jueves, 3 de septiembre de 2009

El trastorno bipolar afecta ya a más de un millón de argentinos


Algunos datos de diferentes estudios deberían bastar para describir lo que viven las personas que tienen trastorno bipolar: se separan de sus parejas dos veces más que el resto de la gente, tienen 20 veces más riesgo de suicidarse que la población general y el 40 por ciento de ellas están desocupadas. Los pacientes, para peor, pasan hasta 10 años deambulando por diferentes consultorios médicos hasta que reciben el diagnóstico adecuado.

El trastorno bipolar es una enfermedad mental que se caracteriza por cambios extremos en los estados de ánimo. Los que la padecen pasan de fuertes momentos depresivos a picos de euforia. Afecta a alrededor del 3 por ciento de la población, según coinciden los especialistas consultados. En otras palabras: involucra a más de un millón de argentinos.

"Pero en la Argentina la cantidad de pacientes diagnosticados no llega al 20 por ciento", advirtió el médico psiquiatra Marcelo Cetkovich-Bakmas, jefe del Departamento de Psiquiatría del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.

Uno de los mayores problemas para tratar a este trastorno es lo complicado de su diagnóstico. Es que muchas veces los profesionales confunden sus síntomas con los de otras enfermedades y, así, terminan medicando a sus pacientes con fármacos equivocados.

El psiquiatra Sergio Strejilevich, jefe del Programa de Trastornos Bipolares del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, hizo un estudio para determinar qué diagnósticos previos habían tenido. Hizo una encuesta entre 100 pacientes. El 57 respondió "depresión mayor"; el 53 por ciento, "esquizofrenia"; el 12 por ciento, "psicosis", el 17 por ciento, "crisis nerviosa".

La investigación reveló, además, que "las personas que informaron retrasos y errores diagnósticos reportaron un número significativamente mayor de problemas socio-laborales y haber sufrido un mayor núme ro de internaciones e intentos suicidas".

La demora en dar en la tecla hace que muchas veces los pacientes terminen medicados con fármacos para enfermedades que en realidad no padecen.

"Lo más común es que se diagnostique depresión. Y ahí el tratamiento con antidepresivos resulta perjudicial, porque puede precipitar al paciente a un episodio de euforia", explicó el doctor Gerardo García Bonetto, quien la semana pasada presidió las segundas Jornadas Latinoamericanas sobre Trastorno Bipolar.

Una vez que se determina que la persona padece de trastorno bipolar lo habitual es que se la trate con "estabilizadores del humor". El más antiguo, y el que tiene más evidencia científica que respalde su uso, es el carbonato de litio.

La medicación es para siempre y su costo promedio mensual es de 302 pesos, de acuerdo a un relevamiento del doctor Strejilevich. Aunque medicado, el paciente puede igualmente sufrir desestabilizaciones. "Pero le pueden durar menos tiempo y ser menos intensas. En esos casos, se ajustan las dosis o se puede cambiar el fármaco", dijo Cetkovich-Bakmas.

El tratamiento tiene, además del farmacológico, otros dos pilares, según explicó el psiquiatra Marcelo Garbini:

"Uno es el tratamiento psicoterapéutico que apunta a tomar conciencia de la enfermedad y la necesidad de tratamiento. Esto es difícil, porque cuando el paciente está arriba, se siente eufórico y desbordante de energía y no es fácil comprender que ese bienestar es parte de la patología".

"El otro es la psicoeducación, que consiste en brindarle al paciente información sobre el trastorno y pautas de detección temprana y manejo de síntomas para el mejor afrontamiento de la enfermedad",

Sergio Strejilevich añadió: "La gente consulta cuando está deprimida. Cuando está eufórica tenés que ir a buscarla a la casa". Por eso, coincidió el especialista, es importante que el paciente se transforme en un experto en su enfermedad.

Acortar los tiempos
Oscar Finkelstein Hay enfermedades para las que no hay tratamiento eficaz. El éxito científico, entonces, radica en lo que la investigación de hoy logre de cara al futuro. Otros casos -los menos, entre ellos el trastorno bipolar- parecen tener más suceso en el tratamiento que en la etapa diagnóstica. Un estudio reciente revela que en los Estados Unidos (y todo indica que aquí ocurre algo similar), un paciente con trastorno bipolar pasa en promedio por 4,4 especialistas antes de recibir su diagnóstico preciso.

Esta particularidad, que vuelve dificultoso un aspecto esencial de la salud, debería obligar a quienes tienen el deber de y las herramientas para hacerlo, a capacitar en serio a los profesionales del área. Sería el modo de acortar los tiempos de diagnóstico y, por lo tanto, los del sufrimiento. Cifras

6 será el lugar que tendrá en 2020 como causa de mayor discapacidad después de depresión, accidentes, anemia, cataratas y alcoholismo.

302,97 pesos es el costo mensual promedio en medicamentos que tienen los pacientes bipolares en la ciudad de Buenos Aires.
clarin.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

existe relación marcada entre el consumo esporádico de marihuana y la potencialización de los cuadros de bi-polaridad?