Primer día de aplicación de la ley que veta el burka en las calles francesas. Y primer día de tensión. Un pequeño grupo de manifestantes protagonizó en París el principal incidente. Reunidos frente a la catedral de Notre Dame, un puñado de militantes y dos mujeres con velo integral fueron detenidos durante unas horas por participar en una concentración que no había sido autorizada. El secretario general del sindicato de la policía, Manuel Roux, advirtió por su parte de que la nueva legislación, que prevé una multa de 150 euros para las infractoras, será "infinitamente complicada de aplicar" y por lo tanto "infinitamente poco aplicada".
Convocados por la asociación No Toques mi Constitución, creada en protesta por la prohibición del burka, un pequeño grupo de manifestantes se presentó durante la mañana ante la catedral de Notre Dame, donde les esperaba una nube de periodistas. Tan solo dos mujeres aparecieron cubiertas por un niqab. Fueron detenidas junto a algunos militantes, no por llevar la polémica prenda, sino por haber participado en una concentración no autorizada, según aseguró un portavoz policial. El creador de la asociación, Rachid Nekkav, asegura que no se trataba de una manifestación sino de la convocatoria de un "rezo ecuménico por la libertad", por lo que no requería autorización.
El propio Nekkav no pudo, de hecho, acudir a la cita porque también fue detenido, junto a otros tres compañeros del colectivo y a otra joven con niqab. Los cinco se habían concentrado ante el Elíseo con el rostro tapado -los cuatro hombres llevaban máscaras venecianas- para provocar la multa. "Habíamos preparado cinco cheques de 150 euros a nombre del presidente Nicolas Sarkozy", explica Nekkav, activista que tiene intención de presentarse a las primarias de los socialistas para las presidenciales de 2012. "Ni siquiera han tenido el coraje de multarnos, en vez de ello nos han llevado a comisaría", añade. "Es una victoria para nosotros, si Sarkozy no puede multarnos enfrente de su casa, no veo cómo lo hará en las zonas de la periferia".
La asociación No Toques mi Constitución ya se dio a conocer por anunciar hace unos meses su intención de crear un fondo de un millón de euros para cubrir las multas impuestas a las mujeres que se nieguen a quitarse el velo integral. Esta misma noche va a poner a subasta en la página en Internet de su asociación un inmueble del que es propietaria y que valora en dos millones de euros para alimentar ese fondo. "No soy partidario del burka, pero defiendo la libertad de las mujeres de vestirse como quieren en la calle", explica Nekkav, quien recurrirá ante la justicia europea. "No quiero que se utilice el miedo al islam para reducir las libertades".
La legislación que oficialmente prohíbe "disimular el rostro" en todo el espacio público fue aprobada por el Parlamento el pasado otoño. El Gobierno había previsto un periodo transitorio de seis meses antes de la entrada en vigor. La ley prevé una multa de 150 euros y/o un cursillo de ciudadanía para quienes usen la prenda. Se aplicará en todo el espacio público, incluida la calle. En el caso de quienes obligan a llevar el velo integral, la sanción es de hasta un año de cárcel y 30.000 euros de multa. Se estima que algo menos de 2.000 mujeres visten un burka o un niqab en Francia, donde viven entre cuatro y seis millones de musulmanes.
Los sindicatos de policía, por su parte, llevan días advirtiendo de los problemas a los que se van a enfrentar a la hora de tratar de aplicar la medida. El secretario general adjunto del sindicato de los comisarios de policía, Manuel Roux, afirmó ayer en la radio France Inter que esta ley iba a ser "infinitamente difícil de aplicar" y por lo tanto "infinitamente poco aplicada". Entrevistado por emisora, recordó que "la simple intervención de la policía en algunos lugares es suficiente para encender los ánimos. No puedo ni imaginarme cuando nos dirijamos a mujeres con velo (...)".
elpais.com
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