sábado, 19 de septiembre de 2009

Ojos brasileños para el arte argentino


La muestra “Argentina hoy”, que, tras pasar por San Pablo se expone en el Centro Cultural Banco do Brasil de Rio de Janeiro, tiene altas expectativas: según los organizadores, se espera que sea visitada por cinco mil personas por día hasta el 22 de noviembre. La exhibición incluye sesenta obras de 33 artistas creadas a partir del año 2000. Las piezas engloban diversas técnicas y lenguajes: foto, pintura, video, instalaciones y esculturas, y la curaduría es compartida entre el brasileño Franklin Spath Pedroso y la argentina Adriana Rosenberg.
Entre los expositores, hay nombres reconocidos fuera de la Argentina, como Jorge Macchi, Marina De Caro y Leandro Erlich, y otros que aún delinean su espacio internacional. Pedroso explicó que en la muestra se instala la visión de los artistas sobre la ciudad, sobre lo urbano. Erlich, por ejemplo, presenta “El vecino”, una instalación sonora con paredes de adoquín, con ocho ventanas, espejos y alfombras. Macchi, un video titulado “Fin de película”, sobre la Orquesta de Rio Grande do Sul, realizado en 2000.
Las formas de la violencia o el dolor, incluso cotidianas, dicen presente. Como en “Casa rodante”, video de Ana Gallardo sobre una performance en la cual ella, su pareja e hija recorrieron las calles de Buenos Aires transportando en una bicicleta colchones, sillas, biblioteca, objetos personales y otros muebles de la casa. “Mi motivación es generar un pensamiento crítico, dejar testimonio de mi contexto histórico, secarme el dolor y tejer una red de afectos”, señaló.
Si lo figurativo predomina y la representación de lo cotidiano con sus amarguras, grietas de luz y sombras es, incluso, un aliento inspirador, también hay espacio para las divagaciones intimistas y el imaginario fantástico. Eso es parte de lo que hace Flavia da Rin con sus fotos de seres míticos y perros alados. Para la artista, optar por un mundo intimista y de fantasía es, también, una forma de reaccionar ante una realidad.
Otra característica de los envíos de “Argentina hoy” –y del arte contemporáneo en general– es la apropiación de elementos de variadas tendencias de la historia del arte para la creación de una obra conceptualmente nueva. Tal recurso está presente en la fotografía de Constanza Piaggio. La pintura “La dama con armiño” de Leonardo Da Vinci le sirvió para componer “La dama”, que sostiene un cerdo entre los brazos y cuya mano tiene seis dedos.
Mariana López presenta dos cuadros sin título: un desnudo y otro donde se destacan la naturaleza y figuras humanas rodeadas de animales muertos. Cuenta que usó carne ensangrentada y una motosierra para referirse a imaginarios de crueldad. “Comparo, algunas veces, mi modo de pintar con el canibalismo, como un modo de devorar y regurgitar imágenes del mundo”, aclaró.
Sandro Pereira también juega con la historia del arte en “El espinario”, autorretrato con fuertes referencias a las clásicas esculturas griegas. Es como un alfiletero cubierto de alfileres con cabeza de perla. Una especie de joya.
Esteban Pastorino, Pablo Siquier y Dino Bruzzone encuadran la ciudad desde otro ángulo, a través de la foto. Retratan desde detalles de la arquitectura argentina hasta manifestaciones populares, como el fútbol. Bruzzone, por ejemplo, toma como referencia simbólica del Superclásico un recuadro de las banderas roja y blanca y azul y amarilla. Asoman los fragmentos de las insignias, que aparecen un tanto fuera de foco, aisladas de los elementos humanos que les dan significado, apenas como indicio de la efervescencia y de la rivalidad que hay entre los equipos.
criticadigital.com

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