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domingo, 6 de mayo de 2012

Mitos y verdades del público del Colón

NUEVA YORK.- Una tarde de 2002, Claudio Benzecry subió en un ómnibus frente al Teatro Colón y viajó más de 50 kilómetros con un grupo de fanáticos de la ópera hasta el Teatro Argentino, de La Plata, para ver el estreno de una puesta de La Bohème . Durante el trayecto, una mujer se le acercó y le preguntó quién era: "Acá nos conocemos todos y nunca te había visto". Cuando el sociólogo Benzecry le explicó que estaba en aquel ómnibus porque quería estudiar al público de la ópera en la Argentina, especialmente el público del Teatro Colón, la mujer le respondió: "Muy inteligente de tu parte. Hiciste muy bien en venir acá".
 
Y después le dio una recomendación que terminaría siendo clave: "También deberías ir a la parte del teatro donde la gente asiste de pie. Ahí aprenderás unas cuantas cosas. Los que van al gallinero son los que realmente aman la ópera y saben todo sobre ella". Benzecry, que estaba preparando su tesis de doctorado en sociología para la Universidad de Nueva York (NYU), aceptó el consejo de la mujer y dedicó los años siguientes de su vida a estudiar al público del Colón en general, pero en particular al muy peculiar e inclasificable grupo de gente que llena los tres pisos más altos del teatro. La investigación y el esfuerzo de Benzecry se vieron recompensados el año pasado con la publicación de un libro en inglés, editado por la editorial de la Universidad de Chicago, y su publicación, este mes, de la versión en castellano, El fanático de la ópera: etnografía de una obsesión , editada por Siglo XXI Editores.
A mitad de camino entre el libro académico y la crónica periodística, Benzecry, de 40 años, narra su propio descubrimiento del submundo que habita en los techos del Colón (en la tertulia, a donde sólo pueden ir hombres; la cazuela, sólo habitada por mujeres, y el paraíso, donde pueden ir parejas) y descubre que la pregunta más interesante es: ¿qué quiere decir "enamorarse" de algo como la ópera? Hijo del director de orquesta Mario Benzecry, el autor incorpora también sus recuerdos como niño y adolescente entre las bambalinas del Colón -donde su padre dirigió varias veces a la Filarmónica de Buenos Aires y, durante dos años, a la orquesta del ballet- para poner en duda algunos de los preceptos de la sociología. Leyendo a Pierre Bourdieu y otros autores clásicos, Benzecry había aprendido que el público de alta cultura quiere "distinguirse" socialmente y moralmente de otros grupos. Pero Benzecry, recordando a las personas que se acercaban a su padre en los años 80 y las personas que conoció en los primeros tramos de su investigación, como aquella mujer en el ómnibus a La Plata, sintió que en el público del Colón había algo más que pretensiones sociales. Eso es lo que quiere probar en el libro: que el público de los pisos altos del Teatro Colón -normalmente de clase media, formado por personas solitarias y algo tristonas que saben muchísimo de ópera- no sólo va al teatro para ganar estatus social, sino también para expresar una variante extraña del amor: el amor por la ópera.
-¿En qué momento empezaron a chocar sus recuerdos de infancia con sus lecturas académicas?
-Mi recuerdo de cuando era chico era que la gente que se acercaba a mi viejo o a los músicos después de la función era gente con la ropa gastada, pitucones en los hombros y que hablaba como los viejos hinchas de fútbol: «Yo lo vi debutar a usted con el violín en 1954». Cosas así. Después, cuando empecé a leer a Bourdieu y otros autores sobre los gustos de las elites, vi que aparecía todo el tiempo la asociación entre música clásica, ópera, alta cultura y capital cultural. Y sentí que había un desajuste entre lo que la sociología dice sobre cómo funcionan esos mundos y mi experiencia y mi recuerdo. El registro de estatus y clase social también existe, por supuesto, pero no es el único.
-O sea que hay algo más. La gente no va al Colón para aparentar.
-Exacto. Hay una relación con el estatus, pero funciona muy distinto. La versión de la sociología más clásica es: yo cambio esto por otra cosa. Yo acepto ir al Colón y cambio eso por figuración social o conocer gente para conseguir un trabajo o un negocio. Yo me encontré con algo que era incambiable, porque si vos decís que vas al Colón cuatro veces por semana, es probable que lo vean como medio raro.
-¿Cómo definiría a estas personas? En el libro dice que la mayoría es de clase media, desde abogados hasta empleados estatales.
-Socioeconómicamente no me terminó de quedar claro. Con la que hablé, me decían que habían nacido o tenían familia en Arrecifes, Salto, Colonia Pringles, las afueras de Bahía Blanca. Se repetían los mismos nombres, donde probablemente paraban compañías itinerantes que hacían fragmentos de óperas. En la Capital, aparecían muy mencionados barrios clásicos de clase media, como Flores, Floresta y Devoto; además de Avellaneda y Lanús. Y también está la cuestión italiana, cuyos inmigrantes tenían una fuerte tradición de afición por la ópera. Algunos te cuentan que ingresaron en la ópera yendo al viejo teatro Marconi, que estaba en Once.
-¿Los de arriba son más fanáticos que los que tienen abono?
-No, no. Es algo que se dice, pero yo, de hecho, conocí arriba a personas que tienen abono, pero que cuando quieren ver una ópera por segunda vez, van arriba. Porque es imposible sacar cinco abonos. Quiero decir: a diferencia del público tradicional y de los fundadores del Teatro Colón, que eran las viejas familias tradicionales, la gente de arriba no tiene la fantasía de ver a una Argentina potencia, moderna, integrada al mundo y a la alta cultura. Además, en los últimos 20 o 30 años el Colón dejó de ser un lugar importante de circulación social, en términos políticos y socioeconómicos. Los presidentes y los jefes de gobierno ya no van a la ópera. La red de las familias tradicionales todavía existe -Amalita donaba plata todos los años-, pero eso financiaba el 10%, como mucho, del presupuesto del Colón.
-¿Hubo algún afecto de la crisis de 2001-2002 en el público del Colón?
-Los fanáticos de la ópera durante mucho tiempo sintieron que el Colón era una especie de isla, o de refugio, de la decadencia del país. Ni el peronismo ni la dictadura, por ejemplo, se metieron demasiado en el Colón. Ya no lo es más. O por lo menos no lo era cuando yo hice las entrevistas, en 2005 y 2006. Me decían que los músicos ahora «tocaban en mangas de camisa». O me marcaban la suciedad, la decadencia del edificio, los vagabundos durmiendo en la puerta, los volantes de «cambio cartucho de impresora» pegados en las paredes. Sentían que había una degradación de afuera hacia adentro del Colón. Y aparecían muchos de los reclamos de la clase media de esa época: «Esto es el Colón piquetero». O: «Esto es una oficina pública con escenario».
-En el libro dice que el público del Colón valora mucho "saber" de ópera. ¿Saben de verdad o fanfarronean?
-En general, saben de verdad. Tienen ese ethos de la clase media de ganarse el mérito, de «hago esto y lo hago bien porque me esfuerzo». Pero, además, algo que ocurrió específicamente en el Colón es que el público de arriba se desarrolló casi al margen del público de abono, en buena parte porque el Colón tiene puertas de entrada distintas para cada uno de estos grupos. La gente de los palcos entra por Libertad y los de arriba entran por Viamonte o Tucumán, según el sector. Y nunca se cruzan. Nunca dicen: «Vamos a tomar un café» y están mezclados los de los palcos con los de cazuela y tertulia. Y eso significa que se armaron normas de reclutamiento y etiqueta propias, sin necesidad de copiar las de la elite.
-Da la impresión de que les gusta hablar de sí mismos.
-Mucho. Cuando me veían con el bloc o se enteraban de que estaba estudiando al público, venían y me decían: «Anotá esto», o «Acá lo importante es...». Para mí fue superdisfrutable, en parte porque el público del Colón es gente que no tiene a quién contarle esto. Hay mucha gente sola, o que va al Colón empujada porque no tiene otros espacios dónde compartir su pasión por la ópera y eso a su vez refuerza el ir al Colón, que es el único lugar donde puede hablar del tema. Algo que me decían mucho era: «Acá me entienden y me respetan».
-¿Charlan mucho entre ellos, se hacen amigos?
-Sí, pero los momentos de sociabilidad son cortos. La gente va un rato antes a sacar la entrada. Conversan ahí y durante los intervalos, pero no durante la música, porque está supermal visto. A mí lo que me llamó la atención es que a la salida no se habla. Hay un desagote fuertísimo de hablar en la escalera, yendo hacia la salida, pero después cada cual se va por su lado. Yo tenía la fantasía de que iba a tener unas cenas buenísimas, pero no había nada de eso.
-¿A ellos les gustaría que la ópera fuera más popular, o les gusta sentirse exclusivos?
-Es raro, porque, por un lado, creen que la ópera es lo máximo, y por eso debería gustarle a mucha más gente. Pero la ópera no es una marca de clase, es una marca de espiritualidad. Les gusta que vayan chicos de las escuelas al Colón, y al mismo tiempo, se ven a sí mismos como parte de una elite. ¿Qué pasaría si se abrieran las compuertas del Colón y el Gobierno declarara un «Opera para todos»? No sé si les gustaría.
-¿Se sienten como una especie de refugiados culturales?
-Yo digo que hay un «efecto Asterix». Ellos hablan mucho de la decadencia cultural argentina y, en esta narrativa, se ponen a sí mismos como la última aldea que resiste al invasor. Muchos son antifutboleros, pero mucho más que eso critican la cultura basura, a Marcelo Tinelli. A Tinelli le pegan con todo lo que hay.
lanacion.com

