sábado, 13 de marzo de 2010

La blogger de 13 años que irrita a las editoras de moda

Por Luis Ini
Especial para lanacion.com
Se sienta en la primera fila de los desfiles de moda más importantes del mundo, desde Tokio a Nueva York, pasando por París. Colabora con la prestigiosa revista Harper´s Bazaar , y es columnista de la revista Pop , en donde ha aparecido en la tapa . Diseña remeras que se venden en Internet a casi 50 dólares cada una. Incluso diseñadoras jóvenes en el camino de la consagración la toman de referencia para presentar su nueva línea. Y, por supuesto, tiene una página dedicada en wikipedia . Decir que todo esto le ha ocurrido en menos de un año y medio ya es decir bastante.
Casi podría asegurarse que todo comenzó cuando la protagonista de esta historia abrió su blog , en marzo de 2008, para comentar sus puntos de vista sobre el mundo fashion y, en especial, para manifestar su amor por la diseñadora japonesa Rei Kawakubo, a quien incluso le ha dedicado un rap.
Pero todo esto queda oscurecido por un dato desconcertante, estamos hablando de una niña que recién cumplirá 14 años el próximo 21 de abril.
Tavi Gevinson es la nueva sensación del universo de la moda, y todo conseguido desde los habituales post de su sitio, llamado Style Rookie , algo así como Al estilo de la novata . No se sabe si por interés o curiosidad, pero término medio siempre hay unas 400 personas visitando sus páginas. Eso sin hablar de las que en cada entrada dejan sus comentarios, que pueden superar fácilmente las 100.
Criada en un barrio suburbano de la ciudad estadounidense de Chicago, Tavi alterna su inquietud por el mundo de la moda -sobre el que, hay que decirlo, no tiene una mirada cándida-, con la escuela y su interés por la Grecia antigua y Bob Dylan, entre otros tópicos.
Incluso ella misma marca tendencia con la original indumentaria con la que tanto puede aparecer en los desfiles como en las fotos que publica en su blog. ¿Cómo definir su estilo? Bueno, no es lo que se dice sencillo, tampoco sofisticado, aunque sí sería apropiado citar que superpone texturas, tanto de telas como de estilos.
Pero mejor dejemos que ella misma lo defina.
"Sé que suena cursi, pero para mí, la moda es una forma de arte. Lo he dicho aquí antes, pero lo veo estrictamente de ese modo: no es importante estar simplemente bien o chic . Los diseñadores que me inspiran no se centran en el diseño de ropa sino en las prendas, ¡lo que diseñan es arte! Arte "ponible", que es más divertido que cuadros bonitos en un museo que no se pueden tocar. Dejando mi ignorancia de lado, lo que realmente me molesta es cuando ideas tontas como "Lo que se lleva o no se lleva" y "La policía de la moda" se imponen, ya que toda la diversión está en reunir ropa que combine, un equipo. En mi opinión, la manera más interesante es el anti-fashion . Sin reglas, sin restricciones, sin normalidad, sin complacer a nadie. Mi objetivo es tratar de llegar a algún tipo de personaje detrás de lo que yo uso, ya sea una reina de baile en los 80, o un duende perturbado (...): diseccionar una historia sin tener que decir una palabra. (...) No se trata de lo lindo que sea un vestido, sino de lo que refleja: una personalidad, una historia".
Y tan bien se han leído las opiniones de Tavi que es habitual que firmas de ropa le envíen sus prendas aún antes de lanzarlas al mercado, para que las combine como le parezca y, claro, luzca en fotos que ella misma se toma en el jardín de su casa.
Cuestión de lugar
Sin embargo, como feria de vanidades que muchas veces es, el candelero fashion tiene sus rencillas por problemas de cartel, o de visión, según se mire.
Precisamente eso último adujeron hace dos semanas varias editoras de revistas de moda, sentadas en segunda fila -lo que pone de los nervios a más de uno/a amante de los sitios de honor- en el desfile de Dior en París, cuando un accesorio de la que no pocos consideran la bloguera de moda más famosa del mundo pareció disparar celos y envidias contenidas.
Para tan magna ocasión, Tavi hizo notar en extremo la primera fila que se le había asignado, no sólo por teñirse de gris la corta melena que luce -que junto con las gafas que usa acrecienta cierto toque a señora mayor que tiene-, sino por un enorme moño rosado.
