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viernes, 18 de mayo de 2012

07:51 PM ET Close Share this on: Facebook Twitter Digg del.icio.us reddit MySpace StumbleUpon Compartir Comentarios (3 comentarios) Permalink Algunas mamás "nerds" defienden la crianza con apego

(CNN) — Mayim Bialik es actriz, neurocientífica y miembro de la comunidad de crianza con apego. Su postura sobre la maternidad llamó la atención con la controversial portada de la revista Time de la semana pasada que presenta a una mujer amamantando a su hijo de tres años.
Pero, ¿qué dicen las científicas sobre el reto de 'ser suficientemente madre'?

Citando su educación y a su sin duda naturaleza nerd, Bialik dijo que encontraba a la crianza con apego y a los métodos de parto natural preferibles a los consejos médicos convencionales que le dieron cuando estaba embarazada.
“Creo que la cultura principal se ha revelado como una mentira para aquellos de nosotros que somos nerds”, dijo Bialik a CNN en marzo durante la gira de su libro Beyond the Sling (Más allá del portabebés).
“Creo que, dependiendo de qué tipo de nerd o geek seas, hay un aspecto analítico y estadístico en (tu) cerebro”, dijo. “Cuando estás acostumbrado a estar preparado para rechazar el saber convencional, esto te deja abierto a aprender más”.
La ciencia parece ser el timón que dirige a las mujeres nerd en la comunidad de la crianza con apego a tomar las decisiones que toman, comenzando con el cuidado prenatal y que tiene como resultado métodos de crianza menos convencionales.
Los estudios de Bialik en neurociencia del desarrollo y la endocrinología del comportamiento de apego en los humanos, hizo especialmente obvio para ella que la biología y la ciencia no satisfacían las necesidades de la psicología. Fue su intuición lo que la llevo al parto natural y a la crianza con apego.
“Si le dices a mi cuerpo cuándo dar a luz, para alguien que piensa fuera de la caja, es algo que está intuitivamente mal. Suena mal”, dijo Bialik.
Caryn Rogers, una escritora de ciencia para la Fundación Preeclampsia, y autodescrita como músico aficionada a los libros y nerd, estaba igualmente dispuesta a cuestionar a los médicos profesionales en lo que se refiere a convertirse en madre.
Aunque respeta la educación y la experiencia que los médicos tienen y que ella no posee, Rogers cree que hay límites en lo que los médicos pueden recomendar a sus pacientes con confianza.
Como Bialik, Rogers fue llevada a opciones alternativas de parto y a prácticas de crianza con apego a través de la investigación.
“Realmente no escogí evitar el cuidado convencional tanto como escogí obtener lo que creía era el cuidado basado en más evidencias”, dijo Rogers.
“Terminé desarrollando una complicación médica en el embarazo y necesitando cada herramienta en la caja de herramientas para que los dos pudiéramos sobrevivir”, dijo. “Algunos cuidados convencionales parecen no tener una buena evidencia que los apoye, pero más importantemente, creo que la cultura cuenta historias muy incompletas sobre el embarazo y el parto que no incluyen argumentos o discusiones cuando obtenemos esta información”.
La búsqueda para ambos lados de la historia llevó a Heather Curtis, esposa nerd del fundador de FARK, Drew Curtis, a practicar muchos de los métodos de crianza que Bialik apoya.
“Comencé muy intimidada por el dicho de 'si el doctor lo dijo, debe ser verdad'”, dijo Curtis.
Sintiéndose intimidada por el establecimiento médico, comenzó a preguntarse por qué. ¿Por qué no extender la lactancia materna? ¿Dormir juntos es seguro, a pesar de las advertencias?
“Especialmente en lo que se refiere a crianza con apego, creo que es una reacción a unos cuantos años del otro extremo”, dijo Curtis, citando a los partos inducidos con medicamentos y a la preferencia de algunos médicos por fórmulas de alta tecnología en lugar de leche materna.
La investigación de problemas de crianza a menudo lleva a que las mamás nerd también cuestionen las alternativas.
“Odio ver a alguien levantar un estudio y sostenerlo como la evidencia de que toda la edificación del cuidado está mal”, dijo Rogers. “También, amo ver que un estudio cambia todo el paradigma”.
Y aunque los medios de comunicación están sosteniendo a Bialik como al niño del poster de la crianza con apego, es la primera en admitir que la comunidad de la crianza con apego no es monolítica.
“Hay partes del mundo de la crianza con apego donde soy considerada muy estricta, y hay personas que me hacen ver como una madre tigre (término para referirse a una madre dominante que empuja a su hijo a hacer algo)”, dijo Bialik. “El hecho de que no usemos toallas de papel sino papel de estaño, para algunos círculos, es como:: 'Oh, ella no es tan holística'”.
Tanto Rogers como Curtis escogieron amamantar a sus hijos por un periodo extendido, dormir juntos y cargarlos en portabebés, como Bialik lo hizo.
“Sería extraño imponer esas prácticas en un niño que no se beneficia de ellas, supongo”, dijo Rogers. “Pero si mi hijo claramente se beneficia, ¿por qué voy a hacerle daño sólo para cumplir con lo que otros creen que debería estar haciendo? Después de todo, soy una nerd. No me importa mucho conformarme”.
Eso incluye conformarse con los estándares de Bialik. Por ejemplo, la preferencia de Bialik por que sus hijos no digan "gracias" o "por favor" es algo con lo que Curtis no está de acuerdo.
“Me importa que mis hijos sean convencionalmente educados, y funciona muy bien para ellos”, dijo. “Ten a un niño de dos años diciendo 'con permiso' y 'gracias' y ve cómo cualquier adulto se derrite”.
Las opiniones de Bialik sobre las vacunas también hacen reflexionar a Curtis. La hermana más joven de Curtis murió en la década de 1970 de una enfermedad que era prevenible con una vacuna, lo que cimentó su opinión de que las vacunas son necesarias y salvan vidas.
Un aspecto de la crianza alternativa que las mamás nerds no pueden ignorar es a sus hijos no convencionales. A menudo, estos niños nerds ayudan a conectar a las madres dentro de la comunidad de crianza con apego.
Bialik, cuyos hijos asisten a clases Jedi (sí, como en Star Wars) en su círculo de madres que educan en casa, dijo, “usamos nuestro nerddom (todos los nerds considerados como un grupo) en nuestros hijos. Absolutamente”.
“Mi hijo me ganaba en ajedrez cuando tenía cuatro años y memorizó el libro de reglas de Axis and Allies poco después”, dijo Rogers. “Además cita a Monty Python y George Carlin y va a tantas fiestas con académicos como con los niños de su escuela”.
Curtis dijo que trata de no expresar su propia actitud nerd en sus hijos. “Ellos van a ser bastante extraños, ¡siendo mis hijos!”. 
cnn.com

sábado, 21 de abril de 2012

Crianza: "La educación sin lo emocional no sirve"


La antropóloga Noemí Paymal nos cuenta sobre la "pedagooogía 3000": una corriente que busca cambiar el paradigma educativo de las nuevas generaciones; ¿qué opinás?