lunes, 9 de abril de 2012

El TOC, un trastorno que puede volver la vida una pesadilla

A Carla la obsesionan los gérmenes. Su ritual diario consiste en trapear los pisos de su casa una y otra vez con lavandina. A Raúl, en cambio, le preocupa al extremo el orden, la simetría y la exactitud. Gran parte de su rutina cotidiana se basa en acomodar –por ejemplo– su escritorio de trabajo. Raúl y Carla son dos de las 800.000 personas que padecen un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) en nuestro país. Es un problema que afecta a niños, adolescentes y adultos y que, por lo general, comienza de una manera sencilla hasta paralizar por completo a la persona; inclusive puede llegar a complicar a todo su entorno familiar.
“Es infinita la serie de amenazas que pueden surgirle a una persona que padece TOC”, explica Pedro Horvat, médico especialista en psiquiatría y psicoanálisis y miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). Horvat añade: “Es un trastorno en el cual un impulso se apodera de la persona, que de inmediato tiene que hacer algo porque siente que si no lo anula, algo muy grave puede ocurrir. Hay un montón de teorías acerca de las causas que lo originan. Van desde la genética a alteraciones de transmisores neuroquímicos. Aunque, seguramente, la verdad está en el medio”.
Despegarse de las obsesiones es difícil. “Las personas intentan apartarlas, pero no lo logran. Se trata de un trastorno que impide el desarrollo de una vida cotidiana normal, ya que insume mucho tiempo del día y energía psíquica”, detalla Liliana Novaro, médica psicoanalista y psiquiatra de la Asociación Psiquiátrica Argentina. ¿Cuál es el ADN del TOC? “Tiene obsesiones y compulsiones. Uno puede tener obsesiones y no tener un TOC”, cuenta Juan Cristóbal Tenconi, psicoanalista de la APA y psiquiatra, presidente del Capítulo de Psiquiatría de Interconsulta y Psiquiatría de enlace de la Asociación de Psiquiatras de la Argentina. “La compulsión es un movimiento, un acto motor, que realizás para evitar tener la obsesión”, grafica Tenconi. Y sobre la naturaleza del TOC agrega: “Es un trastorno grave, no livianito. La persona que lo tiene la pasa realmente mal. Pierde gran parte del día en hacer rituales o está carburando todo el tiempo la obsesión”.
Para desterrarlo, los especialistas recomiendan un tratamiento combinado con psicofármacos y terapia. Depende de la gravedad del entorno, de las sugerencias de los profesionales y hasta de la preferencia del paciente, pero existen varios tipos de psicoterapias que abordan el trastorno. El tratamiento debe extenderse hasta que la persona restablezca una vida normal con capacidad afectiva, de disfrutar, de trabajar. “Muchas veces, las personas interrumpen los tratamientos cuando se sienten bien, pero es prematuro porque la mejoría no se encuentra aún consolidada”, agrega Liliana Novaro.
Más allá del tratamiento, los expertos dicen que reducir el nivel de ansiedad también contribuye para ayudar a la persona afectada. Los ejercicios de relajación, meditación, respiración o de gimnasia como la natación favorecen para disminuir el grado de ansiedad, permitiendo controlar nuestra mente y proporcionando un estado de tranquilidad y descanso físico y mental.
Claves
* Estos son algunos tips que sugieren los especialistas para reconocer si una persona padece trastornos obsesivo-compulsivos.

* Suele presentarse una idea desagradable sucesivamente por diversas razones que se le impone en la mente a la persona y le causa malestar (obsesión).

* Hay algún acto o pensamiento que es precedido por una fuerza mental interna o una obsesión apremiante que genera angustia y lucha interna (compulsión).

* Ese acto (compulsión) suele ser reiterado, ocupar mucho tiempo, ser rígido y sin sentido aparente para un observador. Al realizarlo, disminuye la angustia.

* No hay consumo de sustancias, otro cuadro psiquiátrico o problemas médicos que puedan justificar el cuadro.

* Si estas premisas son afirmativas (sobre todo las tres primeras, ya que la cuarta no la puede evaluar directamente el sujeto involucrado) es probable estar en presencia de un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).

