miércoles, 18 de junio de 2008

La fobia social es una grave enfermedad psiquiátrica que produce aislamiento

Es la tercera enfermedad psiquiátrita después de la depresión y el alcoholismo.
Se trata de un trastorno caracterizado por la presencia de un temor persistente y debilitante ante la interacción social y la evaluación negativa por parte de los demás.

La fobia o ansiedad social es la tercera enfermedad psiquiàtrica más común después de la depresión y el alcoholismo.
Su prevalencia estimada es de 6,8%, alerta la Sociedad Iberoamericana de Información Científica(SIIC), organización argentina que además informa que se trata de un trastorno caracterizado por la presencia de un temor persistente y debilitante ante la interacción social y la evaluación negativa por parte de los demás. Como resultado, se observan dificultades para construir y mantener las relaciones sociales, lo cual puede conducir a un estilo de vida solitario y depresivo.

Un estudio realizado en Toronto, Canadá, por expertos de la Clínica de Conducta y Desórdenes de la Ansiedad, señala que existen dos tipos de ansiedad social: la generalizada, más grave y discapacitante, padecida por la mayoría de los pacientes con ansiedad social; y la no generalizada, menos frecuente, caracterizada por la presencia de temor ante una o algunas situaciones específicas, pero que puede afectar profundamente el desempeño académico o laboral.


La timidez en la infancia pasa casi siempre inadvertida


El trastorno de ansiedad social puede comenzar en la infancia, aunque suele descubrirse a edades más avanzadas. Es frecuente malinterpretarlo como timidez excesiva y que el paciente quede sin tratamiento. A los 13 años se le adjudica al menor una timidez exacerbada y esto es muy problemático, ya que la evitación de situaciones, puede acarrear la pérdida de oportunidades para adquirir las habilidades sociales necesarias para transitar desde la adolescencia hacia la adultez.

También, la disminución de esas habilidades provoca la aparición de la disfunción social y, con el paso del tiempo, la persona termina adaptando su estilo de vida a su padecimiento.


Síntomas


La ansiedad social puede representar un obstáculo académico o laboral.
Por lo general, los pacientes presentan dependencia financiera y malas relaciones interpersonales. Asimismo, las comorbilidades, como la depresión y el abuso de sustancias, pueden ser habituales.

De hecho, el diagnóstico erróneo de depresión es frecuente. El 8.8% de los sujetos que padecen abuso de sustancias presentan un trastorno de ansiedad social. El indicador principal de ansiedad es el temor intenso ante situaciones de interacción social. Los pacientes refieren temor por sentir humillación al confrontarse con circunstancias no familiares. Además, la evaluación negativa por parte de los demás también es temida.

Mientras que algunos pacientes son conscientes del grado exagerado de sus temores, otros no lo son. Los síntomas físicos característicos son taquicardia, temblor, falta de aire, sudoración y dolor abdominal. Los síntomas cognitivos son pensamientos y creencias erróneas sobre situaciones sociales que aumentan la ansiedad.
También puede observarse la evitación fóbica de la situación temida.


Entre las herramientas disponibles para evaluar a los pacientes con ansiedad social se incluye el Social Phobia Inventory (SPIN). Su aplicación en Canadá ha permitido diagnosticar el trastorno en el 89% de los pacientes.


La evaluación consta de oraciones que cada persona debe puntuar en una escala de 0 a 4.

Las oraciones son:

1) evito hacer cosas o hablar con gente por temor a pasar vergüenza;
2) evito realizar actividades en las cuales soy el centro de atención y
3) uno de mis peores miedos es sentir vergüenza o parecer tonto.
Si el puntaje es 6 o mayor es precisa una evaluación más exhaustiva.

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