viernes, 18 de septiembre de 2009

La psoriasis, una dolencia crónica que afecta a 750 mil argentinos


La psoriasis es una enfermedad no contagiosa que se manifiesta con lesiones rojas en la piel. La padecen 750.000 argentinos. Parece sólo una cuestión cosmética, pero lo cierto es que trastorna la vida de quien la padece. Siete de cada 10 pacientes siente que su calidad de vida está afectada. Porque la dolencia los lleva a modificar su manera de vestir. Evitan ir a lugares como los clubes con piletas, duermen mal, o se hacen problemas a la hora de tener relaciones sexuales.

Por primera vez en la Argentina, se hizo una encuesta a 600 personas con psoriasis para relevar con más exactitud el impacto que esta enfermedad crónica produce en la vida de los afectados y su entorno. Fue realizada por la Asociación civil para el enfermo de Psoriasis (AEPSO), una organización sin fines de lucro fundada en 2005, que se dedica a difundir la problemática de la enfermedad.
El 77% de los encuestados admitió que cambió la manera de vestir por la psoriasis, ya que los avergüenzan las lesiones rojas que aparecen, cubiertas por escamas blancas y secas, que generalmente se localizan en codos, rodillas, tronco y cuero cabelludo. El 70% evita ir a lugares que los exponen, y casi el 50% reconoce que la psoriasis afecta sus relaciones sexuales.
Además, en lo emocional no la pasan tan bien: dedica el 69% de los encuestados dedica mucho tiempo a la psoriasis. Está continuamente en sus cabezas. Pero el 63% siente falta de motivación y decaimiento.Casi la mitad de los pacientes se siente incomprendido y termina aislando de su entorno. Sólo el 17% asiste a terapias de apoyo para enfrentar la enfermedad.
La encuesta fue realizada vía Internet el 1 de setiembre pasado y tiene un margen de error del 3%. "Quisimos relevar mejor y tener datos sobre los problemas que enfrentamos los enfermos con psoriasis", dijo la periodista Silvia Fernández Barrio, que es la presidenta de la organización y padece la dolencia desde los 18 años.
"Como muchos piensan que es sólo una cuestión cosmética, no se la reconoce como una enfermedad crónica, que afecta la vida social y laboral de los afectados. Necesitamos que la enfermedad se reconozca dentro del Programa Médico Obligatorio, para que las obras sociales y las prepagas brinden cobertura a los tratamientos. Algunos son muy caros y los pacientes no pueden acceder a ellos. Sólo el IOMA la reconoce como enfermedad crónica", afirmó.
La enfermedad se suele desarrollar entre los 15 y los 35 años. Consiste en una alteración en la renovación de las células de la piel. En una persona sin psoriasis, las células se renuevan cada 28 días. Mientras que en los pacientes con la enfermedad, la renovación ocurre cada 5 días. En el 60% de los casos aparece una picazón y una cuarta parte sufre dolor en las articulaciones porque se desarrolla una artritis psoriásica.
"Lamentablemente, la persona con psoriasis tiende a caer en un círculo vicioso. Recorre muchos consultorios. Algunos les dan soluciones mágicas. Otros les dan medicamentos adecuados, pero no les explican bien cuándo harán efecto. Entonces, los pacientes dejan de usar los tratamientos y se cansan. Terminan sintiéndose abandonados por los médicos y por los que los rodean que no pueden comprender la angustia y la vergüenza que les genera la enfermedad. Así, los pacientes tienden a autoabandonarse y no quieren que ni sus parejas lo toquen", comentó Edgardo Chouela, profesor titular de Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y presidente Sociedad Latinoamericana de Psoriasis.

La encuesta nacional también reveló que 1 de cada 4 pacientes con psoriasis sufre de depresión. Y que casi la mitad consumió remedios que fueron recomendados por amigos o preparados por una farmacia sin pasar por la consulta médica.
"Los enfermos de psoriasis son carne de cañón para los vendedores de tratamientos que prometen falsas curas y pueden dañarlos", advirtió Fernández Barrio. Recomendó consultar a un dermatólogo o llamar al número gratuito de su asociación: 0800-22-23776.


Tratamientos para controlar su evolución
"La psoriasis es una enfermedad crónica, sin una cura para todos, pero lo valioso es que ahora hay una gran diversidad de tratamientos que pueden controlar su evolución", dijo el especialista Edgardo Chouela a Clarín. Uno de los problemas más frecuentes es que los pacientes no acceden a un tratamiento efectivo. "La mitad de los pacientes con psoriasis consume un tratamiento inadecuado", alertó. El 22 % directamente no se trata. "Es necesario que consulten con un dermatólogo, que vayan a la asociación de pacientes para que ejerzan sus derechos. La psoriasis es una enfermedad crónica que debe ser cubierta por obras sociales. Es saludable que los pacientes también hablen con su entorno para explicar qué sienten".

Hay tres tipos de tratamientos contra la psoriasis. Los más utilizados son los tratamientos tópicos, que se aplican sobre la piel, como los análogos de la vitamina D3, los corticoesteroides (no es recomendable usarlos en forma prolongada), los retinoides y la fototerapia con diferentes rayos ultravioleta.

También algunos pacientes pueden recibir tratamientos sistémicos, que consisten en drogas que se da vía oral o inyectable, como el metotrexate o la ciclosporina El tercer tipo de tratamiento son los biológicos que bloquean partes del proceso del sistema inmune, que produce psoriasis.

Para chequear si un tratamiento es seguro y si está autorizado por la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT), dan informes en el teléfono 0-800-333-1234.
lanacion.com


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por preocuparse por las persoas que padecemos psoriasis. Quiero resaltar y confirmar que NO es una enfermedad méramente estética, sino que tiene bastantes inconveniencias. Se habla poco de ella porque también tiende a aparecer en los lugares más íntimos pero os dejo mi situación real.

Tengo 32 años y tengo psoriasis de nacimiento, actualmente la padezco en rodillas e ingle que no me deja de picar y no puedo rascarme pues picaría más. También tengo en una oreja (la que apoyo al dormir) por lo que cuando está muy desarroyada, no puedo dormir. Por otro lado tengo en el ano, por lo que sufro desgarros que tengo que paliar de alguna forma cada vez que defeco, defecar ya no es un placer. Por último también tengo en el prepucio, algo desagradable efectivamente para las relaciones sexuales pues ni aspecto ni sensación ni textura son las correctas.

Así que con esto dejo claro que efectivamente no es un problema méramente estético.

Muchas gracias por el artículo y espero una pronta cura para esta enfermedad tan molesta y tan extendida, gracias.

ramiro dijo...

me llamo ramiro soy de bolivia tengo 30 años me siento mal por esta enfermedad que me esta acabando me siento mal y alas personas que tenemos esta enfermedad deverian ayudarnos por que lo nececitamos quisiera que me manden ami correo alguna informacion para tratar de detener ue avanco o algo rami_666_28@