El diagnóstico se subió a escena


La obra teatral “TOC TOC”, del autor francés Laurent Baffie –que deja al desnudo la historia de seis personajes que padecen trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) mientras se encuentran en la sala de espera de un psiquiatra con el fin de solucionar sus problemas– disparó la consulta en los consultorios. Según especialistas, en realidad son los diagnósticos rotan y se van poniendo “de moda” con el paso de los años. Hace unos años, sin ir más lejos, los ataques de pánico o los cuadros bipolares estaban en voga. “Se ponen de moda por razones que van desde un descubrimiento medico, al interés de los medios y de los laboratorios. Lo cierto es que hay un interés general creciente por lo que son trastornos emocionales. Lo importante es que el diagnóstico sea hecho por un especialista porque muchos suponen que si son más ordenadas que su vecino tienen un toc. Y esto no es así. Todos en algún punto tenemos síntomas”, agrega Horvat.
clarin.com

jueves, 16 de febrero de 2012

El funeral de Whitney Houston se transmitirá por Internet


Millones de admiradores de Whitney Houston en el mundo podrán seguir por Internet el funeral que se efectuará el sábado en memoria de la artista que falleció el fin de semana último.
El funeral de Houston se efectuará en la Iglesia Bautista de la Nueva Esperanza, donde ella cantó cuando era niña. Sus admiradores podrán despedir vía Internet a la cantante a través del sitio http://livestream.com/aplive y la ceremonia también estará disponible para otros medios vía satélite, según informó la agencia de prensa AP.
El panegírico dedicado a la artista estará a cargo del cantante de gospel Marvin Winans, ganador de un Premio Grammy y amigo de mucho tiempo de la familia.
Numerosos admiradores se han reunido y colocado flores afuera de la iglesia de Newark, Nueva Jersey, donde se efectuará el funeral. La familia Houston dispuso que sólo asistan al acto invitados para tener cierta privacidad.
Al término del funeral, el cuerpo de la cantante será sepultado en el Cementerio Fair View en Westfield, Nueva Jersey, según lo indica el certificado de defunción de la artista. El padre de la cantante, John Russell Houston (hijo), fue inhumado en el lugar en 2003.
Por su parte, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, defendió su decisión de que las banderas sean puestas a media asta el sábado en las oficinas de gobierno en memoria de Houston, a pesar de los correos electrónicos y otros mensajes que recibió que lo critican a él y a la cantante.
La cantante y actriz Whitney Houston murió el sábado a los 48 años en Beverly Hills, California.
El gobernador republicano dijo el miércoles que rechaza las quejas de que Houston "dejó perder las cosas buenas que hizo" debido a las dificultades de ésta en su lucha contra la adicción a las drogas.
En Los Angeles, mientras tanto, los investigadores del Departamento Forense han solicitado archivos de los médicos de la cantante y de las farmacias que surtieron los medicamentos encontrados en la habitación del hotel donde se le encontró muerta.
La cantante fue encontrada sumergida en el agua de una bañera por una de sus colaboradoras horas antes de que asistiera a una gala previa a la entrega de los premios Grammy.
lanacion.com

domingo, 12 de febrero de 2012

Murió la cantante Whitney Houston


LOS ANGELES-. La cantante Whitney Houston murió ayer a los 48 años en un hotel de Beverly Hills por causas aún no determinadas, informó Mark Rosen, miembro de la policía de la ciudad estadounidense, cercana a Los Angeles.
Rosen dijo, en una conferencia de prensa, que la artista murió a las 03:55 horas (23:55 GMT) de ayer en una habitación del cuarto piso del hotel Hilton de Beverly Hills.
Los médicos no lograron reanimar a Houston, pese a que realizaron ejercicios de resucitación. "Los médicos de emergencia hicieron todo lo posible, pero no pudieron hacer nada más", dijo el portavoz policial.
"No hay signos evidentes de un hecho criminal", afirmó Rosen. El deceso de Houston "está siendo investigado por detectives de la policías de Beverly Hills".
Rosen no pudo decir si la muerte estaba relacionada con las drogas. "Inicialmente no pudimos hallar ningún indicio, pero estamos muy al comienzo de nuestra investigación", añadió.
Una persona de su entorno fue la que llamó a la emergencia médica. "No puedo decir exactamente quién fue. Pero estaban presentes amigos, familiares y colaboradores, quienes identificaron a la señora Houston".
Sólo unas pocas horas antes de su muerte habían circulado especulaciones sobre proyectos nuevos para Houston, entre ellos en el popular show "The X-Faktor", donde era posible que integrara el jurado.
Su representante, Kristen Foster, informó hoy que la cantante había fallecido. Las causas y el lugar de la muerte de la estrella del pop aún se desconocen, pero su salud estaba visiblemente mermada en los últimos tiempos por sus problemas con las drogas.
Houston enseguida se convirtió en una de las más admiradas cantantes femeninas de todos los tiempos. En la cima de su éxito en las décadas de 1980 y 1990, Houston era la chica dorada del sector musical y una de las artistas con mayor venta de discos. Entre sus éxitos están "How Will I Know'' , "Saving All My Love for You'' y "I Will Always Love You''.
Ganó múltiples premios Grammy, entre ellos álbum del año, e incluso participó en películas como El guardaespaldas . Pero al final de su carrera las drogas le pasaron la factura, su voz se volvió rasposa y enronquecida y las ventas de sus discos se desplomaron.
En el Billboard Hot 100 ocupó por siete veces consecutivas el primer lugar, batiendo el récord de Diana Ross & The Supremes y The Beatles.
Fue una de las mujeres con mayor éxito discográfico: es la cuarta mujer por el número de ventas en Estados Unidos, con 55 millones de discos y posee el primer puesto en la clasificación de los artistas negros de mayor suceso en el mundo junto a Michael Jackson.
En 2008 el libro Guinness de los Primados declaró a Houston la artista más premiada y popular del planeta.
La revista Rolling Stones colocó a Whitney Houston en la lista de los 100 cantantes más importantes de todos los tiempos.
Tras un período de declinación en 2000 debido a durísimos contratiempos personales y causas legales contra su ex marido, en agosto 2009 salió un último álbum de la artista llamado "I look to you".
AP, Reuters, DPA, ANSA y EFE .
lanacion.com

