Un nuevo experimento de la televisión europea levantó algunas polémicas apenas anunciado: se trata de un falso reality show, a estrenarse recién a fines de este año, llamado Zona extrema y nacido para denunciar los excesos de los realities.
Mezcla de programa de concursos con falso documental, tiene la estructura de un formato de preguntas y respuestas entre dos personas, de las cuales una es un actor cómplice de la farsa. Este concursante es el “preguntado”, quien se somete a memorizar 27 asociaciones de palabras y luego es indagado. Cuando da una respuesta incorrecta, recibe una descarga eléctrica, previa consulta con la conductora del programa, de 480 voltios, propinadas (en realidad, no) por el inocente preguntador.
La idea proviene de la cadena de televisión pública francesa France 2 y nació, dicen, como reacción a los abundantes reality shows que inundan las pantallas mundiales, para mostrar cómo la gente es capaz de todo en la televisión y cuál es el impacto que tiene en los espectadores.
Según dijo el productor del programa, Christophe Nick: “El universo de la violencia real ha abandonado el terreno de los informativos para ocupar el de los programas de entretenimiento. Con este documental, quiero demostrar que se puede empujar a la gente a hacer cualquier cosa, incluso a provocar dolor a alguien ajeno”.
El productor agregó que la idea principal es analizar el límite de los reality shows, que suelen estar producidos por la televisión privada.
El set de filmación donde se desarrolla el falso concurso consiste en una simple pero algo inquietante puesta en escena: un piso con una silla (eléctrica) en el medio y un gran despliegue de botones a cargo de quien inflige la descarga. Se ha grabado durante las últimas dos semanas en un estudio cerrado en las afueras de Saint-Denis, en el norte de Francia. Hasta el momento, le ha costado a la cadena un total de 2,5 millones de euros.
criticadigital.com
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