Por María Eugenia Castagnino
Cuando habla, a Noemí Paymal se le escapa una sonrisa, además de un inconfundible acento francés. Esta antropóloga de origen galo, que actualmente reside en la ciudad de La Paz, estuvo en Buenos Aires como parte de su gira mundial de difusión de
¿Cuáles son las características más llamativas de estas nuevas generaciones de alumnos?
En general, son los propios padres quienes mejor definen esta generación diciéndonos que sus hijos "se les van de las manos"... Porque son retadores y extremadamente inteligentes, y tienen una velocidad notable para aprender. Son carismáticos y sumamente sensibles al mismo tiempo, con niveles de percepción sensorial mucho más agudos que los de un adulto: " Esto tiene olor feo ", " No me gusta esta comida " o " No me grites " son frases muy comunes para ellos. Por otro lado, su metabolismo ha cambiado: algunos pediatras sostienen que metabolizan las mitocondrias -las células que suministran la energía- de manera más rápida y más fina, o sea que son capaces de generar energía más sutil en menor tiempo. Esta aceleración del metabolismo también produce chicos que comen y duermen menos, y aun así siempre tienen reservas energéticas. Y los psicólogos sostienen que los chicos de hoy tienen la madurez psicoemocional, intuitiva y espiritual mucho más aguda, son capaces de percibir casi cualquier cosa. Por ejemplo, un nene de 3 años puede notar la tristeza de su mamá así como un alumno puede darse cuenta de si su maestro está con problemas.
Los contenidos también tienen que adaptarse a este tipo de chicos, supongo...
Ése es otro de los problemas, porque los contenidos son del siglo pasado, cuando el chico está veinte años adelantado a su maestro o profesor. Ese defase es el que buscamos equilibrar con la "pedagooogía 3000", teniendo más conciencia de las necesidades de estos nuevos chicos, así como de la sociedad y la cultura en que están insertos.
Y en cuanto a la actitud hacia el aprendizaje, ¿cómo los ves?
Hicimos estadísticas con chicos de 6 a 8 años, y la conclusión fue que entre un 70 y un 80 por ciento de ellos son autodidactas y autodesarrollados, es decir que quieren hacer todo solos. ¿Existe acaso algo mejor para la educación? ¡Hay que dejarlos que hagan! Que se vistan solos, que coman solos, que investiguen, sin darles siempre la solución servida... Otra de las grandes ventajas es que estos chicos utilizan ambos hemisferios del cerebro; tienen el derecho muy desarrollado, que es el que tiene que ver con el movimiento, la intuición, la música, y que es capaz de hacer varias cosas a la vez. El izquierdo es un hemisferio más lógico, más lento -aunque, obviamente, también se necesita a la hora de aprender-, pero la combinación de ambos es lo que permite que un nene de 6 años te haga un jaque mate en sólo dos jugadas.
¿Son chicos que tienen más inteligencia?
No es que son más inteligentes, sino que saben utilizar todas las inteligencias múltiples que poseen, que son trece en total: lingüística, lógico-matemática, espacial, corporal, musical, interpersonal, intrapersonal, naturista, emocional, espiritual, intuitiva, práctica y cocreadora.
¿Qué pasa con su manera de aprender, entonces?
En vez de aprender de manera lineal, pueden aprender todo a la vez, lo que nosotros llamamos "aprendizaje holístico". Y otra cosa esencial es que aprenden a partir de la acción, porque se ha observado que tienen muy activo el lóbulo frontal del cerebro, y esto provoca que busquen soluciones inmediatas, utilizando el pensamiento lateral. Son chicos de acción, que no tienen miedo a hacer. Por ejemplo, en Rusia, visité escuelas en donde el secundario se realiza en sólo dos años bajo esta concepción del saber holístico, en donde los jóvenes son sus mejores maestros. Eso construye alumnos autónomos y, asimismo, brillantes.
Dijiste que una de las cosas más importantes para la "pedagooogía 3000" es el factor emocional...
Si un alumno tiene problemas emocionales, sólo es capaz de retener un 20 por ciento de la clase. El 80 por ciento restante no lo incorpora, o sea que ni siquiera vale la pena que vaya a la escuela. Hay que dejar que los chicos transmuten lo que les pasa a través de un dibujo, una canción, un baile, cualquier cosa... Mover el cuerpo es un vehículo para bajar su ansiedad emocional. No hay que tratar estos problemas desde lo mental, sino que hay que trabajarlos a través de disciplinas como el teatro o el juego. La educación que excluye el factor emocional de los alumnos no sirve para nada.
¿Cómo imaginás la escuela en el año 2050, por ejemplo?
Yo la veo como una escuela-taller, una especie de centro cultural y de producción autónomo y sustentable, en donde los chicos puedan aprender desde biotecnología hasta cómo hacer una mermelada. Los imagino como lugares para vivir, para ser productivos, para hacer arte, para utilizar tecnología de avanzada...
En la Argentina, ya existen unas treinta escuelas experimentales que siguen esta línea pedagógica, además de muchas iniciativas personales y cooperativas llevadas a cabo por docentes y padres. Veo un foco de luz en cada escuela. Por ejemplo, sé que en Villa María (Córdoba) existe un consejo de niños y jóvenes en la intendencia para tomar decisiones difíciles cada vez que existe un problema en la ciudad. ¿Por qué? Porque ellos ven soluciones más fácilmente que los adultos. ¿No es genial?

Pedagooogía 3000

Cosejos para ponerla en práctica:
* Regalá abrazos y sonrisas.
* Evitá los castigos y las recompensas.
* No recurras a los castigos físicos ni a los gritos. Menos al chantaje emocional.
* Sé firme, pero no autoritaria.
* Enseñá con tu ejemplo.
* Escuchá de verdad.
* No caigas en la lucha de poder. Si hay conflictos, no insistas a la fuerza.
* No cedas a los primeros impulsos de impaciencia e ira.
* No sobreprotejas.
* No compares.
* Cuidá el tono de voz.
* Ofreceles tareas lúdicas.
* Incentivá la actividad física.
* Procurá un contacto con la naturaleza.
* Dejalos que asuman responsabilidades.
* Explicales todo con honestidad.
* Brindales siempre cortesía y respeto.
* Recordá que el cambio siempre empieza por una misma.
Más info: www.pedagooogia3000.info (en este link podés bajarte un cuadernillo con ejercicios prácticos para hacer con tus hijos). www.emane.info
¿Qué opinás de esta pedagogía? ¿Cómo lo vivís con tus hijos?
revistaohlala.com
emAne (Enlace Mundial para una Nueva Educación) , una alianza internacional cuyo propósito a largo plazo es transformar y cocrear una educación integral en el planeta. Aquello que a simple vista suena utópico, para Noemí es un camino que se está allanando, gracias a una nueva conciencia que se nutre de pequeñas comunidades de padres y educadores en diversos países del mundo. Asimismo, esta mamá de cuatro hijos "muy traviesos" capacita a los adultos para que podamos estar a la altura de las nuevas generaciones de chicos -más veloces, más sensibles y más intuitivos que sus educadores-, que prometen cambiar el paradigma de la vieja educación y revolucionar todo lo conocido hasta hoy en materia pedagógica.

