domingo, 22 de junio de 2008

HISTORIAS DE MUJERES QUE OFRECEN SUS UTEROS

Crece la oferta y demanda de alquiler de vientres en Internet
Los embarazos por contrato abrieron un debate ético en la sociedad. Hay mujeres que sólo prestan su cuerpo para la gestación del bebé. Otras, además, donan sus propios óvulos. ¿De quién es el hijo cuando nace? Hay un vacío legal.
Por: Gisele Sousa Dias

Resaltan que son blanquitas porque intuyen que el color de piel eleva la cotización. Ponen sus vientres a merced de las leyes del mercado y encuentran en su capacidad de parir un manotazo para huirle a la pobreza. Algunas ponen límites y sólo ofrecen sus úteros para gestar hijos de óvulo y esperma de la familia que las contrata o donados por terceros.
Otras no: por unos dólares más, ponen sus óvulos a disposición si los de la clienta no sirven. Algunas permiten elegir el método de concepción: fertilización in vitro o, directamente, sexo con el futuro cliente. Acuerdan embarazarse de palabra y piden hasta 30 mil dólares, "una casita" o un auto.
Es que Internet se convirtió en la meca de la oferta de mujeres latinas, que, desde los 18 años, ponen sus vientres en alquiler para gestar hijos ajenos."Somos un matrimonio joven que está deseoso de tener a su primer bebé y para cumplir nuestro sueño buscamos un vientre en alquiler", tipea una mujer en un foro. Las repuestas, brotan: "Soy madre soltera desde los 16, ahora tengo 25. Tengo una nena muy guapa. Les ayudo a ser padres", se ofrece una. Las que siguen, mejoran la oferta: "Tengo 20 años, no fumo, no bebo, tengo una hija de 4 años preciosa y sana. Por mi edad puedo quedar embarazada rápidamente". Hasta que eso de mejorar la oferta llega a un extremo: "Tengo un embarazo de 33 semanas, ya casi nace mi bebé. Te doy a mi bebé en el momento que nazca y te firmo lo que sea necesario para que se a tuyo. Me pagas lo mismo que a una madre de alquiler y no tienes que esperar".
"Cuando aparecieron las nuevas tecnologías, muchas se preguntaron si podrían terminar convirtiéndose en vehículo de explotación de mujeres pobres por parte de mujeres infértiles con recursos. Ese temor de que fueran usadas como meros receptáculos está empezando a cumplirse", dice Susana Sommer, bióloga y profesora de Bioética en la Ciencia de la UBA. "Los embarazos por contrato pueden ser pagos o altruistas, estos últimos, de mujeres que ofrecen solidariamente su útero.
Aquí se plantea un debate ético: quienes no cuestionan el método, dicen que las mujeres pueden hacer lo que quieren con sus cuerpos: el mismo argumento que se usa para defender la prostitución. Pero lo cierto es que estas mujeres encuentran aquí una de las pocas chances para tener dinero: por eso no podemos considerarlo una decisión autónoma", dice Sommer.
La lógica del capitalismo, en la que todo es comprable y vendible, llevó a estas mujeres pobres a usar su capacidad reproductiva como una mercancía o a exponerse a situaciones de sometimiento cuando acceden a tener sexo con el marido de la interesada", dice Susana Checa, investigadora de la UBA en temas de salud sexual y reproductiva.
"Además, hay familias que las someten a todo tipo de análisis para no arriesgarse a que les den un bebé enfermo. Hasta en la prostitución suele haber una elección, pero estos casos son más perversos porque son el resultado de la pobreza extrema", sigue Checa.
¿Qué pasa cuando el bebé nace?
Según el Código Civil argentino, madre es la que da a luz. Pero eso también está contemplado: "Cuando nazca, haremos una suplantación de identidad para que el bebé quede inscripto como si tu hubieras estado embarazada", dice una. Otra, lo confirma: "En Argentina hay clínicas que certificarán el parto a tu nombre". Este engaño es un delito tipificado como "supresión de identidad" y viola un derecho esencial de las personas.

A veces, una opción válida
El alquiler de vientre es, muchas veces, una de las pocas opciones que tienen las parejas que no logran procrear: "Hay que ser cautos con los prejuicios. Si a una mujer no puede ser madre biológica, ¿se puede decir que está mal que contacte a otra para cumplir ese deseo?", pregunta la psiquiatra Luisa Barón.
Y agrega: "Del otro lado, también hay mujeres que cuando prestan su útero sienten que al fin son importantes para alguien".
Cristina Zurutuza, del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer, explica que cuando una mujer lo hace para ayudar a otra, no se siente explotada: "Una mujer no podrá evitar cierta culpa por entregar el producto gestado en su cuerpo, pero esto puede mitigarse si siente legítimamente que ayuda a otra a ser madre. Estar embarazada no es lo mismo que tener un hijo: una transacción así puede brindar el placer del embarazo sin la responsabilidad de la maternidad".
Un camino de ida
Diana Baccaro
Para la ley argentina, madre es la que parió, y nada aclara sobre las otras 26 formas de concebir un hijo que, según un relevamiento médico, es posible hoy mediante alguna técnica reproductiva. Tampoco la ley tiene en cuenta el alquiler de vientre, ni contempla si debe revelarse el nombre de la donante del óvulo para evitar la confusión de identidad del bebé. Este vacío legal estimula el mercado negro y atenta contra la adopción legal.
En el país hay un millón y medio de parejas con dificultades para procrear: un millón y medio de mujeres que sueñan con ser mamás. Por respeto a ellas y a los futuros chicos, urge acompañar con normas nuevas el camino de evolución que impusieron la ciencia y la sociedad. No hay marcha atrás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

quisiera saver si alguien alquila su bientre en charlotte carolina del norte

Anónimo dijo...

quisiera saver si alguien alquila su vientre en charlotte carolina del norte quiero aclarar legalmente