lunes, 8 de marzo de 2010

En 25 años se triplicó la cantidad de madres solas

Al contraer matrimonio la mujer no perderá los derechos que la ley acuerda a los seres mayores de edad". "La madre podrá ejercer sobre sus hijos la misma autoridad y tutela que el padre". "La mujer casada podrá ejercer toda profesión lícita y la administración así como de lo que ganara con su industria y profesión". "La mujer, sin necesidad de autorización del marido, podrá girar sobre sus haberes, tener libreta de banco y ser socia de cooperativas y de socorros mutuos". "La mujer divorciada, en todos los casos podrá disponer del total de sus bienes". Estos fueron algunos ejes de discusión en el Primer Congreso Feminista Internacional, que se celebró en Buenos Aires con motivo del festejo del centenario de la patria. Cien años después, no hay dudas que hubo grandes avances en muchas cuestiones de género. También hay deudas. Y otra realidad.
Hoy, las mujeres son mayoría en las universidades. Van a la par del hombre en el mercado laboral, aunque no sus sueldos (ver A igual...). Se casan más grandes. O no se casan. Se permiten dudar de la maternidad. Y se animan a criar a sus hijos solas, mientras estudian y/o trabajan. Uno de cada tres hogares tiene "jefa" mujer. Para dar un ejemplo, en los últimos 25 años se triplicó el número de madres solas: el 10% son separadas o divorciadas y el 5% solteras, cuando en el 85 las cifras eran 4,1% y 0,8% respectivamente. Otros cambios: en 1985 el 85% de las madres eran mujeres casadas, cuando hoy lo está el 55%. Entonces sólo el 7,8% eran concubinas mientras que en la actualidad el 30% de las madres conviven con los padres sin haber pasado por el registro civil.
Los datos son de la Fundación Observatorio de la Maternidad, que publicó su Anuario de la Maternidad "Madres en la Argentina. ¿Qué cambió en el umbral del Bicentenario?". En la publicación, las autoras Carina Lupica y Gisell Cogliandro (ambas licenciadas en Ciencias Políticas), explican cómo la maternidad se produce en un contexto familiar dinámico, heterogéneo y más complejo que un cuarto de siglo atrás. Así lo demuestra tanto el aumento de la consensualidad y de la disolución del vínculo conyugal, de las familias monoparentales, de los hogares con dos proveedores o con jefatura femenina, como la disminución del tamaño de los hogares multipersonales. Sostienen las autoras: "Esa casi revolución en la estructura de los hogares implica modificaciones en la significación, dinámica y roles de sus miembros. Hoy, la mayoría de las madres tienen un trabajo extradoméstico, 1pero continúan siendo las principales responsables de las tareas del hogar y de cuidado, lo cual acarrea tensiones al interior de los hogares: doble jornada de trabajo entre las mujeres, limitaciones para su desarrollo laboral o profesional, presión sobre los hombres para que asuman una paternidad más comprometida".
Y agregan: "Todo ello, en un contexto de resignificación social de la maternidad y la paternidad y del ejercicio de las funciones maternas y paternas. En la actualidad, la maternidad dejó de ser concebida como un hecho natural y biológico que le otorga identidad femenina a la mujer para convertirse en una experiencia elegida u opcional y condicionada por pautas sociales, culturales y económicas de la sociedad en la cual se produce. Entre diversas implicancias, esto significa que el proyecto de vida de las mujeres ya no está centrado solamente en ser madre sino que su educación, profesión y desarrollo personal adquieren otra importancia".
De todas maneras, y a pesar de todos los cambios, la maternidad es una cuestión de peso: seis de cada diez argentinas en edad fértil (entre 14 y 49 años) son madres. La cifra era la misma en el censo del 80. Y antes. Lo que redujeron las mujeres fue el número de hijos. El censo de 1869 decía que el promedio de hijos por mujer eran 7. Hoy son dos.
Cada vez más lejos de la casa
Un estudio de Ipsos para Reuters News en 23 países revela que sólo un 9% de los argentinos piensa que "el lugar de la mujer está en el hogar". En cambio, en India lo cree el 54% y en Japón, el 48%. "No llama la atención que la mayoría de los argentinos (91%) esté en desacuerdo con esa frase, dado que cada vez hay menos mujeres cuya actividad sea ser ama de casa: en los últimos 5 años bajó un 5% la cantidad de las que se dedican al hogar como actividad principal -dijo Santiago Rossi, director de Ipsos Mora y Araujo-. El número de las que cumplen el rol de cabeza de familia aumentó el 18% desde el 2005. Y desde ese año existe un 19% más de mujeres de nivel socioeconómico medio y alto con estudios completos".
A igual calificación, menor sueldo
Las mujeres estudian cada día más y llegan a estar tan capacitadas o más que los hombres, pero, como ya se sabe, a igual trabajo, menor sueldo. Y la situación no parece estar cambiando. "A igual calificación los hombres ganan más que las mujeres, cualquiera sea el estadístico que se utilice para medirlo. Por ejemplo, el sueldo promedio de un hombre cuya actividad es calificada como profesional es de $ 4.064 mensuales, mientras que para las mujeres este valor desciende a $ 3.409, un 16% menos. En el caso de personas que realizan actividades no calificadas, el sueldo promedio de las mujeres es un 24% menor", confirma un informe de la consultora Epm Gustavo Quiroga, que se basa en los datos de la última Encuesta Permanente de Hogares. El 18% de las mujeres tienen estudios universitarios completos, contra un 13% de los hombres.
El porcentaje de mujeres que trabajan es similar al de las que se encuentran inactivas, mientras que entre los hombres la gran mayoría se encuentra ocupado (73%). En el 35% de los hogares las mujeres son jefas de hogar, el otro 65% está presidido por hombres. En relación a los hombres, la proporción de mujeres obreras o empleadas es mayor. Por otro lado, mientras que el 26% de los hombres son patrones o cuentapropistas, entre las mujeres este porcentaje es solo del 19%. Entre las mujeres inactivas, la mayoría son amas de casa, mientras que entre los hombres son jubilados.
Otros datos interesantes: el 54% de las mujeres está casada o unida, mientras que entre los hombres este valor se eleva al 62%. Las separadas/divorciadas o viudas suman el 20% de las mujeres, mientras que entre los hombres los que se encuentran en esta condición son sólo el 7%.
clarin.com

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