lunes, 9 de abril de 2012

Ponen en duda el valor de los deberes

Siempre sucedió en todo el mundo: los niños odian los deberes. Pero ahora, su utilidad en el proceso de enseñanza, por lo menos durante los primeros años de la escuela primaria, está comenzando a ser puesta en duda por los adultos: padres, académicos y educadores.
Los detractores de la tarea para el hogar argumentan, ante todo, que aún no existe una investigación científica que avale beneficio alguno para los deberes escolares en el proceso pedagógico.
En cambio, la lista de desventajas, afirman, es cada vez más extensa, al igual que la cantidad de horas que los niños dedican en sus casas a realizar los deberes.
Que son antipedagógicos; que causan conflictos en la familia y acarrean retos y castigos; que los padres se ven obligados a ejercer de profesores particulares; que desalientan a los niños en actividades como la lectura y que aumentan las desigualdades entre los alumnos que cuentan con ayuda familiar y los que no.
Entre otras, éstas fueron las razones expuestas en una protesta colectiva que, desde la semana pasado, reúne a un grupo de padres franceses agrupados en la Federación de Consejos de Padres de Alumnos de Francia (FCPE). Como muestra de su hartazgo, ellos convocaron a una "huelga de deberes" por dos semanas. Se quejan así de "los trabajos forzosos fuera del horario lectivo". El paro, con comentarios risueños de por medio, fue rechazado por el Ministerio de Educación francés, pero bastó para reabrir la polémica en distintos países sobre la tarea para el hogar.
"La idea de que las tareas enseñan buenos hábitos de trabajo o fortalecen la autodisciplina y la independencia es un mito urbano", señaló Alfie Kohn, un educador norteamericano autor del libro El mito de las tareas escolares. Por qué nuestros chicos reciben mucho de algo. Para Kohn, "la tarea no es de ninguna utilidad para aquellos que no entienden lo que están haciendo", y afirma que existen "un sinfín de evaluaciones que demuestran que son muchos los chicos en ese grupo". El especialista, sin embargo, reconoce que erradicar los deberes de la enseñanza escolar es un ideal imposible. Entonces, propone como alternativa que, por lo menos, "se hagan en clase y no en el hogar, con la supervisión y la guía de los maestros".
Con respecto a las desventajas de los deberes, Kohn agrega: "Hay chicos que pierden el interés en el aprendizaje por el rechazo a seguir trabajando otro turno después de salir de la escuela, y la tarea resta tiempo a otras actividades recreativas, a la creatividad y a los momentos dedicados al juego, en definitiva, a que sean chicos".
En el mismo sentido, la asociación mayoritaria de padres y madres de alumnos en España comparte muchas de estas ideas y, en solidaridad con la huelga de sus pares franceses, lanzó un comunicado de apoyo en el que dicen estar trabajando en un planteo similar. "La escuela se ve obligada a sobrecargar a niños y niñas de tareas que, en realidad, deberían haber trabajado en la escuela", argumenta el comunicado.
Uno de los especialistas que más ha estudiado sobre la eficacia de los deberes en el rendimiento escolar y la obtención de mejores notas es el experto en educación y psicología social Harris Cooper, de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, que, al respecto, señaló en uno de sus ensayos: "Los alumnos que hacen deberes parecen tener mejores resultados que los que no, pero sólo en cantidades apropiadas a su desarrollo".
En el ámbito local, los expertos en educación e infancia intentan evitar los extremos y aportar una cuota de equilibrio en el debate.
"Ni auspiciarlos ni prohibirlos, simplemente necesitamos entender que la distribución de tiempos no puede alojar más presión sobre el aprendizaje y la vida académica. Jornadas escolares muy prolongadas, seguidas de actividades tan atractivas como comprimidas, dejan el día de los chicos sin resto", dijo a LA NACION Susana Mauer, psicoanalista de la Asociación Psicoanalista Buenos Aires (Apdeba) y especialista en niñez y adolescencia.
Desafiada por la pregunta en torno a la conveniencia o no de dar a los niños tarea escolar para la casa, Mauer invitó a realizar un cálculo matemático. "Propongo a los padres hacer una cuenta matemática. Si coincidimos en que un niño menor de diez años debe dormir no menos de diez horas diarias, su vigilia tiene tan sólo 14 horas, de las cuales la vida escolar absorbe alrededor de ocho. Las rutinas antes de dormir arrancan, durante el año académico, alrededor de las 19.30 para chicos que aterrizaron en sus casas, con suerte, un par de horas antes -reflexiona Mauer-. De allí que el interrogante pierde sentido porque, fácticamente, la tarea para el hogar no cabe en el organigrama vital que le estamos proponiendo. ¡Le queda tiempo cero!", concluye enérgica.
Para Mauer, los chicos quedan enredados en una rutina acelerada y sin respiro, "en la que no queda tiempo libre, tiempo suelto, no enjaulado", como decía con mucha agudeza María Elena Walsh.

INTERNET, UN "PROFESOR" EN LAS SOMBRAS

Ni siquiera pueden imaginárselo. Para los niños de la era digital, Internet es parte de sus vidas. Socialmente, el chat y las redes de comunicación, como Facebook, son aliados casi irreemplazables, y lo mismo sucede si de tareas escolares se trata: la Web es la gran proveedora de información y algo más también.
Lo cierto es que en la era de Internet, más allá del rol que puedan cumplir los padres en la ayuda diaria de los trabajos que los alumnos deben realizar en los hogares, es fácil confundir la búsqueda de información en la Red con el famoso copy/paste, es decir, copiar y pegar.
De hecho, y también en Francia, la polémica en torno de las tareas escolares estalló hace algunos años cuando se conoció públicamente el lanzamiento de un sitio llamado www.faismesdevoirs.com (hazmisdeberes.com), en el que el estudiante tan sólo tenía que enviar el enunciado de la tarea encomendada por el profesor y, en el plazo máximo de dos o tres días, recibía el trabajo resuelto (todo por un precio que oscilaba entre los 5 y los 30 euros).
Aunque, hay que advertirlo, la mayoría de las veces no hace falta pagar nada. Sólo con un buen acceso a Internet es suficiente, tanto que el plagio de tareas simples hasta complejas monografías se ha extendido como una plaga en las aulas. Tanto es así que muchos profesores utilizan programas informáticos para detectarlo. "Una vez reconocí en un trabajo de un alumno extractos de una nota periodística que yo misma había hecho, y con copiar en Google algunas líneas comprobé lo que sospechaba. Había párrafos enteros plagiados en un trabajo que, se suponía, era una tesis final", contó Leticia Márquez, periodista y profesora de la carrera de Periodismo de una universidad porteña.
lanacion.com

sábado, 24 de marzo de 2012

Cómo manejar a los hijos problemáticos

Padres e hijos en un taller de Escuela de Padres. | Sergio Enriquez-Nistal
Niños y niñas que a todo dicen que no, que son impulsivos, agresivos, impacientes, transgresores, manipuladores y que no responden a los premios ni a los castigos. En definitiva, menores cuyos padres no hacen carrera de ellos. A todos los que tienen en casa a un hijo con problemas de conducta les gustará saber que existen medidas eficaces que 'enderezan' a los menores y mejoran las competencias paternas.
Es el caso del programa, 'Dando el poder a los padres, dando el poder a la comunidad' (EPEC, sus siglas en inglés), puesto en marcha por el Instituto de Psiquiatría, del KingŽs College de Londres (Reino Unido) cuyos datos publica la revista 'Bristish Medical Journal' .
"La crianza efectiva, caracterizada por el apoyo constante y las respuestas a los hijos como parte de la educación, es fundamental para conseguir resultados positivos en el desarrollo de los hijos y el vínculo con los padres... Las conductas disruptivas que incluyen agresión, incumplimiento y oposición son la razón más frecuente de remisión a las clínicas de salud mental infantiles en el Reino Unido y en otros países desarrollados. Estas conductas desafiantes impactan en la vida de los niños afectados y sus familias y están estrechamente asociadas a fracaso escolar, delincuencia, paro, así como a otros efectos adversos a largo plazo, de ahí la importancia de su tratamiento", reconocen los autores en su estudio.
Son numerosos los estudios que ha constatado que las 'escuelas de padres' son eficaces para ayudar a los padres con los problemas de conducta de sus hijos. Es más, el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica (NICE, sus siglas en inglés) británico las recomienda de forma rutinaria.

