Intolerancia, falta de respeto, el destrato entre alumnos y entre estudiantes y docentes, las actitudes discriminatorias. Los funcionarios de Educación y expertos señalan que la convivencia en la escuela secundaria genera los mayores conflictos de indisciplina, minando las relaciones entre adolescentes y la autoridad adulta.
El investigador del Instituto Gino Germani (UBA) y sociólogo especializado en cultura juvenil, Marcelo Urresti, analiza, a partir de las reacciones contra el autoritarismo surgidas en los años '60, las transformaciones en las relaciones de autoridad entre padres e hijos y profesores y alumnos en las últimas décadas: "Los adultos se hallan desautorizados ante los adolescentes, llegando a trabar los vínculos, los procesos de socialización y educación".
Mariela Romero da testimonio de esta situación. Tiene 38 años y es docente en Psicología nivel terciario, directora de Gabinete Psicopedagógico de alumnos de 12 a 18 años. En su opinión, la violencia verbal es una conducta frecuente entre los adolescentes de hoy. "El impedimento de los docentes a la hora de enseñar es la falta de límites entre los alumnos. Se da, por ejemplo, cuando tutean a los profesores porque no tienen definida la figura de autoridad –dice Romero–. Están desmotivados, aburridos y cuando el docente habla, ellos conversan porque no lo registran. Por supuesto que debe darse un ida y vuelta entre alumnos y docentes: el profesor debe entusiasmar el chico con la clase, buscar la forma para que no se disperse".
Lucía Litichiver, asistente de investigación de FLACSO, estudia en su tesis de maestría los reglamentos y consejos de convivencia escolares. "En los 90 se empezaron a revisar los regímenes de disciplina que eran de 1943 y regulaban las conductas vinculadas a la organización del tiempo y el aliño personal. Las nuevas normativas introducen una preocupación por la convivencia, central para propiciar la formación de ciudadanos participativos, críticos y comprometidos". Generar esos ámbitos de discusión, compromiso y participación resulta el gran desafío de la escuela media para reducir los conflictos de convivencia.
"El vínculo social es un problema universal. Y en el caso de la secundaria tiene un sistema de dos siglos atrás, para otra sociedad y otros alumnos. Es necesario reformularla en todo sentido. En especial, en su sistema de convivencia", opina Mara Brawer, subsecretaria de Equidad y Calidad deEducación de la Nación, Mara Brawer. "Que se les dé la palabra a los chicos disminuye los problemas de convivencia. Pero no quiere decir que no haya sanción. El adulto debe escuchar al adolescente, pero imponerle límites. La sanción es una herramienta más. No la única. El chico lo va a agradecer, porque necesita precisamente eso". La funcionaria detalla acciones exitosas de resolución de conflictos a través de actividades comunitarias, artísticas y deportivas. Introducir talleres de circo, teatro o música ayudó a descomprimir tensiones entre grupos antagónicos. "Lo artístico pesa mucho porque es una vía de escape para la expresión y la comunicación".
El objetivo de estas actividades es revertir "la escolaridad de baja intensidad", concepto del sociólogo Gabriel Kessler para referirse a los alumnos secundarios que no tienen un sentido de pertenencia, un mal que aqueja en especial a los sectores más postergados.
Para resolver estos conflictos, Urresti propone "un cuerpo de docentes unificado que ayude a estrechar los vínculos y conozcan las problemáticas colectivas de sus alumnos". Claro que los consejos de convivencia y los ámbitos de participación todavía están en proceso de expansión. En la ciudad y la provincia de Buenos Aires el proceso tiene mayor envergadura y ya hay leyes que los promueven. Sin embargo, no todas las escuelas lo aplican. Litichever advierte: "A veces, estos espacios degeneran en tribunales de justicia que sancionan a quien cometió una falta sin revisar causas o darse lugar para la discusión del problema. Otras veces son obstáculos burocráticos para tomar decisiones. Igual, son espacios que posibilitan la formación ciudadana de los chicos".
Colaboró Victoria De Masi
clarin.com
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