martes, 11 de agosto de 2009

Facebook alimenta los celos de pareja


¿Y por casa cómo andamos?”, es una de las principales preguntas que se están haciendo los usuarios de Facebook en estos días. Ocurre que la red social ayuda a reencontrar viejos amigos, a conocer gente nueva y hasta a conseguir trabajo, pero falla estrepitosamente cuando se trata de sostener la armonía conyugal en el hogar.
Un estudio cualitativo hecho por la Universidad de Guelph, en Canadá, revela que Facebook facilita los contactos con antiguos novios y novias, y que ese revival trae, además de nostalgias, brutas escenas de celos en la vida “real” (suponiendo que “real” y “virtual” siguen siendo cosas distintas).
“Los contenidos en los perfiles de esta red social pueden llevar a actitudes compulsivas de celos dentro de una relación –advierte la psicóloga Brenda Wiederhold, directora del estudio–. Cuanto más tiempo pasa la gente en Facebook, más probable es que sienta desconfianza por su pareja y que use la red para buscar información adicional que pueda alimentar una eventual celotipia.
La bola de nieve cada vez se hace más grande y puede volverse adictiva. Éste es un excelente punto de inicio para empezar a preguntarnos sobre cómo este nuevo espacio virtual puede impactar en la dinámica de las relaciones adultas y de los demás procesos sociales”.
La investigación, titulada “Más información de la que jamás imaginaste: ¿Facebook hace aflorar al monstruo verde de los celos?”, fue publicada por el periódico de ciberpsicología y comportamiento de Canadá, parte de una premisa: la naturaleza de lo “público” y lo “privado” se vio profundamente alterada con el auge de internet, por eso hoy cualquier individuo usa Facebook como una fuente de información de primera mano.
Un sondeo llevado a cabo por la encuestadora británica YouGov, publicado por el diario Daily Telegraph, coincide de algún modo con las premisas del estudio canadiense: de acuerdo con este relevo, el 20% de los usuarios husmea en los mensajes y contactos de Facebook de su pareja.
Asimismo, la población de “chusmas paranoicos” varía según género y edad: las mujeres alcanzan el 28% dentro de ella, en tanto que los hombres llegan 16%; un 33% de los menores de 25 años confiesa espiar los mensajes y contactos de Facebook de su pareja, mientras que ese número dentro del universo de los mayores de 54 baja a un 12 por ciento. “Estar expuestos a información sobre las parejas sentimentales de nuestros contactos o a la interacción que ellos tienen a través de la red social lejos de despejar dudas las aumenta: cuanto más se sepa peor es –añade la psicóloga Brenda Wiederhold-.
Incluso pueden desatarse conductas paranoicas, porque cualquier mensaje en el ‘muro’ puede ser sacado de contexto y provocar problemas en la relación”. El que busca encuentra. Si un usuario de Facebook revisara pormenorizadamente los contactos de su pareja –también usuaria de esta red social–, probablemente encuentre alguna información incómoda. Aunque no necesariamente vinculada con una infidelidad.
Una tercera encuesta, realizada esta vez por el sitio web británico Lovehearts, publicada por el Daily Mail, subraya que un 95% de los consultados admite revisar constantemente los perfiles de sus ex en Facebook –aunque también en MySpace y Hi5– para ver las actuales parejas que tienen. Esto es: para chusmear a la distancia, pero no mucho más que eso.
Si, así y todo, las intrusiones virtuales terminaran siendo una tortura para la relación, y alguien decidiera darla de baja –a la relación, no a la cuenta en Facebook–, la red social también puede hacer algo al respecto.
De acuerdo con el relevo de Lovehearts, un 48% de los cibernautas menores de 21 años y un 18% de los usuarios entre 22 y 30 años termina su lazo de pareja a través de Facebook.
¿Cómo lo hacen?
El modus operandi es similar al que usó en febrero de este año Neil Brady, un consultor inglés, para cortar con Ema Brady, una organizadora de conferencias de 35 años. Simplemente, un día Ema entró a su Facebook y leyó en el estatus social de su marido la inscripción “Neil Brady ha terminado su matrimonio con Emma Brady”. Lo peor eran los comentarios que había abajo; el más piadoso decía: “Por fin te la sacaste de encima”.
El SMS también mete la cola en las relaciones
La red social Facebook no es la única tecnología que mete la cola en las relaciones de pareja. Los SMS también hacen su gran aporte: la Policía Nacional de Guatemala detuvo ayer a una mujer que le había enviado a su marido un mensaje de texto en el que le contaba que había sido raptada por una red española de trata sexual.
El detalle es que, lejos de ser una víctima, la señora se encontraba de vacaciones en la ciudad de Barcelona, a donde había viajado para encontrarse con un hombre. Para más datos, conocido a través de internet.
criticadigital.com

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