domingo, 13 de septiembre de 2009

LA RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES DURANTE LOS PRIMEROS AÑOS DEL NIÑO

La mayoría de los investigadores en el campo educativo han debatido mucho sobre la función que desempeñan en el desarrollo del niño “la genética” (lo que el niño ha heredado) y “la crianza” (la educación que ha recibido), concluyendo que ambos factores están implicados.
Lo que actualmente se sabe es que las experiencias a las que se expone el niño durante su primera infancia influyen en el desarrollo de su cerebro. Se ha descubierto que los violinistas, por ejemplo, tienen más desarrollada la parte del cerebro relacionada con los dedos de la mano izquierda que las demás personas.
LOS BENEFICIOS DE EDUCAR A LOS HIJOS DESDE SU TIERNA INFANCIA
Florence tenía 40 años y deseaba ansiosamente ser madre. Cuando quedó embarazada, un médico le advirtió que la criatura podía nacer con un trastorno de aprendizaje, pero ella no quiso abortar y, finalmente, dio a luz un niño sano al que llamo Stephen.
Poco después de su nacimiento, Florence, empezó a leerle y hablarle en toda oportunidad. Durante la infancia del niño jugaban juntos, salían a pasear, decían por orden los números y cantaban canciones. “Hasta cuando lo bañaba jugábamos a algo”. Y valió la pena.
A los 14 años, Stephen se graduó con honores de la Universidad de Miami. Dos años después, a los 16 años, terminó sus estudios de Derecho y según su biografía, llegó a convertirse en el Abogado más joven de Estados Unidos.
Su madre, la Doctora Florence Baccus, exmaestra y orientadora vocacional retirada, ha dedicado mucho tiempo al estudio de la educación de los niños de corta edad y esta convencida de que el futuro de su hijo cambió gracias a la atención y el estimulo que le dio desde su nacimiento.
Muchos padres no solo hacen todo lo posible por enviar a sus hijos a la guardería adecuada, sino que también invierte mucho dinero en clases de música y otras artes. Hay quienes opinan que si un niño lo practica todo, cuando sea mayor podrá hacerlo todo. Proliferan los programas especializados de tutoría y los centros de educación preescolar. Algunos padres están dispuestos a hacer cuanto esté a su alcance para que sus hijos aventajen a los demás.
¿Beneficia mucho a los niños todo ese empeño?. Aunque puede parecer que les ofrece una crianza repleta de oportunidades, en muchos casos los priva de un modo fundamental de aprender ; el que viene con el juego no planeado.
Los Educadores dicen que el juego espontáneo estimula la creatividad y potencia las facultades mentales y emocionales del niño, así como su capacidad para relacionarse con los demás.
Muchos padres se encuentran en un dilema: quieren ayudar a sus hijos a alcanzar su pleno potencial, pero se dan cuenta que es empujarlos con demasiada fuerza y demasiado pronto durante la primera infancia. ¿Hay alguna manera de encontrar un equilibrio razonable? ¿Qué capacidad de desarrollo tienen los niños pequeños, y como puede fomentarse?. Lo que uno aprende o no aprende de pequeño puede influir en sus aptitudes futuras. Gracias a los adelantos en las técnicas de diagnóstico por imagen, los científicos pueden estudiar el desarrollo del cerebro con más detalle que nunca. Tales estudios indican que la primera infancia es una etapa decisiva en el desarrollo de las funciones cerebrales necesarias para manejar información, expresar sentimientos con normalidad y dominar el lenguaje.
“Durante los primeros años de vida se van estableciendo conexiones cerebrales a una velocidad extraordinariamente rápida, y las continuas interacciones entre la información genética y los estímulos del entorno van dando forma a la estructura del cerebro”.
Los científicos creen que la mayoría de estas conexiones, llamadas sinapsis, se produce durante los primeros años de vida. Es entonces cuando se sientan las bases para el futuro desarrollo de la red de conexiones que determinará su inteligencia, sentido de identidad, confianza y motivación para aprender.
El tamaño, la estructura y las funciones del cerebro aumentan de un modo espectacular durante la primera infancia. Si en el ambiente que se cría el niño abundan los estímulos y las experiencias que propician el aprendizaje, las conexiones sinápticas se multiplicarán, creando una extensa red de circuitos neuronales en el cerebro que permitirán a la criatura pensar, aprender y razonar.
Cuantos más estímulos recibe el cerebro de un bebé, mas neuronas se activan y más conexiones se forman entre ellas. Es digno de mención que eso no sucede solo con los estímulos intelectuales, relacionados con hechos, cifras o el lenguaje. La ciencia ha descubierto que también se necesitan estímulos emocionales. Los estudios indican que estas conexiones sinápticas se les forman menos a los bebés que no se les toma en brazos y acaricia, con quienes no se juega o que no reciben estímulos emocionales.
La crianza y el potencial del niño
Con el tiempo, a medida que los niños se hacen mayores, se produce una especie de poda. Al parecer, el organismo descarta las conexiones sinápticas aparentemente innecesarias, lo que podría tener un profundo afecto en el potencial del niño. “Si el pequeño no recibe la clase se estímulo adecuado a su edad, los investigadores especializados en el cerebro indican que los circuitos neuronales no se desarrollarán debidamente, eso podría producir un cociente intelectual menor, trastornos de salud en la edad adulta y hasta problemas de conducta.
De modo que todo apunta a que las experiencias de la primera infancia pueden influir mucho en la vida adulta: determinan si la persona será resistente o frágil, si aprenderá a pensar en términos abstractos o no, y si llegará a tener empatía o no. De ahí que la función de los padres sean tan importante.
Tal vez parezca algo muy sencillo: los hijos que reciben una buena crianza y la debida atención salen adelante. Pero los padres reconocen que no siempre es tan sencillo saber cómo cuidar debidamente de los hijos. Ser un buen padre o una buena madre suele requerir algo más que instinto.