En los propios barrios

Crispin Day, director del ensayo, reconoce a ELMUNDO.es: "Nuestra investigación se creó para hacer frente a un problema muy particular: si bien sabemos que los programas de crianza son una intervención efectiva, muchas familias sobre todo en zonas socialmente desfavorecidas no tienen acceso a la intervención. Queríamos probar si una manera diferente de ofrecer esta intervención, en las comunidades (lo que hemos bautizado como locales de padres), en lugar de en los centros de salud mental infantiles, era efectivo. Y la buena noticia es que lo son, sobre todo en áreas donde existe mucha problemática".
Los científicos escogieron a 116 familias con menores de entre dos y 11 años que tenían trastornos de conducta disruptiva de uno de los barrios más marginales de Londres. Un total de 59 de ellas recibió el tratamiento y fueron comparadas con las 57 restantes que estaban en lista de espera.
Así los padres recibieron el programa en grupos de 7 a 14 padres durante dos horas de duración semanales a lo largo de dos meses. "Los grupos de padres tenían como fin mejorar la interacción con los hijos, reducir los problemas de comportamiento y mejorar las habilidades paternas. Estas sesiones, de acuerdo con métodos cognitivos sobre apego, aprendizaje social..., se llevan a cabo con discusiones en grupo, demostraciones, talleres, juegos de rol, entre otros", indica el investigador británico.

Resultados

Una vez terminado el programa, los científicos llevaron a cabo cuestionarios con los padres sobre problemas de los hijos, estrés de los progenitores, habilidades y satisfacción paternas. Los datos revelan que comparados con el grupo de familias que estaban en lista de espera, aquellas que recibieron el EPEC "redujeron de forma significativalos problemas de comportamiento de sus hijos, disminuyeron los niveles de estrés y mejoraron las habilidades paternas".
Una de las aportación del EPEC es que además resulta más económico. "La inclusión del EPEC en los barrios demuestra que es posible establecer una colaboración exitosa entre los especialistas y los padres sobre la crianza de los hijos. Hemos hecho cálculos sobre costes muy conservadores del programa y sabemos que es mucho menos costoso que los programas profesionales. También tenemos evidencia de que por lo general es más eficiente debido a la alta demanda y baja deserción de los padres", concluye Crispin Day.
elmundo.es

viernes, 23 de marzo de 2012

Con la vuelta a clase, los padres tienen cada vez más deberes


Que el cuaderno es azul con lunares verdes, que el chico sale más temprano toda la semana, que la adaptación en el jardín va a ser de un mes, y a no olvidarse de la reunión con la maestra el martes a las 11...
Hace 22 días que empezaron las clases, un alivio y orgullo para muchos padres, pero, a la vez, un momento traumático, porque resulta que ahora y cada vez más tienen que ser "participativos", lo que equivale a decir que la demanda escolar también recae sobre ellos. La tendencia cada vez más notoria de los colegios es que los padres son "protagonistas" de un calendario con actividades todo el año.
Y sigue: que el campamento de padres es el sábado, agendar el día de los abuelos, mentalizarse para actuar en los actos de fin de año y estar presentes en todas las clases "abiertas"...
"Mi madre me llevaba al colegio el primer día y me dejaba ahí hasta que terminaba; ahora son tres días de horarios recortados o cosas por el estilo en la primera semana, y si tenés más de un hijo en distintas salas tenés que hacer magia. ¡Y te cobran por todo eso!", contó Silvia Andrade madre de Tadeo, de cuatro años, y Mica, de seis. Es un tema del que se habla poco. No existen foros de discusión en Internet. Pero si, por ejemplo, se saca el asunto en una reunión de dos o tres padres en la puerta de la escuela pueden escucharse cosas como ésta: "Uno deja a su hijo en la escuela para que se eduque y, también, reconozcámoslo para disponer de tu vida; ahora te piden cada vez más cosas, te cobran la cuota de útiles para todo el año que no usan nunca y, además, te llenan el calendario de actividades". A esto hay que sumarle las labores típicas de ayudar con las tareas de los chicos y maniobrar con las inflacionarias cuotas mensuales o con los eventuales paros docentes en la escuela pública. Ni hablar de atender los grupos en Facebook o las cadenas de mail autogestionadas por padres y madres entusiastas.
En el caso de los chicos que concurren al jardín de infantes, la cosa es todavía más extravagante. La oferta de perfiles educativos, por lo menos, en la Capital Federal es amplísima. Hay jardines pequeños, medianos y grandes. Con "orientaciones" casi profesionales para los chiquilines de apenas dos años, matizados con inglés y computación. Las actividades extracurriculares (que se pagan aparte y son obligatorias) van de las artes combinadas, la danza, el fútbol, la natación, teatro, murga, circo, ajedrez, tejidos o jardinería. Cada una de estas actividades requiere, en algún momento, de la "participación" de los padres, con lo cual, el calendario se pone en rojo.
"¡Un mes de adaptación! Lo anoté tiempo completo y tengo que ir todos los días, estoy repodrida: aparte de un día para el otro te sacan al nene llore o no... ¿Qué cambió del primer día al día 30? ¿Creció de golpe...?", opinó Silvina Laurin, madre de Malena, de ocho años, y de Alvaro, de tres. "Existe además una sobreexigencia social para que los chicos hagan actividades todo el tiempo en las que hay que participar para no ser un padre medio chato o mala onda", agregó.
El esquema educativo en otros países implica un involucramiento en un nivel casi de contralor como en los Estados Unidos. Pero no es la norma. Tampoco es una moda en el interior argentino: es un fenómeno bien porteño.
"Te invitan a jugar con los chicos o a contar cuentos en un horario laboral... si decís que no podés, te sentís mal porque van todos los otros padres; es como que manejan la culpa", dijo Pablo Cantero, padre de Joaquín, que ya está en tercer grado. "La maestra se queda ahí mirando mientras vos intentás con tu poco carisma levantar la salita con un cuentito que saben de memoria", agregó, sobre los tiempos en que "Joaco" concurría al jardín de infantes.
A fin de año, los padres deben prepararse para las fiestas de cierre del ciclo lectivo que algunas instituciones aprovechan para hacer los pedidos más insólitos y realizar una exhibición de las bondades de la institución. "Debe traer un sombrero blanco de vaquero, pantalón blanco, chaleco blanco y camisa leñadora", pidieron el año pasado en un instituto porteño para la sala de cuatro años. Cuando ambos padres trabajan, una solicitud de estas características equivale casi a escalar el Aconcagua.

