domingo, 8 de junio de 2008

Los tuyos, los míos y los nuestros

SEPARADOS CON HIJOS QUE FORMAN NUEVOS HOGARES CON "TUYOS, MIOS Y NUESTROS"
Familias ensambladas: ya hay más de 35.000 en la Capital



Es la primera vez que se cruzan datos de la Encuesta Anual de Hogares porteños para registrar este nuevo tipo de familia. Son más numerosas que las tradicionales y con más conflictos de convivencia a la hora de poner límites.

Ya nadie se sorprende ante chicos que tienen padres que no están casados (familia consensuada). O si los chicos viven con una madre soltera (familia monoparental). Tampoco si se trata de una madre divorciada que tenía hijos y se volvió a casar con un hombre que a su vez ya había estado casado y tenía hijos... A este cruce interminable de parejas e hijos también hubo que encontrarle un nombre: Familias ensambladas
Y como la realidad se impone, en la Ciudad de Buenos Aires acaban de procesar y analizar un nuevo dato que dice que hay más de 35.000 familias porteñas ensambladas.

Es la primera vez que se cruzan datos de la Encuesta Anual de Hogares (EAH) de la Ciudad para medir estas nuevas familias de tuyos, míos y nuestros. Alejandro Sguario, responsable de Comunicación de la Dirección General de Estadística y Censos porteña, da los resultados: hay más de 35.000 familias ensambladas que representan el 3% del total de hogares de la Ciudad y el 10,6% de los hogares con núcleo completo que tienen hijos solteros menores de 25 años.

De las familias ensambladas, el 53% tiene sólo hijos de parejas anteriores y el 47% además tiene hijos de la unión actual. El 55,4% de las familias ensambladas tiene jefes de hogar de 30 a 49 años. Y 4,5 personas por hogar, cuando el promedio de hogares porteños es de 2,6 personas.

En la actualidad se vuelve a formar pareja tras una separación o un divorcio, mientras que antes la reincidencia se producía por la muerte de uno de los cónyuges.
En realidad son muchas las costumbres que han cambiado en los últimos años: cada vez se posterga más el primer matrimonio (el promedio es de 30 años las mujeres y 31 los hombres), sube la edad en la que se tiene el primer hijo, se tienen menos hijos, aumentan las rupturas voluntarias de las uniones, se incrementan las parejas consensuales, se tienen hijos fuera de parejas estables, o directamente solos.
Las categorías tradicionales de análisis y los instrumentos de recolección de datos habituales no captan estas familias. Para identificarlas es necesario captar a las parejas convivientes y determinar la filiación de los hijos presentes en el hogar.

El último censo nacional subestimó las familias ensambladas porque no captó las parejas donde ambos miembros eran reincidentes. En ese momento se registraron 300.000 en el país. En la Ciudad, 9.081. Las nuevas dan cuenta del crecimiento: en 2005 eran 30.000, y en 2006 ,más de 35.000.

Pero más allá de los números, un punto importante son los problemas de convivencia que enfrentan estas nuevas familias. "No es fácil, multiplican la problemática de cualquier familia tradicional", coinciden los especialistas.

"Depende cómo fueron los divorcios con las parejas anteriores. Si hubo guerra y litigio, va a haber complicaciones, y los padres transmiten sus frustraciones y temores a los chicos", explica Ana Martínez, terapeuta de la Fundación Familias y Parejas.
Martínez dice lo mismo que María Esther de Palma, de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar: que cada vez hay más consultas, y da cuenta de las principales preocupaciones de los miembros de una familia ensamblada, especialmente de los hijos:
1) La pertenencia: ¿Cuáles son los miembros de mi familia? ¿A cuál de estos grupos familiares pertenezco?
2) El espacio físico: ¿Cuál es mi casa?
3) La autoridad: ¿Quién es responsable de mí en la disciplina, dinero, decisiones? ¿Si acato la autoridad de mi madrastra, no desobedezco a mi madre?
4) El tiempo: ¿Con quiénes debo pasar más tiempo?
5) Lazos afectivos: ¿A quién tengo que querer?
Dice de Palma: "Lo principal es reforzar el lugar que ocupa cada miembro en la familia. El hombre y la mujer no saben hasta qué punto tienen autoridad con los hijos del otro. Los chicos aprovechan ese vacío para hacer lo que quieren".

En cifras
151.300Es la cantidad de divorcios en la Capital desde que se sancionó la ley, en 1987, hasta 2007. Y en ese lapso hubo 355 mil casamientos.27,2%Es el porcentaje de uniones de hecho o consensuadas que hay en la Ciudad. Entre 1980 y 2005 el número se triplicó.21%Del total de las familias porteñas son monoparentales (chicos que viven con la madre o el padre). Subieron el 86% de 1980 a 2006.

Polémico proyecto
El senador porteño y ex ministro de Educación Daniel Filmus presentó un proyecto de ley de familias ensambladas: propone desterrar las viejas denominaciones de padrastro y madrastra y reemplazarlas por padre y madre "afín". También plantea la reforma de varios artículos del Código Civil para que los padres afines tengan derechos y obligaciones sobre los hijos biológicos de sus actuales parejas. "La idea de 'familia tipo' como paradigma fue dando lugar a la coexistencia de una serie de modelos familiares que deben ser reconocidos y contenidos en el régimen legal. Es el caso de las cada vez más numerosas familias ensambladas", dice Filmus.Abogadas de familia consultadas por Clarín, coinciden: hace falta legislación, pero podría ser muy difícil de llevar a la práctica. "Si bien una ley así es necesaria, va a traer controversia en la práctica por los inconvenientes que se podrían plantear judicialmente entre padres biológicos y afines", dice Viviana Kofman. "El derecho no puede suplir el sentido común. Entonces, cuando no se da naturalmente, una regulación tan específica puede complicar aún más la situación", opina Haydée Birgin.

No ha muerto
Diana Baccaro
En los cuentos para chicos, la madrastra es la bruja. ¿Cómo quitar esa carga espantosa en los hogares donde la mujer de papá no es la madre de la criatura? El diccionario está en deuda con estos nuevos modelos familiares: no existe palabra que nombre ese vínculo. El lenguaje cotidiano, sin embargo, le buscó una definición a los hogares de separados con hijos: familias ensambladas. Mucho mejor que encimadas o superpuestas, porque remite a unir piezas. Un ejemplo de que la familia no ha muerto (como pronosticaban algunos teóricos del siglo pasado), sino que ha demostrado su gran capacidad de innovación y adaptación a los cambios de época.

Claves para una buena convivencia
Estos son los consejos de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar:


No trate de hacerse amigo de los hijos de la pareja. Deje que los acontecimientos fluyan. Colabore para establecer reglas claras y fáciles de cumplir.

No espere que se creen lazos afectivos rápido. La relación se construye. Dé tiempo a los hijos de la pareja para que se acostumbren. No trate de ser simpático, sea lo más sincero que pueda, así lo conocen.

La pareja debe expresar con firmeza lo que creen que debe suceder en su casa. Los acuerdos son indispensables.

Ayude a los chicos a diferenciar lo que se puede hacer en una casa y en otra.

Busque un espacio para hablar de los problemas. Todos tienen derecho a opinar, pero los padres tienen la última palabra.

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