martes, 7 de febrero de 2012

El cuadro más caro de la historia: US$ 250 millones por un Cézanne

La familia real de Qatar que lidera el emir Hamad bin Jalifa Al Thani pateó el tablero del mercado internacional de arte. Pagó 250 millones de dólares por Los jugadores de cartas , de Paul Cézanne. La compra se realizó en 2011, pero recién trascendió en los últimos días y sin demasiados detalles. La revista norteamericana Vanity Fair dio la primicia el jueves pasado. Desde el fin de semana diversos medios de todo el mundo –incluido Clarín – se hicieron eco de los rumores y acreditaron el nuevo récord, que desde 2006 y hasta ahora ostentaba la pintura #5 de Jackson Pollock.
Sin embargo, ni las autoridades qataríes ni sus voceros confirmaron públicamente la compra. El último propietario conocido de la obra es el magnate griego George Embiricos, fallecido el año pasado y dueño de una de las colecciones privadas de arte más valiosas de todo el mundo. Según Vanity Fair, antes de que la familia demostrara interés en el cuadro, dos marchantes de primera línea como William Acquavella y Larry Gagosian llegaron a ofertar 220 millones de dólares por la pintura. Entre los intermediarios de la compra –que con impuestos y comisiones se calcula en más de US$ 300 millones– se cuentan Lionel Pissarro, nieto del pintor Camille Pissarro; el distribuidor Segalot Philippe; y Guy Bennett, ex jefe de arte impresionista y moderno de la casa de subastas Christie´s.
Ahora se presume que Los jugadores de cartas compartirá espacio con obras de Mark Rothko, Damien Hirst y Andy Warhol, entre otras piezas multimillonarias, en el imponente Museo Nacional de Qatar, que reabrirá sus puertas al público en 2013. La revista The Art Newspaper calificó a la familia real como “los mayores compradores de arte contemporáneo del mundo”. La publicación especializada señaló que la hija del emir, Mayasa, pretende “convertir el rico estado petrolero del desierto en un centro cultural capaz de rivalizar con París y Nueva York”. Ella y Mozah, la segunda esposa del emir dirigen desde la Autoridad de Museos de Qatar (QMA) la política cultural del reino. “Estamos haciendo de Qatar el lugar para ver, explorar y debatir las creaciones de artistas árabes de la era moderna y de nuestro tiempo”, señaló Mayesa en declaraciones recogidas por el diario El País. Entre sus principales consejeros a la hora de invertir en arte se cuentan el ex director de la National Gallery de Londres, Jacob Rothschild, y el antiguo director de Christie’s, Edward Dolman.
La revista de negocios Forbes, en tanto, recordó que en 2005 el hijo del emir, Saud Al-Thani, que entonces tenía 38 años– fue detenido e investigado por “malversación de fondos públicos” por sus adquisiciones de obras arte que superaron los mil millones de dólares.
La distancia entre el nuevo récord que marcó el cuadro de Cézanne y el anterior –de Pollock– llamó la atención de los especialistas. Algunos criticaron por lo bajo la paradoja que supone exponer Los jugadores de cartas en un país en el que las leyes islámicas prohiben el juego y las bebidas alcohólicas, dos elementos que sobresalen en la pintura.
clarin.com

martes, 27 de diciembre de 2011

Baldosas intervenidas, un modo de llamar la atención


SANTA FE.- También el arte puede estar en el piso. Pero con un significado diferente. Así lo entendió un grupo de artistas plásticos de Rosario, que se dedica a reemplazar las baldosas rotas de las veredas de la ciudad por otras que ellos mismos diseñan y pintan con la intención de reparar el espacio público, con un valor agregado. La repercusión que alcanzaron es tanta que ya varias provincias se mostraron interesadas en repetir la experiencia.
El grupo se denomina "Compartiendo Capital", y es liderado por los artistas Fabricio Caiazza e Inne Martino, autores del Proyecto Anda, puesto en marcha en Rosario.
"No buscamos reemplazar al Estado, sino intervenir de una forma amable e ingeniosa en el cuidado de los espacios comunes. En Rosario hay una o dos baldosas diseñadas por barrio, porque hay muchas que están rotas. Le puedo asegurar que los peatones se sorprenden cuando caminan y observan que en el hueco donde faltaba una baldosa hay otra con un motivo colorido o un dibujo. Todo esto es simbólico, porque al colocar la nueva baldosa diseñada también se está señalando el deterioro que presenta la vía pública", apuntó Melina Torres, una de las colaboradoras del Proyecto Anda. "No se nos ocurriría tampoco salir a tapar los innumerables huecos que tienen las veredas. Esto es un modelo posible que proponemos, un modo de hacer con los vecinos y los artistas", añadió.
Para el trabajo se emplean los moldes de PVC de 15 o 20 centímetros cuadrados, que son fabricados por los propios artistas. "Los dibujos son simples, generalmente figuras abstractas, porque no hay mucho espacio para hacer grandes creaciones", apuntó Torres.
Los artistas investigaron el proceso de construcción de las baldosas calcáreas y visitaron una antigua fábrica rosarina, fundada por un inmigrante italiano de apellido Callaci, para conocer sobre el patrimonio histórico de la ciudad. "Fue entonces que tomamos datos de algunas de sus técnicas y secretos, y una vez que aprendimos todo eso, lo subimos a Internet ( proyectoanda.com ) y por medio de videos ahora cualquier vecino puede descargar esa información, que enseña cómo fabricar baldosas, y hacerlas él mismo", explicó Caiazza.
Ante una consulta, el artista consideró que "lo más importante es que la idea, que ya fue aplicada en el barrio porteño de Villa Fiorito, ahora será replicada en otros lugares del país, como San Juan". Y añadió que desde Sudáfrica se comunicaron pidiendo información sobre las "baldosas de autor" y que el Discovery Channel difundió el proyecto.
La idea, financiada por el Fondo Nacional de las Artes, fue valorada por los vecinos de Rosario. "Hasta nos ofrecieron el frente de sus casas para que nosotros colocáramos en sus veredas una baldosa", señaló Inne Martino, otra de las responsables del proyecto, del que además participan los artistas plásticos Silvia Lenardón; Pablo Bofelli; Carla Colombo, Aníbal Pérez, y Jorgelina Saigo.
lanacion.com

viernes, 16 de diciembre de 2011

El artista más influyente de China, una molestia para el discurso oficial


El mundo primero lo conoció por su obra. Fue quien pensó el proyecto del Nido del Pájaro , el Estadio Olímpico de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, que se destacaba por sus tiras de acero alrededor de la estructura similares al lugar donde las aves ponen sus huevos. Hace tres años era el orgullo estético de un país que se mostraba al mundo con el deporte. Pero desde entonces la vida de Ai Weiwei (53) cambió drásticamente. Sus críticas al Gobierno de China lo sacaron del pedestal y lo pusieron en la mira junto a centenas de disidentes.
El 3 de abril fue secuestrado en el aeropuerto de Pekín por agentes de policía y lo mantuvieron cautivo hasta finales de junio. “En China no hay ley. Nunca podré ganar este caso en los tribunales. Todos son lo mismo”, explicó Weiwei en una entrevista al diario El País de España, en su casa, vigilada por dos cámaras de seguridad.
En la denuncia que hizo tras su liberación, relató que dos hombres lo capturaron en el aeropuerto, le vendaron los ojos y lo llevaron a un búnker. Ante los pedidos de paradero, fuentes oficiales respondieron acusando a Weiwei de colocar pornografía en Internet, de copiar el trabajo de otros artistas y de irregularidades tributarias.
Me ataron con las esposas a una silla y comenzaron los interrogatorios.
Me arrestaron por mis críticas al Gobierno. Solo puedo utilizar sus palabras, me dijeron que querían hacerme parecer malo ante la gente. Me sometieron a 50 interrogatorios y a otros 20, a gente vinculada a mí”, detalla quien fue catalogado este año por la prestigiosa revista británica Art Review como “la figura artística más poderosa del mundo” .
El comienzo de su enfrentamiento al Partido Comunista chino fue luego de las muertes de 5.000 chicos en el terremoto de Sichuan, también en 2008. El derrumbe de decenas escuelas, según activistas críticos, fue por la construcción de baja calidad debido a la corrupción. Su campaña para conocer los nombres de todos los chicos provocó la reacción de las autoridades, que temían una reacción social por la sensibilidad que había provocado el caso.
“No busco hacer política, nunca fue mi intención. Pero la vida no permite evitar gestos políticos en una sociedad muy politizada. Yo soy artista.
Todo mi arte gira en torno a la libertad de expresión y el derecho a comunicar mis ideas . No es sólo sobre un lienzo o una escultura”, afirma Weiwei.
Por último remarca: “Yo no digo que todo lo que dice el Gobierno es erróneo. Pienso que hubo gran cantidad de mejoras.
Pero, ¿por qué no dejar hablar a otras voces cuando son distintas? No tienes por qué creerme, no tengo por qué gustarte, pero no puedes simplemente aplastarme, basándote en acusaciones falsas.
clarin.com