LOS QUE NO CORTARON
También el inicio del ciclo lectivo ayuda a los grupos familiares a reorganizar sus vidas, pautar horarios y, por qué no, preservar algunos momentos propios. El cambio de rutina este año empezó temprano en febrero para los que adeudaban alguna asignatura (llevarse materias a marzo no existe más). En este contexto, muchos padres todavía no lograron reponerse del otro período traumático (el de fin de año) que ya están en la nueva etapa (el del primer mes de clases).
"Los primeros días son un caos porque cuesta levantarse y salir corriendo; igual mi hijo se llevó materias, así que nunca descansamos porque estuvimos pendientes desde principios de febrero", dijo Mariana Lacoste, madre de Tomás, Nicolás y Ramiro (colegio San Juan El Precursor) y de Micaela (Santa Inés).
En algunos colegios encontraron alternativas a todo este enredo. Por ejemplo, se utiliza una especie de sitio en Internet donde aparece la agenda de actividades de todo el año. Así lo padres pueden organizar mejor sus vidas sin tener que entrar en pánico.
lanacion.com

domingo, 11 de marzo de 2012

Padres y maestros: lazos en crisis


Todos coinciden en el diagnóstico: la relación entre padres y maestros pasa por un momento difícil. La autoridad docente en el aula se desdibujó a tal punto que en los últimos meses la comunidad educativa fue testigo de lamentables escenas de agresiones dentro y fuera de la escuela .
“Los padres no confían en los maestros. Directamente les dicen que no saben educar a los chicos”, explica Amalia Favale , madre Franco (14), un alumno de la Escuela Media N° 7 de Vicente López. “Los directivos les contestan que son los padres quienes no saben controlar a sus hijos”, agrega.
Perla Zelmanovich , investigadora principal del área de Educación de FLACSO, considera a esta situación como un reenvío de impotencias : “La madre dice: Póngale usted límites a este chico porque yo ya no sé qué hacer , mientras que la directora responde: Si no hay familia que apoye, no podemos hacer nada ”. Esta relación de desconfianza aniquila el diálogo y crea el terreno para lo peor, ya que la violencia –dice Zelmanovich– se multiplica cuando se resquebrajan los vínculos de reconocimiento.
“Hace poco vi cómo una madre le ponía el dedo en el pecho a una maestra”, relata Víctor Martínez , maestro de séptimo grado en la Escuela N° 5 Nicolás Rodríguez Peña de Capital. “La docente tenía las piernas llenas de moretones porque el hijo de esa señora venía todos los días a patear a sus compañeros, pero la mamá insistía que lo que le generaba violencia era la maestra. Pero ese dedo hincándose en su pecho te daba la pauta de cuál era el ámbito en el que vivía ese pibe, el nivel de violencia que había en esa casa”.
Los padres tienen hoy una mirada muy crítica frente a la escuela, que incluye todo tipo de reclamos, a veces violentos. “Para muchos de ellos, la escuela dejó de cumplir su promesa de incluir a sus hijos y promoverlos educativamente”, señala la investigadora Guillermina Tiramonti .
Sus estudios parten de la premisa de que las familias a las que la escuela atiende hoy no son las mismas que la institución viene pensando desde hace décadas: “Hay chicos de diferentes sectores, no sólo de clase media, además de grupos familiares no organizados jerárquicamente donde los hijos imponen sus criterios a los padres”, afirma.
Los expertos insisten en que estos episodios exigen medidas inteligentes y paulatinas. Lo primero que debe hacerse, aseguran, es establecer lo que le toca a cada uno . “Los profesores deben hacerse cargo de la oportunidad del chico aquí y ahora, instalándoles puntos de referencia distintos a los de la familia”, asegura Zelmanovich.
Uno de los últimos reportes sobre violencia escolar preparados por el Ministerio de Educación demostró que la presencia activa de los docentes es fundamental para desactivar estos problemas a tiempo. El capítulo dedicado a episodios de violencia que involucran a adultos concluyó que las agresiones “bajan marcadamente cuando la implicación de los docentes es percibida como frecuente”. Por el contrario, cuando la figura del maestro es más débil, aparecen los insultos y las amenazas .
Otro tema es la existencia de reglas a seguir. En ese sentido, Tiramonti entiende que un buen desarrollo del papel docente en el aula necesita pautas claras que tanto alumnos como padres acepten. “Cuando no hay argumentos claros, aparecen los reclamos de ‘por qué discriminan a mi chico’. Por ejemplo, la institución debería explicar de manera clara los criterios por los cuales pone un aplazo”.
Los padres, por su parte, deberían mostrar un mayor vínculo con el docente. “Algunos padres no se acercan a la escuela porque les da vergüenza. No entienden que un chico o un adolescente no es un adulto y necesita el acompañamiento de la familia”, asegura Ana María Scarinci , directora de la Escuela N° 12 de San Isidro, que recibe a varios alumnos del barrio La Cava.
“Todo viene a la escuela y la escuela no es omnipotente, por eso organizamos espacios abiertos a los padres, que siempre ayudan”, agrega Ana María.
Tanto docentes como directores dicen que las reuniones con padres son productivas, pero que es difícil sostenerlas.
Víctor Martínez señala que los encuentros en su colegio tienen poca convocatoria debido a los cambios que se han producido en el mundo laboral. Ahora es común que ambos padres trabajen y resulta difícil “pegarse una escapada” para ir a hablar con los maestros un día de semana. “Los padres asumen su cuota de responsabilidad, pero no tienen tiempo para resolverlo en medio de su vorágine”, se lamenta.
Los especialistas aseguran que una posible solución consiste en cambiar el modo en el que la escuela interpela a las familias . La idea es no llamar a los padres solo para criticar a sus hijos, sino armarse un tiempo aparte para felicitarlos por sus progresos o destacarlos en algún área. Para Zelmanovich, esta propuesta de un diálogo amplio, que no se convoque solo para “retar” a los padres, es una buena manera de renovar el vínculo.
Amalia cree que esto puede ser un principio de solución. “El colegio tiene que hacer que los chicos se sientan arraigados y los padres deben tener un mayor compromiso. Si al menos una de las dos partes funciona bien, puede reclamarle a la otra el papel que le corresponde ”, resume.

Consejos para padres

Diálogo, diálogo y diálogo.
Siempre que sea posible, conocer a los maestros de sus hijos. Preguntar por las expectativas de la materia y las formas de calificación. Entablar un canal fluido de comunicación para descomprimir a tiempo posibles conflictos que puedan suceder a futuro.
Depositar la confianza en el maestro.
El pacto tácito con la escuela siempre comienza con una apuesta al profesor, no con distancia. Confiar a priori en el criterio del educador.
No desmerecer la tarea docente.
Evitar los comentarios que atenten contra la autoridad del maestro. Los chicos escuchan lo que se dice en la casa y luego reproducen ese maltrato en la escuela.
Ir a las reuniones.
Si por trabajo resulta imposible, conviene mandar en su lugar a algún familiar. En el caso de las reuniones grupales, si no puede acudir intente recuperar con otros padres aquello de lo que se habló.
clarin.com

