viernes, 5 de marzo de 2010

En una escuela de Nogoyá autorizan a un abanderado a vestirse de mujer

PARANA.- Tiene 17 años y un desempeño escolar sobresaliente. Se trata de un estudiante, primera escolta de la Escuela Superior Doctor Antonio Sagarna, de Nogoyá, Entre Ríos, que fue autorizado a asistir al colegio vestido de mujer. El pedido fue hecho por él, con el respaldo de sus padres. "No soy feliz dentro del envase de hombre", explicó ayer a LA NACION.
Su caso fue tratado por directivos de la escuela y el consejo consultivo que actúa en el ámbito del establecimiento educativo, y llegó incluso hasta las más altas esferas del Consejo General de Educación de Entre Ríos.
"Por ahí hay gente que no entiende y me dicen que esto que yo quiero demostrar es un pecado. Mi respuesta es que si acaso es un pecado voy a pecar cada segundo de mi vida, porque esto es lo que quiero para mí", dijo con firmeza.
El tema fue tratado con profundidad en el ámbito escolar. "Lo que ha ocurrido -dijo la vicerrectora de la escuela en diálogo con El Diario , de Paraná-, y por más polémica y difusión que exista, no quita mérito al momento de destacar la inteligencia y aplicación en el estudio, lo que llevó a que [el alumno] sea escolta de la bandera. Y lo seguirá siendo y en ningún momento se cuestionó su permanencia como alumno regular."
La docente afirmó que no fue para nada una sorpresa el pedido del alumno. "En la calle o en su casa, este chico utiliza siempre ropa de chica, y a la vista de cualquiera que no lo conoce es una chica más. Incluso cuando vino a anotarse para este último año a cursar creo recordar que andaba con una pollerita mini."

Cuestión de nombre
"Kylie" es el nombre con que el menor ha pedido a sus allegados que lo llamen. En su escuela ya autorizaron el cambio de vestimenta. Sin embargo, por cuestiones legales, para la escuela continuará siendo el jovencito que indica su documento. "Más allá de que él se haya autoimpuesto un nombre femenino, nosotros, y no por capricho, tenemos que seguir dirigiéndonos a él con el nombre que figura en su documento de identidad. Incluso, por ser menor de edad y no estar legalmente autorizado a cambiar su identidad", agregó la directiva escolar.
El protagonista de esta historia se siente plenamente mujer y sostiene que simplemente tiene "un envase de varón".
"Desde los cuatro años tengo esta elección sexual, cuando iba al jardín de infantes y le confesé a mi mamá que me gustaba un compañerito. Ella en ese momento le restó importancia, pero ahí supo que yo iba a ser como soy", contó.
Sin embargo, hoy, sus padres y hermanos lo respaldan en su decisión: "El día que yo le dije a mi mamá, ella me aceptó como soy y yo siempre le estaré agradecida. Lo mismo que a mis hermanos, que me quieren como soy".
Asegura que la relación con sus compañeros es dispar. "Hay quienes aceptan cómo soy y quienes no. Yo soy consecuente conmigo, que es lo que me interesa. Y, fuera de eso, acá no hubo mayores problemas. Se están resolviendo cuestiones como qué baño voy a usar en la escuela. Mientras eso no quede claro estoy evitando ir al baño", confió a LA NACION.
Desde el máximo ámbito educativo entrerriano hubo también un respaldo explícito a Kylie. "No podemos hacer otra cosa más que respetar su elección, la de sus padres y la decisión de la escuela", dijo la presidenta del Consejo General de Educación y ex senadora nacional Graciela Bar.
Kylie tiene 17 años, cursa quinto año, es primera escolta de la bandera argentina y exhibe un promedio de calificaciones superior a 9. "Lo que yo quiero es que la gente me entienda", pide con firmeza de cosa decidida.
lanacion.com

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