lunes, 5 de diciembre de 2011

Denuncian anorexia en la Scala de Milán

EL CUERPO DE BALLET DE LA SCALA DE MILÁN ES UNO DE LOS MÁS PRESTIGIOSOS DEL MUNDO. OFICIALMENTE COMENZÓ A FUNCIONAR EN 1778.
En vísperas de la nueva temporada de La Scala de Milán, una de las luminarias de la compañía de ballet reveló dramáticamente el grado de bulimia y anorexia que existe entre las bailarinas . Rompiendo la regla tácita de no hablar de los trastornos de la alimentación en el cuerpo de danza de elite de Italia, Mariafrancesca Garritano contó que una de cada cinco bailarinas que conocía era anoréxica y, como consecuencia de ello, muchas ahora no podían tener hijos .
“La posibilidad de que me echen se me cruzó por la cabeza pero amo a La Scala, me importa lo que le pase, y es por eso que espero que las cosas cambien ”, dijo Garritano (33), que obtuvo un lugar en la academia de la compañía a los 16 años.
La Scala, uno de los teatros más antiguos y prestigiosos del mundo , inaugura su nueva temporada el miércoles con la ópera Don Giovanni , de Mozart. El evento tradicionalmente atrae a lo más granado de la política y la industria italianas, así como a la realeza extranjera. Pero detrás de la rutilante fachada de la compañía, no todo está bien entre las bailarinas , según expresó Garritano, que contó todo en el libro La veritá, vi prego, sulla danza! ( ¡La verdad, por favor, sobre la danza! ).
Anorexia y bulimia son dos de los trastornos de la alimentación más comunes. La película El cisne negro , un drama psicológico, ofrece un dramático retrato de ellos (ver Los padecimientos...). Las repetidas advertencias sobre las presiones para que las jóvenes bailarinas castiguen su cuerpo en busca de la perfección física hasta ahora fueron desoídas en Milán, denunció Garritano. “Cuando estudiaba, de adolescente, los instructores me llamaban mozzarella y buñuelito chino delante de todos ”, recuerda. “Reduje mi ingesta a tal punto que mi menstruación se interrumpió durante un año y medio cuando tenía 16 y 17 años y adelgacé hasta pesar 43 kilos”.
Garritano dijo que siete de cada diez bailarinas de la academia sufrieron la interrupción de su ciclo menstrual mientras competían por comer menos. “Me las arreglaba con una manzana y un yogurt por día , confiando en que la adrenalina me ayudaría a cumplir con los ensayos”, sostuvo. “Algunas bailarinas debieron ser llevadas de urgencia al hospital para que las alimentaran con sonda, otras tuvieron cuadros depresivos y aún hoy necesitan terapia”, agregó. Las jóvenes también recurrían a cirugías de reducción de mamas para mantener una figura esbelta. “Están locas: yo primero soy mujer, después bailarina”, dijo. Según Garritano, una de cada cinco estudiantes se había vuelto anoréxica y un número más reducido bulímicas. Actualmente observaba la misma proporción entre sus colegas, “no sólo en La Scala sino también en toda la profesión. Y muchas ahora no pueden tener hijos ”.
Una vocera de La Scala no accedió a hablar sobre el tema. Garritano aseguró que le habían dicho que no hablara públicamente. “Quería alertar al mundo sobre esto y, gracias al libro, las estudiantes y sus madres ahora me hacen preguntas a través de Facebook”, reveló. “Todo lo que hace falta es que más bailarinas de ballet, más conocidas que yo, den un paso al frente y hablen”.

Los padecimientos de Nina

Nina (una flaquísima Natalie Portman) es bailarina en una compañía de ballet de Nueva York cuya vida se consume totalmente con la danza. Vive con su obsesiva madre, ex bailarina (Barbara Hershey), que ejerce un control asfixiante sobre ella. Y debe soportar las exigencias del director artístico del ballet (Vincent Cassel), que le propone interpretar los dos roles principales de El lago de los Cisnes . A partir de este disparador, El cisne negro (2010), dirigida por Darren Aronofsky, muestra el exigente mundo del ballet y los padecimiento y sacrificios que atraviesa Nina en búsqueda de la perfección y, más aún, la liberación. El filme recibió cinco nominaciones a los Oscar (entre ellas, mejor película), y ganó una estatuilla dorada por la esforzada actuación de Portman.
clarin.com

