de 8 horas, pero como la misma no se efectivizó, los sindicatos comenzaron sus protestas con una serie de cinco mil huelgas, que paralizaron al país.
Planteado el enfrentamiento entre los trabajadores por un lado y las patronales por el otro, con el Estado en el medio de ambos, el episodio más funesto quedó registrado en la Haymarket Square de la ciudad de Chicago, cuando en una manifestación contra una brutal represión de trabajadores, explotó una bomba que causó la muerte de varios policías y aunque nunca se alcanzó a esclarecer el hecho, fueron detenidos cuatro líderes amarquistas a quienes se los detuvo, se los juzgó y finalmente terminaron siendo ejecutados.
La Segunda Internacional entonces, en el año 1889 instituyó el Día Internacional de los Trabajadores, en memoria de los hechos de tres años antes en Chicago. Así se desembocó al año siguiente, tal como decimos al comienzo, con la implementación del primer día de mayo para que los trabajadores tengan su día anual, el cual fue siendo rápidamente aceptado por la mayoría de los países del mundo.
Formalizado de esta manera el repaso histórico, quedan sin dudas algunas reflexiones para formular en esta fecha que celebraremos mañana, ya que no se dan en este momento las circunstancias para festejos, sino todo lo contrario, para meditación responsable respecto a las consecuencias que está provocando en el mercado laboral, tanto la crisis financiera internacional como algunas acciones dispuestas por el Gobierno que contribuyeron para profundizar aún más estas consecuencias no deseadas, que tuvieron sus inicios junto al conflicto generado con el campo, el cual lleva más de un año de prolongación, con efectos muy nocivos sobre todo el conjunto de la economía, y sin observarse la intención de una búsqueda por superarlo.
En el momento, según datos circulantes, la pérdida de puestos laborales en los últimos meses estaría en el orden de los 50.000, mientras que otro tanto experimenta recortes de sus ingresos merced a la caída horaria y otros adicionales, complicando al
extremo la situación socioeconómica.
Más allá de todas estas complicadas alternativas, vaya nuestro reconocimiento y saludo a todos los trabajadores en su día.
26noticias.com
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