sábado, 3 de marzo de 2012

Primeros universitarios


Puntas de lanza hacia un nuevo mundo, héroes del esfuerzo, personajes casi revolucionarios. Así se puede describir a los jóvenes que nacidos en contextos vulnerables consiguieron abrazar la utopía del conocimiento al ser los primeros universitarios de su familia e hicieron florecer a todo su entorno.
Tuvieron que quebrar todos los estigmas de la inmovilidad de clases y del "no poder", exprimieron cada oportunidad educativa al máximo, se fueron abriendo camino en la selva de la vida y se adueñaron de su destino.
Al hacerlo, encarnaron el crisol de impactos sociales que tiene el saber en cualquier persona, y también en sus hogares. Contra todos los pronósticos, se ganaron las herramientas necesarias para defenderse de los ataques de la arena cotidiana y se convirtieron en personas más preparadas para tomar las riendas de su vida.
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La educación incide decisivamente en las oportunidades y la calidad de vida de los individuos, las familias y las colectividades. El efecto de la educación en la mejora de los niveles de ingreso, la salud de las personas, los cambios en la estructura de la familia (en relación con la fecundidad y la participación en la actividad económica de sus miembros, entre otros), la promoción de valores democráticos, la convivencia civilizada y la actividad autónoma y responsable de las personas ha sido ampliamente demostrado.
Una investigación de McMahon, W. (2000) -basada en datos de los 22 países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -, demostró que la escolaridad facilita el matrimonio con cónyuges con mayores niveles de escolaridad (lo cual también tiene impactos favorables en la salud) y contribuye a adoptar estilos de vida más sanos.
De acuerdo con McMahon, en los países menos desarrollados se generan en primer lugar los efectos de la escolaridad en el mejoramiento de la salud, en la reducción de la mortalidad infantil y en el incremento de la esperanza de vida.
"Existen varios estudios que muestran como la educación tiene un efecto muy positivo en todas las prácticas que tienen que ver con la salud, el cuidado personal, el consumo de tabaco y de alcohol y la actividad física. Esto en parte tiene que ver con la información pero también con un mayor nivel de ingresos. Sin embargo, en nuestro país todos los efectos sociales que tiene la educación no se pueden separar de la situación de pobreza", sostiene Juan Llach, director del Centro de Estudios de Gobierno, Empresa, Sociedad y Economía del IAE, al afirmar que los contextos de marginalidad llevan a los jóvenes a tener una tendencia mayor al delito, al embarazo adolescente y a una educación más deficiente.
En el caso de Celina Díaz Melo, el hecho de haber vivido durante su adolescencia en la villa 21-24 de Barracas, no la sentenció a seguir los pasos de su madre que sólo terminó la secundaria y trabaja de empleada doméstica o cuidando chicos. Al contrario, terminó la secundaria en la Escuela del Buen Consejo de Barracas y actualmente está por empezar su segundo año de Comunicación Social en la Universidad del Salvador.
Celina Díaz Melo está estudiando Comunicación Social en la Universidad Austral y sueña con ser periodista. 
"El saber te da el poder de decidir y fundamentar tus decisiones. Como soy la primera que va a la universidad en mi casa tengo que hacer y descubrir todo sola. Eso me ayudó mucho y los pequeños logros te dan ganas de seguir creciendo. Viniendo de donde vengo nunca pensé que iba a poder estudiar en una universidad privada, entonces eso me estimula a querer más", dice esta joven de 19 años, que vive en Lomas de Zamora y viaja casi dos horas en colectivo para poder llegar a la universidad.
Todavía recuerda el día en el que su madre le dijo que como ella había estudiado la primaria en Paraguay -de donde es oriunda- no la iba a poder ayudar con los deberes porque los contenidos eran diferentes. "Así que te vas a tener que arreglar sola, pero yo voy a estar acá acompañándote", le dijo sin saber que eso iba a generar una independencia y una libertad en su hija que la harían soñar con mayores desafíos.
Celina se recibió con los mejores promedios en la secundaria y por eso accedió a una beca de honor en la universidad. Como de chiquita siempre le gustaron el periodismo y la investigación, no dudó en anotarse en Comunicación Social.
"El primer cuatrimestre fue muy duro. Pasé de 37 compañeros a 137. Me sentía fuera de mi lugar, como que no terminaba de encajar y algunos contenidos no los entendía. Yo pensé que mis compañeros me iban a excluir y nada que ver, me recontra incluyeron. Por suerte, con el tiempo, me pude adaptar", recuerda Celina, que durante su primer año no recursó ninguna materia a fuerza de voluntad y dedicación. Por las noches, en las cenas familiares, compartía las cosas curiosas que había aprendido durante el día con sus padres y su hermana. "Mirá todo lo que tengo en mi cabeza", le decía a su madre cada vez que terminaba de estudiar para un parcial.
¿Cómo impactó el estudio en su vida? "Una tiene otra seguridad para encarar el mundo. Ya no tengo que bajar la cabeza como sí le pasa a mi mamá. Cuando voy a hacer un trámite con ella como no entiende lo que le preguntan me pide que llene los papeles por ella", cuenta Celina, que tiene un programa de radio con amigos en una radio parroquial, le gusta escribir y aspira con llegar a ser una gran periodista. A su vez, está orgullosa de que su hermana ya empiece a soñar con la universidad en la que va a estudiar gracias a que ella le mostró ese camino.
"Al tener más conocimientos, uno tiene la posibilidad de elegir responsablemente, asumiendo las consecuencias, porque uno las conoce. Al acceder a más educación dejás de lado la resignación y aspirás a futuros más prometedores. Yo ya no me conformo con lo mínimo. Quiero más", concluye Celina.
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"A pesar de todo, la Argentina tiene mucha movilidad social y a veces los proyectos de vida de jóvenes de bajos ingresos y nivel educativo, son tan ambiciosos que muchas veces se concretan. De hecho, el 80% de los padres de los chicos que estudian en el Gran Buenos Aires no han ido a la universidad y algunos incluso, ni siquiera a la secundaria. Esta amplitud que tiene la Argentina es una ventaja, aunque la calidad deja mucho que desear y está directamente relacionada con el nivel socioeconómico, cuando debería ser al revés", sostiene Llach.
Siguiendo con la investigación de McMahon, especialmente a partir del nivel secundario, la educación contribuye a que los sujetos estén más atentos a (y comprendan mejor) los asuntos que están siendo procesados en el sistema político, por lo que la escolaridad influye positivamente en la participación en los procesos respectivos.
Para Vanesa Romero el haber podido tener una vida universitaria le abrió todas las puertas, le dio más libertad, la hizo ser más tolerante y la llevó a interesarse por la política. "No me preguntaba el porqué de las cosas, cuáles eran los intereses detrás de lo que pasaba. Por eso, la primera vez que voté averigüé todas las plataformas y las ideas de los candidatos", explica Vanesa, a la vez que confiesa que algún día le gustaría incursionar en política asesorando a algún funcionario en temas económicos. Oriunda del barrio Los Troncos del Talar de Tigre, en donde todavía vive junto a su madre, decidió empezar a estudiar Economía en la UBA porque quería entender por qué existía tanta pobreza en el mundo y cómo funcionaba el capitalismo para poder mejorarlo.
"Conocer te cambia la forma de pensar, te da una diversidad de opiniones sobre todos los temas y te permite defenderte. La universidad me hizo darme cuenta que no me las sabía todas. Fue un golpe de realismo importante porque entendí que tenía muchas cosas por aprender y que no todo es como te lo muestran. Hoy me siento más plantada y con ganas de seguir creciendo", dice Vanesa, de 21 años, que se recibió de la Escuela de Educación Media N° 2 en Pacheco y recibió una beca educativa de la Asociación Mujeres 2000 para poder seguir estudiando sin tener que preocuparse por trabajar.
Su madre, "Conce", es beneficiaria del programa de Microcréditos de Mujeres 2000. Empezó como vendedora ambulante de posters y productos de limpieza en el barrio en bicicleta y, en 2006, gracias a los préstamos de esta entidad, tuvo la posibilidad de abrir un almacén con verdulería en un local alquilado. Con la ayuda de su padrastro en 2009 mudaron el local a su propia casa, que están en este momento mejorando.
Su mamá no terminó la primaria, pero lo hizo de grande y fue orgullosa a recibir su diploma. Su hermana, de 24 años, no terminó el secundario y trabaja de empleada doméstica. "Me cuesta que mi familia termine de entender cómo me modificó el estudio. No es que yo soy superior a ellos sino que conozco otras cosas, tengo más mundo. Ya hoy no compro todo lo que me dicen sino que lo puedo investigar", dice Vanesa a la que le falta sólo un año y medio para recibirse y que desde hace 3 meses está realizando una pasantía en el Departamento de Administración de Deuda Pública de la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía.