domingo, 20 de noviembre de 2011

Genialidad y locura


No hay nadie que jamás haya escrito o pintado, esculpido y modelado, construido o inventado, a no ser para salir del infierno", reflexionaba un atormentado Artaud en Van Gogh, el suicidado por la sociedad. Desde aquella perspectiva no resulta extraño que el ingenio y la sensibilidad del artista, unidos a su condición contestataria, se relacionen con la locura dentro de lo inconsciente colectivo. Viéndolo así, existe un lábil límite que vuelve todo más difuso, aquél que divide una aparente realidad de los mundos ficcionales y los confunde en la mente del creador.
Ampliamente visitado, el matrimonio arte-psicosis no deja de sorprender. De hecho, el reciente 15º Congreso Mundial de Psiquiatría, que este año se realizó en Buenos Aires, brindó amplios espacios para el debate y las novedades sobre este tema.
Andrés Heerlein, psiquiatra chileno, encargado de disertar sobre la vida de Robert Schumann y sus afecciones mentales, opina que "nuestra cultura actual es mucho más anónima e inespecífica que la que existía 100 o 200 años atrás. Las condiciones de masificación no favorecen la proliferación de este tipo de genios creativos."
En los últimos meses se han publicado diversos papers basados en autopsias realizadas a personalidades brillantes como la de Albert Einstein, que explican que la genialidad se puede manifestar a través de la dispersión. Esta puede provocar conexiones entre ideas y pensamientos que jamás podrían haberse producido si esa mente no sufriera déficit de atención. Heerlein explica que esto se debe a una mayor cantidad de glías (células del sistema nervioso que intervienen activamente en el procesamiento cerebral de la información en el organismo) en comparación con las que presenta una mente normal.
Infinitas investigaciones como ésta (conocidas en el ambiente científico como patografías) evidencian muestras psicóticas en las personalidades de Samuel Beckett y James Joyce que escribieron sus más grandiosas obras gobernados por voces internas que los alejaban de un epicentro basado en la normalidad efectiva y los sumergían en indefinidos y turbulentos universos creativos.
La inspiración artística, asociada a los misterios de la mente, permite entrever secretos, enigmas y traumas escondidos tanto en la obra como en la irracionalidad y el comportamiento errático de quien la crea. Para el psicólogo Mario Pujó, la locura y la imaginación se ven fuertemente vinculadas, ya que suponen una transgresión de los cánones aceptados como establecidos. Y agrega: "Existe una relación frecuente entre escritura y psicosis, en el sentido de diarios, notas y narraciones más o menos delirantes con las que el psicótico intenta dar testimonio de aquello inexpresable que lo aqueja."
Bajo estos términos, el caso más intenso y evidente de trastorno esquizofrénico puede hallarse en el prolífico escritor de ciencia ficción Philip K. Dick que desde los 13 años sufrió manías persecutorias, alucinaciones y delirios mesiánicos. Durante una entrevista que mantuvo en 1982 con el novelista Charles Platt, el autor admitió haber pasado 2 años debatiendo su existencia entre dos personalidades: la suya y la de Tomás, un cristiano perseguido por los romanos en el siglo I d.C, que finalmente era capturado y estrangulado en el sótano del Coliseo. También explicó que en los momentos de mayor intensidad llegó a experimentar glosolalia (don de lenguas), augurando premoniciones apocalípticas en latín y griego. Lo llamativo es que Dick jamás había estudiado estos idiomas. El cúmulo de visiones inspiró la producción de novelas como Radio libre Albemuth y la semiautobiográfica Sivainvi, repleta de detalladas descripciones sobre las paranoias que padecen cada uno sus protagonistas.
En Idios Kosmos: claves para Philip K. Dick, Pablo Capanna observa que las experiencias místicas que sufrió el escritor se asemejan estrechamente a la descripción que hacen los psiquiatras de ciertos estados psicóticos, además de explicar cómo afectaron su existencia: "Tuvo una vida agitada y no llegó a conocer la vejez, sólo fue consecuente con sus propias obsesiones, y abusó de sus fuerzas, quemando prematuramente su vida."
Para muchos, sus visiones y su deterioro estuvieron más vinculados a la relación que mantenía con las drogas (durante más de 20 años ingirió enormes cantidades de psicofármacos) que a los traumas que lo aquejaron desde su nacimiento, como la muerte de Jane, su hermana gemela.
Desde sus primeros estudios, Jacques Lacan se ha interesado por el borde en que el síntoma se revierte en los diferentes efectos que implica el hecho de la creación artística. Claudio Godoy, psicoanalista y coautor de Las Psicosis, explica este accionar: "El arte puede ser uno de los modos posibles en que un sujeto trate su sufrimiento patológico. El acto creativo constituye una respuesta al malestar subjetivo". En contraposición a esta postura, el psiquiatra Adrián Sapetti sostiene que el quitapenas que Freud propone como una sublimación volcada en el arte, no funciona en todos los casos y lo que termina provocando es mayor sufrimiento.
Pinturas esquizoides
No sólo la historia de la literatura estuvo plagada de psicóticos. Numerosos son los casos de artistas plásticos que padeciendo enfermedades mentales produjeron obras de altísima originalidad técnica y estética. Alöise Corbaz y Adolf Wölfli -exponentes del Art Brut- transitaron infancias turbulentas y desde una temprana edad hasta el fin de sus vidas permanecieron encerrados en hospitales psiquiátricos por ser considerados peligrosos para la sociedad. Aunque pueda parecer extraño, allí desarrollaron sorprendentes habilidades en pintura y dibujo, creando así una obra vasta e insistente. Godoy explica que, a diferencia de una posición meramente pasiva frente al síntoma, para un psicótico la creación representa un acto. "Es una solución que, si bien no elimina radicalmente el problema, lo transforma de un modo singular", observa el psicoanalista. Para Andrés Muglia, profesor y licenciado en Artes por la Universidad de La Plata, alguien que no ha demostrado interés previo por el acto creativo (esto es así en casi todos los casos de artistas psiquiátricos), el apego y la pasión pulsional con la que abrazan esta labor, es hecho suficiente como para entender su importancia sobre el paciente que se vuelve autor.
Un rasgo estilístico que se observa en los cuadros de ambos pintores suizos es el proceso conocido como hórror vacui, un intento desesperado por cubrir los espacios en blanco que pudieran existir en la superficie sobre la que se trabaja. Esta característica, implementada de manera caótica y frenética por Wölfli y Corbaz, se puede interpretar como una cualidad que les permitía alejarse de la abrumadora depresión y apaciguar sus fuertes temperamentos. "Los cuadros de Wölfli presentan un carácter sinestésico. Allí combina dibujo, poesía y música, como si no hubiese (o él no viera) diferencia entre una y otra. Algunos ven en eso señales de su desorden psíquico e incluso neurológico, ya que se mezclan todos los sentidos", analiza Muglia.
Sin ir más lejos, Heerlein explica que el propio test de Rorschach fue creado para distinguir diferentes formas de percepción, pensamiento y razonamiento más convergentes o más divergentes. He aquí un claro ejemplo de cómo la creatividad (en este caso pictórica y visual) puede servir para detectar síntomas y trastornos.
Vastas son las fuentes que dejaron artistas tan disímiles como Van Gogh, Pizarnik, Lovecraft o Kafka que hoy permiten realizar diagnósticos post mórtem a quienes investigan sus obras. A través de cartas, memorias, testamentos, anotaciones y diarios personales se pueden percibir los cambios en sus estados de ánimo, sus incongruencias y sus alejamientos de la aparente realidad. Por otro lado, son sus herencias las que reflejan colosales crisis de personalidad, que una vez volcadas en el libro, un cuadro o un poema pueden ser interpretadas como metáforas de patologías mentales. Así sea para rechazar lo establecido o para dar lógica y sentido propios a sus psicosis, las alegorías artísticas prevalecen como semblanzas de vidas tortuosas y agitadas. Todos han creado para salir del infierno.

