Cinco países europeos, a favor de prohibir el burka

Según una encuesta del diario Financial Times, más de la mitad de los votantes de los cuatro países con más población de Europa respaldan la iniciativa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de prohibir a las mujeres el uso del burka.
Mientras Sarkozy sigue adelante con su plan, según el cual la prenda estaría prohibida en los lugares públicos, la última encuesta FT/Harris pone de manifiesto que la medida no sólo cuenta con un importante apoyo en Francia, sino que está ganando un fuerte respaldo entre las poblaciones de Italia, España y Alemania. Además, seis de cada 10 británicos piensan que no debe permitirse el uso del burka en público.
Según el sondeo, aproximadamente 70% de los encuestados de Francia está a favor de prohibir el uso del burka, que cubre totalmente el cuerpo y el rostro de la mujer. En España e Italia, el respaldo a la iniciativa asciende a 65% y 63% respectivamente. Sorprende la actitud de países como Reino Unido y Alemania, ya que en el primero, por ejemplo, siempre predominó una tradición que respeta el derecho individual a manifestar las creencias religiosas. Allí, 57% de la población se inclina por la prohibición.
En Alemania, tradicionalmente reacia a restringir los derechos de las minorías, el apoyo asciende a 50%. En opinión del catedrático de la Universidad de la Sorbona Patrick Weil, experto en identidad nacional, “la encuesta pone de manifiesto que el número de franceses que se oponen al burka es cada vez mayor, como ocurre en otros países de Europa, lo que refleja una mayor sensibilización de la sociedad con respecto a este asunto”.
En EE.UU. la población está menos sensibilizada. Según la misma encuesta, sólo 33% de los estadounidenses se muestra favorables a la prohibición. A pesar de la fuerte oposición al uso del burka, en Europa son pocos los encuestados que afirman estar dispuestos a apoyar la medida como paso hacia la secularización del país.
Ante la pregunta de si respaldarían la iniciativa si fuera acompañada de restricciones a otros símbolos religiosos, como el crucifijo cristiano, sólo el 22% de los franceses se mostraron a favor de la iniciativa.
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