Lo suyo es pura entrega. Tiene 2 horas de viaje en todos los medios de transporte - colectivo, tren y subte - y a partir de este año va a empezar a estudiar a la noche para poder seguir trabajando. "En el futuro me gustaría entrar en una consultora y hacer investigaciones económicas, financieras y sociales. Pero lo más importante es poder juntar unos mangos para comprarle una casa a mi mamá en la zona más linda del barrio", cuenta Vanesa, que rescata la fortaleza de su madre al construir sola una casilla de madera en un terreno cedido por la municipalidad, y su sacrificio para que ella pudiera apostar por un futuro mejor. Al padecer esa realidad, Vanesa recuerda haberse hecho esta pregunta: ¿cuál es el camino para no terminar yo también en esta situación? El estudio, se contestó.
"La carrera fue una gran metodología sobre cómo hacer las cosas. Una línea de razonamiento que incide hasta en tu vida amorosa o no comprar todo lo que te venden los políticos. La educación es una herramienta de defensa en este mundo cruel. Me hizo más estructurada en el pensamiento. Y esto lo aprovecho, por ejemplo, para darle bastantes consejos a mi mamá en cuanto al almacén y sobre cómo ordenar las cuentas. Le explico que tiene que saber el porcentaje de ganancias o cuánto va a destinar a la mercadería", cuenta Vanesa, que reconoce que antes de su incursión universitaria estaba como dormida y hoy se despierta todos los días con una inquietud diferente. ¿Su próximo objetivo? Hacer un máster en Economía y Políticas Públicas.
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Tres Isletas, una comunidad urbana de 25.000 habitantes, es la puerta de El Impenetrable en el Chaco. Hasta la comunidad de Monte Quemado Chico o "Quemadito" decidieron ir los integrantes de Educar 2050 para trabajar en 29 escuelas en un radio de 40 kilómetros, influyendo en 5000 chicos.
Sobre la base de su experiencia de interactuar con tantos alumnos, Manuel Alvarez Trongé, director de la entidad, sostiene que "cuando hay mejor educación hay más creatividad, incluso con pocos recursos. Además, los chicos se convierten en educadores de sus padres. Por ejemplo, cuando pusimos la biblioteca pidieron abrir la escuela los fines de semana y los chicos llevaron a sus padres y abuelos a leer o a enseñarles ellos mismos".
A su vez, destaca que se generan importantes cambios en la higiene de los chicos a partir de su ingreso en la escuela. "Al principio los chicos llegan sucios, con piojos, con problemas de desnutrición y de a poco empiezan a incorporar otros hábitos y los padres otra responsabilidad. Con el tiempo llegan limpios, con los dientes limpios y arreglados. La higiene tiene un impacto directo en la salud y en una preocupación por lo que tienen que comer", agrega Alvarez Trongé.
Para llegar a la escuela, Luis Aguirre tenía que caminar 2 kilómetros hasta que gracias a una donación de bicicletas pudo hacer ese trayecto en menor tiempo. Fue a la escuela Corazón de Jesús en el "Quemadito", en el Chaco, y hoy en día está estudiando profesorado de nivel primario porque quiere ser maestro.
Luis Aguirre, estudiante de Profesorado de Nivel Primario. 
Sus padres terminaron únicamente la primaria: él es albañil y ella ama de casa. Para poder aspirar con otros horizontes, Luis se tuvo que ir a vivir a Tres Isletas para poder seguir sus estudios secundarios, lejos de su familia y de todo lo que conocía. "El estudio siempre le da capacidad a uno para seguir estudiando y para pensar en lo que viene. También te ayuda a poder desarrollarte en la vida cotidiana", cuenta este joven, al que le costó acostumbrarse a estar en la ciudad. Durante la semana vivía en la residencia del colegio, la Escuela Técnica N° 20, de Tres Isletas, y los fines de semana regresaba a su pueblo.
"A todos nos cuesta acostumbrarnos, hallarnos, encontrar nuevos amigos, desenvolverse en un nuevo ámbito, encontrarse con nuevos profesores. Uno viene de una zona rural en la que hay pocas personas pero uno se va adaptando al ámbito", expresa Luis, a la vez que señala que allí aprendió a manejar distintas herramientas, máquinas, tornos y limadores lo que le hoy le permite ayudar a su padre cuando lo necesita.
Hoy en día, con 20 años, Luis está estudiando en un terciario de Tres Isletas para recibirse de maestro, ya que su sueño es poder ejercer en la escuela de el "Quemadito", para poder volver así a sus raíces, a estar con su gente y para devolverle a su escuela todo lo que recibió. "Es una profesión que te exige enfrentarte a enseñar a los niños pero también es una posibilidad de un trabajo muy digno, y te permite una relación especial con las personas y las comunidades. Además creo que el enseñar también es una oportunidad para seguir aprendiendo", dice Luis, quien reconoce que el estudio le permite tener un futuro mejor y salir del círculo de las adversidades en las que viven.
"Mi aspiración es poder sacar adelante a mi familia y tratar de mejorar nuestra situación de vida. Mi papá va rotando de campo en campo en función de donde consiga trabajo, somos 8 hermanos y necesitamos de un ingreso fijo", asegura Luis, que cursa a la noche y durante el día aprovecha para hacer los trabajos prácticos.
Con respecto a los mayores impactos que tuvo la educación en su persona, Luis destaca que fue en la mente, el vocabulario, y en la manera de entender y comunicarse con los demás. "Lo único que quiero es poder seguir aprendiendo y algún día poder enseñar eso mismo a los demás. Ser grande en mi comunidad", concluye Luis.
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La Obra del Padre Mario Pantaleo, ubicada en González Catán, tiene una larga trayectoria en asistencia social pero también una amplia experiencia en el ámbito educativo. Hoy en día, son 320 los alumnos que reciben educación formal desde jardín de infantes hasta el nivel universitario. De hecho, el máximo indicador del éxito de su formación es que el 40% de sus egresados siguen estudios universitarios.
Además de una importante educación en valores, desde las instituciones se trabaja mucho en los contenidos nutricionales, en la mediación y resolución de conflictos, y en hábitos de buena convivencia y salud como como no tirar la basura, no fumar, la importancia de la vacunación, el respeto por el otro y la aceptación de las diferencias.
Matías Riveros puede dar fe de cómo incorporó todos estos hábitos ya que hizo todo su trayecto educativo en la Obra, desde los 3 años hasta que se recibió del terciario de la Tecnicatura de Administración de Empresas. De hecho, asegura que jamás fumó, que no toma alcohol y que nunca probó la marihuana.
Matías Riveros en uno de los vagones utilizados como aula en el Jardín de Infantes de la Obra del Padre Mario Pantaleo. 
"En mi casa siempre hablábamos en la cena de lo que habíamos aprendido durante el día en el colegio, de temas como tabaco, alcohol, basura o higiene. Lamentablemente hay muchísimos chicos de mi edad que no fueron a la escuela no porque no querían sino porque sus viejos no los mandaban", cuenta Matías, de 26 años, que actualmente trabaja en el sector administrativo del área educativa de la Obra, y agradece profundamente a sus padres el haberlo impulsado a seguir con sus estudios.
De hecho, ningún miembro de su familia terminó siquiera la secundaria y él está a sólo 2 años de terminar el profesorado de Matemáticas. Quizás por eso, él haya sido el que compró la primera computadora en su casa, el único que sabe inglés y el referente a consultar ante cualquier trámite que haya que hacer.
"La herramienta fundamental fue el haberme hecho persona, los valores y cómo defenderme contra el afuera. Además, gracias al estudio hoy trabajo en una oficina, sentado y con aire acondicionado", sostiene Matías, en contraposición a las labores del resto de los miembros de su familia: guardiacárcel, montaje de techos o ama de casa.
Mientras tanto, Matías disfruta de enseñarle a su madre a chatear por la computadora, de traducirles las páginas de Internet en inglés a sus hermanos o de ver que su hermana de 35 años quiera aprender inglés. "Me encantaría llegar a ser secretario de una escuela, en lo posible en la Obra. También tener mi familia, mi casa", dice Matías.
Marcela Romina Flores está convencida de que las herramientas para avanzar en el camino educativo están al alcance de todos, y que está en uno el querer aprovecharlas. Ella también hizo la primaria, la secundaria y la Tecnicatura en Administración de Empresas en la Obra y ahora está cursando la licenciatura.
Marcela Romina Flores, estudiante de Licenciatura de Administración de Empresas en la Obra del Padre Mario Pantaleo. 
Tiene 31 años, trabaja en la Secretaría del Area Educativa, haciendo la administración contable de todas las escuelas, y sus dos hijos también empezaron desde el jardín en la Obra. "A mis papás les costó mucho que nosotras pudiéramos estudiar. Mi papá es carnicero y sólo terminó la primaria y mi mamá la secundaria. Por suerte nunca nos faltó el abrigo, la comida o los libros. Ellos apostaron todo para que nosotras pudiéramos tener una vida mejor", dice Marcela, una de 6 hermanas.
De sus padres sostiene que aprendió muchísimo, en especial a valorar lo pequeño. Ahora gracias al estudio, puede también disfrutar de tener más herramientas y un trabajo fijo. "Cuando empecé a trabajar empecé a pagar las cuotas a mis hermanas para que pudieran estudiar", cuenta Marcela, convencida de que esa es la mejor apuesta para un futuro mejor.