ESTUDIOS REVELADORES

En el libro Marcados con fuego (1993), la psicóloga estadounidense Kay Jamison arroja valiosas conclusiones fundadas en exhaustivos exámenes realizados a un sinfín de artistas.
Uno de los estudios mencionados se hizo sobre 47 escritores y artistas plásticos ingleses. El resultado indicó que el 38 % había recibido tratamiento por algún trastorno psíquico, mientras que el 75 % había necesitado medicación, hospitalización o ambas cosas. También se menciona un trabajo en el que fueron examinados 20 novelistas, poetas, pintores y escultores europeos galardonados con importantes premios. El resultado: dos tercios de ellos presentaron tendencias ciclotímicas o hipomaníacas recurrentes, mientras que la mitad había sufrido alguna depresión grave.
Otro de los temas que Jamison aborda es la influencia que los psicofármacos tienen sobre la creatividad, específicamente el litio, administrado en dosis muy controladas. Dos estudios realizados a 45 artistas plásticos y escritores concluyen que el 57 % notó un incremento en su productividad, el 20 % la mantuvo y el 23 % la redujo.
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lunes, 17 de octubre de 2011

El Museo de Orsay coloca en valor su tesoro impresionista


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PARIS.- Dos años de trabajo, una inversión de 21 millones de euros, un toque de suspenso, y todo está listo para que el jueves próximo el Museo de Orsay exhiba la renovación de sus salas de pintura impresionista. Allí están los tesoros del arte del siglo XIX, el corazón del museo inaugurado, en 1986, en las entrañas de una estación de trenes refuncionalizada por la arquitecta italiana Gae Aulenti.
Las calles de París se ven tapizadas de afiches que invitan a revisitar las colecciones del Orsay. ¿Qué decir de esos cuadros maravillosos pintados entre 1848 y 1914? Es como encontrarse con viejos amigos, con los conocidos de siempre. En las salas, tocadas por una luz "diurna", ideal para destacar la paleta de los maestros que eligieron pintar al aire libre, están el Desayuno en la hierba , de Manet; Los jugadores de cartas , de Cézanne; Bananas , de Gauguin; Madame Charpentier, de Renoir, y la serie imponente de la Catedral de Ruan , de Monet, entre muchas otras consideradas la cumbre del arte del siglo XIX.
El conjunto reúne las pinturas más populares y amadas por el gran público; son los cuadros que 100 años atrás fueron rechazados en el Salón oficial, por su innovadora manera de pintar la realidad, prólogo de la modernidad y correlato necesario de la "naciente" fotografía.
El curador Jean-Michel Wilmotte ha recreado el guión de exhibición y conquistado 2000 metros cuadrados más para potenciar el patrimonio, considerado un imán inigualable para los turistas, en especial para los japoneses, eternos admiradores de los impresionistas.
En el Museo de Orsay están colgadas las dos pinturas "gemelas" que fueron récord del mercado: El R etrato del doctor Gachet, de Van Gogh, y El Moulin de la Galette , de Renoir. En 1990, el millonario nipón Ryoei Saito pagó por esos cuadros US$ 150 millones, en las subastas neoyorquinas de Sotheby's y Christie's.
Dos versiones idénticas a las del Orsay, sólo que El Retrato de Gachet colgado en el museo no tiene los botones de la chaqueta pintados, pero sí una tristeza infinita en su rostro. El cuadro fue donado, en 1949, por los herederos del médico que cuidó de Van Gogh en los últimos días de una vida signada por la soledad y la indiferencia de sus contemporáneos. ¡Qué paradoja! Cien años después sería el artista más caro de la historia.
En el otro extremo, está El Moulin de la Galette , la fiesta parisina según Renoir, que ha recobrado el brillo tras una limpieza que pone al descubierto inéditos toques de verde sobre las chaquetas oscuras de los parroquianos.
Ubicado en la margen izquierda del Sena, el Museo de Orsay nació de la transformación de la estación de trenes del 1900, cuya nave central sin columnas conserva la impronta del proyecto original del arquitecto Victor Laloux, y la memoria industrial de una estructura imponente construida con 12.000 toneladas de hierro. Giscard d'Estaing decidió, en 1977, transformarla en un museo consagrado al siglo XIX, y trasladar la colección de impresionistas que estaba en el Jeu de Paume.
Inaugurado por Mitterrand, en 1986, alberga 5000 obras, entre pinturas, esculturas, muebles y objetos. El Balzac , de Rodin, y Bailarina de 14 años , conmovedor Degas, que suaviza el gesto congelado en el bronce con un auténtico y vaporoso "tutú" de tul, son escalas obligadas en la recorrida. Pero, también, los paisajes de Corot, los paisanos de Millet, la visión orientalista de Guillaumet y el rigor académico en la desnuda precisión de los retratos de Bouguerau forman parte de un siglo bisagra para las artes visuales.
La renovación de las salas ha permitido colgar 1850 obras de la reserva y sumar adquisiciones, como la escena costumbrista de Jame Tissot, artista bien conocido por los argentinos. Su Círculo de la rue Royale conquista el reconocimiento de un detallista intérprete de la vida cotidiana en el Segundo Imperio.
El gran mérito de las autoridades del Museo de Orsay ha sido replantear las colecciones sin cerrar sus puertas y con más de un tercio de autofinanciación. Con el préstamo de obras a destinos remotos y? por mucho dinero.
"Los artistas han conseguido la plata para la ampliación", dijo el director Guy Cogeval a la prensa, en la visita inaugural presidida por el ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand. Van Gogh, Seurat, Bonnard y Gauguin viajaron a Canberra, para una exposición que tuvo récord de visitantes en Australia y que luego siguió a Tokio y a San Francisco. Pinturas de Manet, Sisley, Renoir, Degas y Monet se expusieron en Madrid, con auspicio de la Fundación Mapfre, y luego fueron a Nashville y a San Francisco.
El "operativo préstamo", y sus dividendos, prueba el valor de las colecciones del museo, sin contar el apoyo de empresas privadas. Entre ellas, la concesionaria del restaurante, dispuesta a invertir 800.000 euros para que los hermanos Fernando y Humberto Campana, brasileños iconoclastas, pusieran su cuota de riesgo en la pausa grata de la recorrida. Más de 150 tulipas doradas y un banco tramado imponen un clima festivo a la confitería de El Reloj, memoria de la vieja estación, cuando viajar era "un tren de vida".
  • 21 millones de euros
    Se invirtieron

    Para poder renovar las salas de pintura impresionista.
  • 3 millones
    De visitantes por año

    El 60 por ciento de los asistentes al Museo de Orsay es extranjero.
  • Más superficie: se podrán recorrer 2000 metros cuadrados más de exhibición.
  • Valor de la entrada: los visitantes pagan 8 euros para ver las magníficas colecciones impresionistas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Un dibujo de Da Vinci en el hielo del Artico


OSLO (AFP).- Un artista recreó el popular dibujo de Leonardo da Vinci, El hombre de Vitruvio, en la capa de hielo del Artico para concientizar sobre las consecuencias del cambio climático. La capa de hielo del Artico se ha reducido casi al mismo nivel que en 2007 cuando alcanzó su récord más bajo.
Según informó la organización ecologista Greenpeace, un artista especializado en arte aéreo, John Quigley, viajó a la región a bordo del barco rompehielos de Greenpeace y reprodujo el más famoso dibujo de Da Vinci a unos 800 km del Polo Norte.
La obra de arte, que Quigley ha llamado "Hombre de Vitruvio fundiéndose", mide el equivalente de cuatro piletas olímpicas.
El artista cortó las piernas del hombre y uno de los brazos, fundiéndolos simbólicamente en el mar para ilustrar el hielo desaparecido en la zona. Quigley usó tiras de cobre, utilizadas habitualmente en paneles solares, para recrear este dibujo de hace cinco siglos.
"Literalmente el cambio climático se está comiendo el cuerpo de nuestra civilización", explicó el artista.
La capa de hielo no ha sido nunca tan pequeña como lo fue en agosto, con excepción de 2007, según el Centro Nacional de Informaciones sobre Nieve y Hielo, con sede en Estados Unidos, que comenzó sus medidas por satélite en 1979.
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domingo, 10 de julio de 2011

FACUNDO CABRAL: "Se nace y se muere. ¿Por qué te preocupás?"