Expresiones como advenediza digital y -paradójicamente- el pleonasmo moda pasajera parecen saltar a la palestra. Menos pasional, aunque posiblemente igual de dolida, reaccionó Sarah Mower, columnista del diario inglés The Daily Telegraph y una de las voces más respetadas del ambiente. Después de describir su ocasional encuentro entre bastidores con Tavi, y de sorprenderse que dejaran pasar a ese exclusivo sector a la niña antes que a ella, Mower dejó caer sobre lo bien o no que hacen los padres de la menor al hacerle perder días de clase y al exponerla como una celebridad.
Después de reconocer que es un prodigio, y que su blog es "alucinante, creativo, bien informado y brillante, con la integridad de una voz verdaderamente independiente, original", la columnista sostiene que Tavi ahora sólo cuenta sus experiencias en la pasarela para la revista Pop, lo que no es estrictamente cierto, agregamos nosotros. "Parece -acusa- que la favorita niña prodigio de la moda ha sido absorbida por el sistema en tiempo récord, el encanto de su voz indie silenciada, después de haber sido comprada por los medios impresos tradicionales".
Y, después de asegurar que "todo está pasando muy rápido para Tavi y me pregunto si su padre sabrá cómo protegerla de eso", concluye con el deseo de que pueda "ponerse al día con las clases perdidas de esta semana, pero es difícil imaginar que un niño sea capaz de volver a la realidad después de eso".
No faltó respuesta en el blog de Tavi. "Mis padres y yo somos los únicos que sabemos cómo gestionar el tema de las inasistencias a clases, cómo se lo toman mis maestros, y cuáles son mis notas, nadie más", escribió. "Me conozco un poco mejor que cualquiera", continúa, lo que "no quiere decir que tenga una total autoconfianza, pero sé lo que no me gusta y sé tomar las cosas con reservas".
Respecto a esa disputa entre bloggers y editores, Tavi se pregunta cómo los periodistas pueden saber si ella hará un buen comentario de la ropa que recibe cuando siquiera se lo han preguntado nunca. "Soy muy selectiva con eso", asegura. "Muchas personas han perdido de vista acerca de lo que realmente va MI blog: diversión, maldita sea."
Y remata: "Un moño rosa gigante no significa que deseo que los editores detrás mío no vean porque los bloggers odian a los editores y viceversa. Iré a la Semana de la Moda de Nueva York. Seguiré usando sombreros. Si usted está sentado justo detrás de mí y quiere ver, sólo dígamelo".
A propósito, mucho dice también de la mirada de la niña que en ese encuentro haya situado como la persona con más estilo a una fotógrafa.
El fenómeno Tavi Gevinson tiene, sin dudas, dos vías posibles de aproximación. Una, la de la moda en sí, un mundo que hace del renovarse su propio sentido. En este contexto, qué mejor que darle voz a caras nuevas, frescas, y que de algún modo aseguren la retroalimentación a futuro.
Por otro lado, está la esfera de las nuevas tecnologías, en general, el suceso de los blogs más puntualmente, y en particular la posibilidad de que, como Tavi, cualquiera puede tener presencia en la red, en este caso, desde el llamado mundo preadolescente, porque, seamos sinceros, hasta que no apareció esta posibilidad ¿quién consideraba seriamente las opiniones de un niño? Todo hay que decirlo, ella no es un caso aislado dentro del mundo de la moda .
De hecho, parece que un nuevo récord está a punto de romperse. O al menos eso es lo que ha querido aparentar el sitio racked.com , que ha mandado a cubrir la Semana de la Moda de Nueva York a una blogger de ¡cinco años! Todo el asunto se descubre cuando en los mismos comentarios la editora del sitio, ante las críticas despertadas, aclara que se trató de "un experimento", que la niña "no escribe sus entradas, tiene cinco años", y que todo es "una broma como respuesta al movimiento de niños bloggers tan de moda en estos momentos. A veces -sintetiza- es bueno dar un paso atrás y tener una mirada divertida y alegre a las cosas que suceden en la industria de la moda".
En cualquier caso, todo este tipo de situaciones viene sumar argumentos contra esa vieja, absurda y estúpida idea de que sobre gustos no hay nada escrito.

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