En un estudio realizado se encontró que el 25% de los progenitores no sabían que la educación que daban a sus hijos podía fomentar u obstaculizar su inteligencia, confianza y deseos de aprender. Por lo tanto surgen las siguientes preguntas: ¿Cuál es la mejor manera de desarrollar el potencial de los hijos? ¿Cómo se les puede proporcionar el ambiente adecuado?



ALGUNAS SUGERENCIAS
¿CÓMO JUGAR CON UN BEBE?
• Dado que los bebés tienen muy poca capacidad de concentración, juegue con ellos solo mientras vea que se sienten a gusto.
• Si utiliza juguetes, asegúrese de que no encierren peligro y de que estimulen los sentidos del niño.
• Escoja juegos que sean activos. Alos niños pequeños les encanta hacer que los adultos repitan algo una y otra vez, como por ejemplo recoger un juguete que han dejado caer.
CUANDO LE LEA A SU HIJO
• Utilice buena pronunciación. Los niños aprenden el lenguaje oyendo hablar a sus padres.}
• Si su hijo es muy pequeño, señale las personas y los objetos que aparecen en los libros de cuentos, y llámelos por su nombre.
• Cuando el niño tenga un poco más de edad, escoja libros que traten de los temas que a él le interesan.“Si hacen que su hijo se sienta amado y parte integrante de la familia, y lo ayudan para que sea decidido y de mente inquisitiva, contribuirán al desarrollo de su cerebro. La función como padres no es la de perfeccionar los circuitos del cerebro, sino la de fomentar el desarrollo de seres humanos sanos, sensatos y de buenos sentimientos”.
Por eso no hay duda de que los padres desempeñan un papel esencial en la educación de sus hijos. No les escatimen muestras de amor. Pasen tiempo con ellos, denles una buena crianza y enséñeles. Si lo hacen, serán felices ellos y también ustedes.

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