En diálogos personales muchas veces he escuchado que se preguntan por qué aumentan de peso después de una cena rica en sal o bien, por qué se desaconseja agregar sal a las comidas. Frecuentemente éstas situaciones llevan a una creencia errónea: la sal engorda.
La sal no engorda ni suma calorías a la dieta, pero sí puede producir un incremento de peso corporal que no se debe a mayor masa o grasa en el cuerpo, sino que obedece a cambios en los fluidos corporales, es decir, a una retención de líquidos.
La báscula puede señalar un kilo o dos de más si nos pesamos una mañana después de haber cenado el día anterior con alimentos muy salados, tal como aceitunas, anchoas o jamón curado, pero ésto no significa que haya aumentado la grasa en el cuerpo, es decir, no hemos engordado, sino que estamos reteniendo líquidos porque el sodio causa ese efecto en el organismo para lograr un equilibrio electrolítico.
Por otro lado, se desaconseja agregar sal a las comidas simplemente porque el exceso de sodio que caracteriza a las dietas actuales se vincula a afecciones cardiovasculares y si bien el sodio es necesario en el cuerpo para alcanzar un equilibrio de líquidos, transmitir el impulso nervioso y contraer músculos, abusar de éste puede ocasionar problemas de salud.
Lo recomendable es moderar la ingesta de sal para cuidar el normal funcionamiento del organismo, pero sabiendo que la sal no engorda, no suma calorías a un alimento ni grasa al cuerpo, sino que un exceso favorece la retención de líquidos y ésto, sobreexige a los órganos como el corazón y riñones ocasionando problemas de salud, por ello, moderar la ingesta de sal forma parte de los consejos para lograr una dieta saludable.
La sal no engorda ni suma calorías a la dieta, pero sí puede producir un incremento de peso corporal que no se debe a mayor masa o grasa en el cuerpo, sino que obedece a cambios en los fluidos corporales, es decir, a una retención de líquidos.
La báscula puede señalar un kilo o dos de más si nos pesamos una mañana después de haber cenado el día anterior con alimentos muy salados, tal como aceitunas, anchoas o jamón curado, pero ésto no significa que haya aumentado la grasa en el cuerpo, es decir, no hemos engordado, sino que estamos reteniendo líquidos porque el sodio causa ese efecto en el organismo para lograr un equilibrio electrolítico.
Por otro lado, se desaconseja agregar sal a las comidas simplemente porque el exceso de sodio que caracteriza a las dietas actuales se vincula a afecciones cardiovasculares y si bien el sodio es necesario en el cuerpo para alcanzar un equilibrio de líquidos, transmitir el impulso nervioso y contraer músculos, abusar de éste puede ocasionar problemas de salud.
Lo recomendable es moderar la ingesta de sal para cuidar el normal funcionamiento del organismo, pero sabiendo que la sal no engorda, no suma calorías a un alimento ni grasa al cuerpo, sino que un exceso favorece la retención de líquidos y ésto, sobreexige a los órganos como el corazón y riñones ocasionando problemas de salud, por ello, moderar la ingesta de sal forma parte de los consejos para lograr una dieta saludable.
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