domingo, 13 de septiembre de 2009

Rubén y Valentín, los expertos de la risa


Por Valeria Vera
De la Redacción de lanacion.com
Su cara se contrae. Se elevan los párpados inferiores y se anudan los ojos. Las orejas se adelantan, su mandíbula vibra, la cabeza se echa hacia atrás y el tronco se estira. Mientras se sonroja y balancea en la silla, se escapan algunas lágrimas... El clima se quiebra.

Se asoma tímidamente y se prepara para salir. Toma coraje, gana terreno e irrumpe en el ambiente con una potencia tan grande que conquista y refuerza su poder contagioso.

Rubén Delauro, el dueño de la carcajada, da crédito de esa capacidad de la risa. Este fonoaudiólogo, especializado en foniatría y actor del género del humor, dirige desde 1998, junto a su esposa, Mirtha Manno, y su hijo Valentín, la escuela La Risa y la Salud, donde enseñan claves para lograr el "automejoramiento personal".

"Cuando la gente pierde su risa, la única manera de recuperarla es empezar a forzarla. Esto es como hacer gimnasia, hay que hacerlo para obtener resultados. La risa es liberadora, aumenta el nivel de endorfinas y el sistema inmunológico. Cuando se fuerza se usan los mismos músculos que cuando nos reímos en forma genuina. Con el tiempo la persona podrá dejar de lado la técnica y pasará a reírse naturalmente", explica Rubén.

Cambiar de actitud. En la escuela conviven personas enfermas que quieren sanar y sanas que quieren aprender. Todas llegan al lugar con distintas expectativas, pero comparten un fin principal: lograr un cambio de actitud de vida tomando al humor como estrategia.

En el aula se entremezclan, amas de casa, abogados, psicólogos, enfermeros y empleados administrativos. Todos superaron la barrera de los 35 años y buscan ganar confianza, flexibilizar emociones, y mejorar su autoestima, intentando mostrarse más positivos y menos enojados, más alegres y menos tristes, más optimistas y menos depresivos.

Pero también están aquellos que habiendo cumplido un ciclo en su vida, llegan a la propuesta para reencontrarse consigo mismos. "Vienen muchas mujeres mayores que te dicen: «Me jubilé, ahora me quiero dedicar a mí»", comenta su director.

Método interdisciplinario. Para acceder al poder curativo de la risa, cambiar la manera negativa de expresarse y estimular el sistema inmunológico, Rubén y Valentín apelan a la "risa holística", un método que combina conocimientos científicos, académicos, técnicos y humorísticos.

Con distintas herramientas que van desde el autoconocimiento, la programación neurolingüística y la psicología hasta técnicas de visualización y bionenergía, que incluyen viajes a centros energéticos como el Uritorco o Macchu Picchu, logran que la gente aprenda y se ría al mismo tiempo.

"No es suficiente conocerse mucho, sino saber qué hacer con aquello que conocés y cómo aplicarlo. Se trata de empezar a ponerlo en práctica", aseguran.

Y subrayan que lo esencial en este proceso de convertirse en un facilitador de la risa es reeducar la mente y cambiar hábitos que se vienen arrastrando, a veces, de por vida. Lo importante, describen, es no permitir que el mal humor nos invada.

"Los problemas existen y existirán siempre, pero lo fundamental es saber cómo tomarlos. Nosotros apuntamos a afrontarlos con una actitud risueña y apelamos a herramientas que permitan sobrellevar situaciones complicadas de la mejor manera posible", sintetiza Valentín.

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