Reflexiones en la Cumbre Wise 2011

"Las intervenciones educativas tienen efectos psicológicos, sociales y económicas", sostuvo John Vorhaus, director del Wider Benefits of Learning Centre, Institute of Education, University on London, en la Cumbre WISE 2011 organizada durante noviembre pasado por la Qatar Foundation, cuyo tema central fue "Cambiando Sociedades, Cambiando la Educación" y a la que asistieron más de 1300 participantes.
En el panel dedicado a "Los efectos sociales de la educación", Vorhaus explicó las conclusiones a las que arribaron desde el centro interdisciplinario que dirige, desde el cuál analizan la relación de la cantidad y calidad de la educación, con los índices de criminalidad, conductas y la participación ciudadana, entre otros.
"Las mujeres con educación son más propensas a cuidar de su salud y los que más estudian tienen una mayor expectativa de vida. A su vez, los chicos con menor educación son los que reciben más condenas por hechos violentos y actos de discriminación", sostuvo Vorhaus, mientras aseguraba que los padres más educados tienen más herramientas para criar a sus hijos y generar espacios de socialización.
En la misma línea, Koji Miyamoto, analista del Centre for Educational Research and Innovation de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD por sus siglas en inglés) que también integraba el panel, sostuvo que las personas educadas viven más tiempo, especialmente en los países desarrollados. Pero que además, tienen una propensión mayor a ayudar a extraños que necesitan ayuda y a sentirse satisfechos con su vida. Lo mismo sucede en términos de su participación ciudadana y la intención de voto.
"Es fundamental promover la concientización sobre el impacto substancial de la educación en los generadores de políticas públicas, además de expandir y apoyar la investigación en este tema", concluyó Miyamoto.

Las personas con mayor nivel educativo tienen...

Una mayor expectativa de vida
Una tendencia positiva a adquirir hábitos de higiene y de llevar una vida sana
Más herramientas para educar a sus hijos
Menos probabilidad de caer en el delito y de realizar actos de discriminación
Una tendencia a cuidar mejor de su salud
Una propensión mayor a ayudar a extraños y a participar en la vida ciudadana
LUIS AGUIRRE
20 años
Tres Isletas, Chaco
Estudiante de Profesorado de Nivel Primario
"El estudio te ayuda a poder desenvolverte en tu vida cotidiana y pensar en lo que viene"
MARCELA ROMINA FLORES
31 años
González Catán
Estudiante de Licenciatura en Administración de Empresas en la Obra del Padre Mario Pantaleo
"Mis padres apostaron todo para que nosotras pudiéramos estudiar"
MATIAS RIVEROS
26 años
gonzález catán
Estudiante de Profesorado de Matemáticas
"En casa siempre hablábamos en la cena de lo que habíamos aprendido durante el día en el colegio"
VANESA ROMERO
21 años
El Talar Tigre
Estudiante de Economía en la UBA
"Conocer te cambia la forma de pensar, te da una diversidad de opiniones sobre todos los temas y te permite defenderte del mundo"
CELINA DIAZ MELO
19 años
Lomas de Zamora
Estudiante de Comunicación Social en la Universidad Austral
"El saber te da el poder de decidir y fundamentar tus decisiones"

como colaborar

Educar 2050
www.educar2050.org.ar
Obra Padre Mario Pantaleo
padremario.org
Mujeres 2000
www.mujeres2000.org.ar

Los beneficios sociales de la escuela

xplicitar los beneficios sociales de la escuela podría ser una obviedad. Sin embargo, al desgranar los porqués de esa idea general, las razones podrían ser diversas. Esto no es algo malo sino que, por el contrario, habla de los muy diversos efectos en los que se espera la productividad de la escuela.
Quisiera saltarme un poco los lugares comunes acerca de que la escuela forma para el trabajo, para una ciudadanía activa y una participación en la cultura. Probablemente, la intervención más decisiva y exclusiva de la escuela -donde hace lo que no hacen otras instituciones- sea poner a disposición "horizontes" que permitan proyectarnos. Si no hay quién nos presente lo que existe mucho más allá de una comprensión inmediata, que nos brinde un relato que nos permita inscribirnos en un patrimonio anterior y que nos enseñe la noción de cambio -y con ella, la de futuro- la inclusión ciudadana no sería posible.
Su más significativo impacto está en ser una institución que muestre tesoros, que ponga en contacto con otros mundos: los del pasado, los del futuro, los de las ciencias, los de las lenguas, los de los sueños. Como decía el politólogo chileno Norbert Lechner, "imaginando otros mundos, se acaba por cambiar también a éste".
La escuela nació para resguardar y transmitir el saber en tanto éste se volvió más complejo; este es un rasgo que está en su propia esencia.
Simplificando, podríamos decir que hay dos modelos de "buena escuela": aquel que postula a la escuela como un centro social, preocupado por educar en ciertos valores y organizar la conducta para evitar la violencia y el conflicto en sociedades desiguales; y el que plantea a la escuela como un lugar de aprendizaje, estrictamente vinculado a la instrucción cognitiva, dominado por el saber experto y los recursos didácticos.
Saltando esa oposición, conviene recordar que también es un lugar en el que se aprende a vivir juntos y ello supone saberes específicos y vínculos con los otros.
Las intenciones más democráticas no pueden dejar de considerar que las sociedades son profundamente desiguales y que el conflicto es inherente a la sociedad misma. La democracia tiene que pensarse más como un movimiento, como una acción que tiende a mejorar las condiciones de participación y de igualdad de todos, y no necesariamente como un punto o sistema fijo.
Este no es, necesariamente, un propósito tradicional de la escuela, pero es una -sana- adaptación de la escuela a los tiempos que corren.
La autora es coordinadora del área de Educación de Flacso Argentina
lanacion.com