domingo, 10 de mayo de 2009

Diez claves para padres profesionales muy ocupados


¿Usted sabe cuánto han cambiado en la última generación los factores que influyen en nuestros hijos? Las investigaciones muestran que hoy, la mayor influencia en el desarrollo de la escala de valores de nuestros niños la ejercen, por orden de importancia: 1. Los pares; 2. Los medios de comunicación; 3. Los padres; 4. Los maestros. En la década del 60, el orden de influencia era: 1. Los padres; 2. Los maestros; 3. Los pares; 4. Los medios de comunicación.

"Muchos padres han perdido autoridad frente a sus hijos", dice Jim Mason, experto en el rol que cumplen los padres y presidente y CEO de Beech Acres, un Miembro Vistage. En la actualidad los padres pasan un 22 por ciento menos tiempo con sus hijos que en 1969, dice. Mason preside esta organización sin fines de lucro que ofrece un amplio espectro de servicios terapéuticos para niños y familias con problemas severos, así como servicios educativos para padres que deseen mejorar su eficacia. Aquí, algunos de sus consejos útiles para padres muy ocupados:

1. Esté presente. El hecho de que usted comparta con ellos lo que probablemente sea su recurso más limitado, su tiempo, les dice mucho acerca del valor que ellos tienen para usted. Esto no significa saltar de una actividad a otra. De hecho, los niños de hoy están programados en exceso.

2. Sea un padre proactivo. En nuestro rol de CEOs, todos lo hacemos en nuestro trabajo, pero ¿cuántos de nosotros lo hacemos con nuestros hijos? La mayoría de los padres pasamos 18 años reaccionando ante los problemas que nos traen nuestros hijos, yendo de una mini-crisis a otra. Piense con su esposo o esposa qué clase de ser humano desearían que su hijo o hija fueran cuando tengan 25, y procedan hacia atrás. ¿Qué cualidades, o rasgos de carácter describirían a ese/a joven?

3. Reconozca cuáles son los valores que usted considera esenciales y viva de acuerdo a ellos. Son las cinco o diez creencias que tiñen todas sus decisiones. Viva de acuerdo a ellos, pero sin rigidez. Si queremos que nuestros hijos aprendan a desarrollar sus propios valores, tenemos que ofrecerles un modelo con nuestra propia manera de vivir.
4. Conozca a su hijo. Todos los chicos son iguales, y diferentes. Cuanto más sepamos acerca del desarrollo normal de los chicos menos posibilidad de alarmarnos indebidamente tendremos cuando veamos algo que nos parezca extraño. Tal vez lo más importante sea ver y apreciar esas cualidades que son sólo de él.

5. Ame a sus hijos incondicionalmente. Los niños aprenden el valor de sí mismos cuando viven en un ambiente que los acepta y los nutre. Esto no significa un ambiente permisivo. Significa vivir en un hogar donde el amor, el afecto y la aceptación de las cualidades de cada uno se expresan libremente. Los niños cuyos padres elogian sus cualidades positivas en lugar de criticarlos por sus defectos son generalmente más felices y mejor adaptados.

6. Ame a su esposo o esposa, o por lo menos sea cortés. Amar al otro padre del niño, o por lo menos mantener buen trato si ya no están juntos, es una de las cosas más importantes que puede hacer para enseñar respeto, intimidad y el modo de resolver conflictos. Al observar cómo se llevan los padres el niño aprende a expresar amor, a compartir objetivos, a trabajar en colaboración y a sentirse unido a los otros.

7. Fije expectativas claras. Los niños aprenden a capacitarse y a asumir responsabilidades a medida que alcanzan determinados objetivos. Una vez que tenga en claro cuáles son sus valores fije unas pocas reglas familiares que los reflejen en la vida de todos los días. Luego viva usted de acuerdo a esa regla y hágala cumplir en familia.

8. Escuche. Aquí también, como líderes de negocios, sabemos muy bien que las compañías más exitosas son aquellas que mejor se conectan con las necesidades de sus componentes y se anticipan a ellas. Lo mismo ocurre con los padres exitosos.

9. Aproveche los fracasos. Nunca me he encontrado con un padre a quien le gustara ver el fracaso de su hijo. De hecho, muchos padres invierten mucho tiempo, y frecuentemente también dinero, protegiéndolo de las dificultades. Me gustaría ver que esos padres pudieran aprovechar "los fracasos", o mejor dicho, redefinirlos como "momentos de aprendizaje."

10. Relájese y disfrútelos. Los niños son básicamente resistentes. Si se han criado en un hogar con padres auténticamente amorosos e interesados en lo mejor para sus hijos, generalmente se convierten en adultos capaces y responsables. Tal vez no sean el adulto que soñamos cuando ellos nacieron, pero van a andar bien.
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Por Alejo Canton - Presidente de
Vistage Argentina

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