Cuando la sociedad se sorprende con los niveles de alcoholismo en los jóvenes, como la Argentina en los últimos tiempos, se suele preguntar por qué la juventud echa mano de forma tan generalizada y abusiva a las bebidas. En este estudio se comprueba que quizás se trate de hacer más bello el mundo (y las personas) que los rodean.
Se descubrió que el alcohol hace a las personas más indulgentes con el prójimo, al menos en cuanto a la valoración estética de los otros. Así se confirma, según estudio de la Universidad de Bristol guiada por el profesor Marcus Munafò, la convicción popular de que bajan las pretensiones de belleza cuando se tiene cierto grado de alcohol en sangre. El efecto que los ingleses llaman "los anteojos de la cerveza" es ese que hace a las personas parecer más atrayentes, aunque cuando se va por completo puede hacer aparecer pensamientos muy negativos o antipáticos.
El estudio fue realizado sobre 84 estudiantes universitarios heterosexuales de ambos sexos. A algunos les dieron bebidas alcohólicas aromatizadas con limón, (cerca de 250 ml, lo equivalente alcohólico a una copa de vino) y a otros una bebida de gusto similar pero sin alcohol. A todos les presentaron luego fotos de personas para que dieran sus juicios. Los "alcoholizados" sintieron en promedio más placer por los rostros que vieron. Aunque todos los consultados eran heterosexuales, el aumento de belleza de los otros por el alcohol no fue diferente para un género u otro. La preferencia de hecho aumenta ya sea que se trate de imágenes de varones como de mujeres, informa hoy Corriere della Sera. Al otro día, en estado de perfecta sobriedad, el juicio sobre el aspecto de los fotografiados fue mucho más severo.
La investigación de Bristol irá más lejos y estudiará, en los próximos meses, qué cantidad de alcohol es la que hace "aparecer" la indulgencia. El problema es comprender profundamente hasta qué punto el alcohol no llega allí donde siquiera permite el reconocimiento de imágenes.
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