sábado, 23 de agosto de 2008

"El principal generador de violencia contra la niñez es el machismo"



Los padres deben creer a sus hijos cuando se animan a contarles que sufrieron abuso sexual en el contexto de una iglesia o en la escuela", dice Nils Kastberg, director para América Latina y el Caribe de UNICEF. Vino a Buenos Aires para participar en la reunión preparatoria de la región, con miras al III Congreso Mundial de Lucha contra la Explotación Sexual Infantil, que se realizará en noviembre en Río de Janeiro. Y lo primero que registró -y que comenta a la cronista-, fue el juicio contra el cura Julio Grassi."He conversado con niñas abusadas en el contexto de la iglesia, y sus padres no les creían -cuenta-. Si bien los niveles de abuso suelen ser un poco más bajos en las iglesias que en otros ámbitos, el silencio suele ser mucho mayor".

Kastberg es consciente de que el abuso sexual infantil genera estigmas y discriminación en las víctimas -en especial si son varones-, y que eso puede inhibirlas a denunciarlo. "Pero las iglesias se hacen responsables de algo muy serio si contribuyen a generar homofobia y silencio", subraya.

Por ese motivo, Kastberg reclama a las iglesias de todos los credos -y a todas las instituciones que trabajan con chicos, como escuelas y clubes- "que establezcan mecanismos de protección a la niñez; que designen dos o tres personas a las que puedan recurrir si algún miembro de la iglesia quiere abusar de ellos. Ninguno tiene derecho a toquetearlo ni a seducirlo".

El representante de UNICEF también está al tanto de los docentes detenidos por abuso sexual en la Argentina. "Los principales entornos formativos hasta los 15 años -el hogar, la escuela- se están convirtiendo en ambientes de desprotección", advierte. Y recuerda que "la mayoría de los casos de explotación sexual comercial se inició en el ambiente intrafamiliar y en la escuela".

Kastberg lo vincula con la mayor demanda sexual de niñas y adolescentes, en "una sociedad permisiva y demasiado indiferente. Donde no hay valores que se establecen tempranamente, donde se inició al niño o la niña en una seducción abusadora o en una violación, para esa niña o niño se torna menos vil, más aceptable que el cliente le dé dinero, que ir a la casa para seguir sufriendo violencia y violación", explica.
Y agrega que en todos los estudios sobre chicos en situación de calle, "más del 50% de los niños está en la calle por los actos de violencia en su hogar".

Abuso sexual infantil, explotación sexual, tráfico y trata, esclavitud sexual, son distintas caras del mismo problema. "Hace falta una mayor indignación de los hombres mismos contra el comportamiento de los hombres; hacen falta movimientos de hombres que repudien esta forma de mal llamada masculinidad -reclama Kastberg-. El machismo es el principal generador de violencia contra la niñez. Estamos hablando de violación, pero no del hombre que la causa".

Alude también a la violencia de género.
"Donde hay femicidio, hubo abuso y violencia sistemáticos que no fueron tratados oportunamente. Muy a menudo también se da violencia contra los niños. El hombre está convirtiéndose en un factor de desprotección", subraya.

Por eso, el director regional de UNICEF va más allá de la infancia. Para reducir la demanda sexual de chicas y chicos "se tiene que condenar mucho más las actitudes machistas que están detrás. Suecia es el único país que criminaliza al cliente. Hay que lograr un cambio en la mentalidad de los hombres, que son los usadores y abusadores. Porque usar los servicios de una niña -recalca- es un abuso sexual".


Preocupan la pornografía y el turismo sexual
Según Paulo Sergio Pinheiro, quien coordinó el "Estudio mundial sobre violencia" para UNICEF, el contexto de la explotación sexual infantil "se ha tornado enormemente complejo, por la globalización". Esto se vincula con el movimiento de poblaciones y con Internet, y se traduce en chicas y chicos víctimas del turismo sexual y de la pornografía.


En este sentido, el mayor peligro "no es la tecnología, sino el silencio: el turismo sexual ocurre porque no hay control social; y el anonimato en Internet implica un alto riesgo de perversión", observa Nils Kastberg, director latinoamericano de UNICEF.

Pinheiro apunta que "hay maneras de controlar tecnológicamente la pornografía infantil". Y está convencido de que los Estados pueden hacer mucho para reducir la demanda sexual de niñas y niños. "Por ejemplo, interferir en el 'Gulag' que trabaja con el tráfico de niños en turismo: agencias de turismo, hoteles, taxistas, inmobiliarias de alquiler temporario. En Brasil conocemos bien las rutas del tráfico -camioneros, gasolineras, prostíbulos-. Pero éste es un continente donde los varones son muy protegidos".

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