viernes, 22 de agosto de 2008

El 'sex appeal', cuestión de simetría-Los más atractivos son simétricos



ROSA M. TRISTÁN
MADRID.- La simetría corporal es un valor añadido fundamental para tener 'sex appeal'. Si es un varón, esa simetría debe incluir un torso grande, buenos hombros, pechos pequeños, piernas fuertes y una altura aceptable. En el caso femenino triunfan las piernas largas, el pecho considerable, hombros pequeños y una proporción cintura-cadera determinada.
Estas características no son fortuitas ni se trata de modas. Están directamente relacionadas con el potencial reproductor, la calidad de los genes, la capacidad competitiva y la salud, incluyendo la facultad para evitar a los parásitos con más facilidad.
Estas son las principales conclusiones de un exhaustivo análisis realizado por expertos británicos en psicología evolutiva de la Universidad de Brunel (en Reino Unido), publicadas esta semana en la revista Proceedings of National Academy of Science(PNAS).
Los investigadores, dirigidos por William M. Brown, querían comprobar si, tal como predice la teoría evolutiva, un cuerpo asimétrico se relaciona con la enfermedad y se considera una mala opción como pareja.
Investigaciones anteriores ya habían apuntado que los rostros simétricos son mucho más atractivos, pero para Brown y su equipo no eran consistentes, puesto que se basaron en fotos en las que el pelo, las ropas e incluso el ángulo de visión podían haber influido en la decisión final.
Explorador óptico
En su caso, utilizaron un explorador óptico de tres dimensiones, con el que crearon imágenes detalladas de los cuerpos de 77 jóvenes voluntarios (40 varones y 37 mujeres); ellos, con una media de edad de 20,9 años y ellas de 20,5 años.
En total, contaban con 24 sistemas ópticos que captaron y recogieron sus medidas con una exactitud milimétrica. Cada uno de los 24 rasgos utilizados para determinar las fluctuaciones de las asimetrías corporales fueron tomados, al menos, dos veces y en diferentes posiciones: cuello, hombro, pecho, bíceps, pecho, tobillo, muslo, rodilla, etcétera.
A continuación, las imágenes escaneadas y los vídeos, realizados en 360 grados, fueron mostrados a 87 evaluadores, todos ellos también veinteañeros de ambos sexos, que fueron los encargados de calificar los cuerpos que les resultaban más atractivos en una escala de 100 milímetros. Ni la raza, ni el color del pelo o la luz pudieron afectar su elección.
El resultado fue contundente: los cuerpos simétricos resultan más atractivos sexualmente, si bien esa simetría es muy diferente según el sexo de la persona en cuestión. En los varones, se valoraron rasgos con una alta masculinidad, mientras que las mujeres más atrayentes son, precisamente, las que tienen menos rasgos varoniles.
De hecho, en las hembras humanas se considera que la selección de aquellas con una cintura pequeña y cadera grande, pechos de gran tamaño y piernas largas tiene que ver con su mayor índice de fecundidad, lo que las hace más atractivas. En los machos humanos, sin embargo, se valora su fuerza (altura, hombros anchos, piernas más cortas) porque la selección sexual habría dado el éxito a quienes vencen al entrar en competencia con otros cuyos cuerpos mostraban debilidad.
Selección natural
En el caso de la longitud de las piernas, por ejemplo, los investigadores británicos observan una relación directa con el funcionamiento locomotor del ser humano.
De hecho, en un estudio anterior, otros investigadores habían comprobado que para los jamaicanos la simetría en las extremidades inferiores es mucho más destacada que en la parte superior del cuerpo, por la importancia que han tenido las piernas en su selección natural (el resultado es olímpico: el récord mundial de velocidad lo acaba de batir un jamaicano, Usaing Bolt).
"En la muestra actual hemos visto que las mayores fluctuaciones de simetrías se producen en mayor medida en los rasgos de la parte superior del cuerpo, no en las piernas. Estas características locomotoras podrían convertirse en el blanco más importante de selección sexual, por encima de otras que no tienen esta función", argumentan los británicos.
En definitiva, la simetría corporal está directamente relacionada con la atracción sexual humana y, por tanto, a lo largo de millones de años de evolución se han ido concretando sus rasgos mediante la selección natural. De hecho, somos la única especie que ha abandonado las feromonas por un aspecto físico concreto como fórmula de atracción permanente.

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