"Se nace y se muere. ¿Por qué te preocupás?"
Las frases célebres y las propias solían ser una debilidad de Facundo Cabral. Siempre tenía una mano. Sobre el escenario, en el momento de conversar con un periodista, cada día. Ayer, Twitter se hizo eco de la trágica muerte del músico y poeta, y eligió algunas de sus palabras para recordarlo. "Se gana y se pierde; se sube y se baja; se nace y se muere. ¿Por qué te preocupás tanto?", fue la frase más citada por los usuarios latinoamericanos de la red social.
El hombre que nació en La Plata el 22 de mayo de 1937 y que emigró a Ushuaia con su madre y sus seis hermanos tras el abandono de su padre solía recordar las penas de su infancia con una frase de Macedonio Fernández: "¿Quién cree que es esa entrometida, la realidad, para arruinarme la vida?".
Solía recordar que no habló hasta los 8 años y que a los 9 viajó solo a Buenos Aires porque le habían dicho que el presidente Perón daba trabajo. Volvió al pago con un puesto de celadora para su madre en un colegio de Tandil. El, nacido como Rodolfo Enrique Cabral, pero llamado Facundo desde siempre, hasta ese momento nunca había ido al colegio. Irascible, violento, sólo movilizado por el odio a su padre, aprendió a escribir a los 14 años. Pasó un tiempo en un reformatorio y allí, en Tandil, consiguió su primera guitarra y escribió sus primeras canciones.
Al hombre que en la primera mitad de los años 60 se convertiría en un suceso de ventas de la mano de su clásico "Vuele bajo", con el seudónimo de Indio Gasparino, le gustaba recordar que quería ser historietista, como el autor del Corto Maltés , Hugo Pratt.
En Mar del Plata, había comenzado su derrotero como cantautor en 1959, movilizado por su admiración a Atahualpa Yupanqui. Un año más tarde, en Buenos Aires, caminaba a paso firme hacia la Escuela Panamericana de Arte cuando se topó con el sello discográfico Odeón. Allí empezó la historia y la leyenda que lo llevaron a explotar ese aura de trotamundos y a ser tan reconocido como para llegar a ese tamiz de la cultura popular que son Los Simpson . Sí, en un capítulo de la serie animada de Matt Groening un joven Homero Simpson canta, en la versión castellana, "No soy de aquí ni soy de allá".
"No soy de aquí..." alcanzó al mundo en el 70, a una década del estruendoso debut discográfico del Indio Gasparino. De ahí en adelante, actuó en más de 160 países, cantó en ocho idiomas y los aprendió a hablar, hasta que la tragedia volvió a empardarlo.
En el 78, a dos años de un exilio voluntario que lo llevó a vivir a México para alejarse de la dictadura militar, su esposa Bárbara y su hija de un año murieron en un accidente aéreo tras abordar un avión en Chicago, Estados Unidos.
Bajó 30 kg, olvidó los ocho idiomas y fue a ver al líder espiritual indio Krishnamurti, quien le dijo que toda pérdida implicaba una liberación: "La vida no te quita cosas; te libera de cosas", decía.
Volvió a andar; regresó al país con la vuelta de la democracia y protagonizó "Ferrocabral", un espectáculo que se convirtió en otro de los puntos más altos de su vida artística. En una de esas presentaciones, conoció a su padre, Rodolfo Cabral, con quien se mantuvo en contacto hasta el 93, año de su muerte.
Con su amigo Alberto Cortez presentó en los 90 "Lo Cortez no quita lo Cabral" y grabó cuatro discos. De ahí en adelante, retomó una y otra vez la senda del juglar, así como recordaba haber conocido y frecuentado a Borges, a Fidel Castro, a la Madre Teresa de Calcuta.
También editó una serie de libros, como Paraíso a la deriva , Conversaciones con Facundo Cabral y Mi abuela y yo . Vivía en hoteles y se enamoró tantas veces como es posible en un hombre que vivió 74 años ("Ama hasta convertirte en lo amado; es más: hasta convertirte en el amor").
La muerte lo sorprendió en Guatemala, tal vez como una manera de desafiar sus propios dichos. El había imaginado que sucedería en Chicago, en Quito, en Buenos Aires o quizás en Mar del Plata, pero mucho antes. Ya había dicho, cantado y declarado su lucha contra la Parca. "La muerte me está siguiendo desde el día en que nací, pero va a costarle mucho interrumpir mi vivir."
Sebastián Espósito
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domingo, 26 de junio de 2011

Arte y tecnología

La catedral de la tecnología cumplió 150
CAMBRIDGE, Estados Unidos (De una enviada especial).- Algunos de los avances más asombrosos que emergieron y están emergiendo de los laboratorios del MIT fueron posibles gracias a una cultura que impulsa abiertamente la transdisciplinariedad, la transferencia tecnológica y la audacia de imaginar lo imposible.
Seguramente, Tod Machover, director del Programa de Opera del Futuro del Media Lab, y Ed Boyden, profesor de ingeniería biológica y ciencias cognitivas, son dos de los ejemplos más ilustrativos de este estilo que fomenta la creatividad y empuja enseguida a poner manos a la obra para transformar los sueños en realidad.
Machover, hijo de una pianista clásica y maestra de música, y de uno de los pioneros de la computación gráfica, llegó al Laboratorio de Medios del MIT después de formarse como chelista en la Juilliard School, de Nueva York.
"Después de escuchar el disco de los Beatles La banda del club de corazones solitarios del s argento Pepper, pensé que la tecnología tenía que servir más que para utilizarse en un estudio de grabación", afirmó. Ese deseo lo llevó no sólo a inventar nuevos instrumentos y nuevas formas de tocarlos (como un arco de chelo con cables y conexiones que permiten introducir nuevas vibraciones y modulaciones en las partituras, o pelotas que, según como las aprietan los chicos, producen distintos sonidos), sino también una ópera mental ( b rain opera) que le da la posibilidad a la audiencia de participar en la creación de cada interpretación. También creó un software, el Hyperscore, diseñado para chicos y adultos sin formación musical y que revoluciona la forma en que se compone y se escriben las partituras.
En su última ópera, Death and the P owers, combina la actuación de cantantes humanos con el trabajo de 40 computadoras que proyectan imágenes en las paredes y robots que reaccionan ante las actitudes de los intérpretes, los Operabots, construidos por estudiantes del MIT.
Boyden, que lidera a 35 investigadores y tiene proyectos de colaboración con más de cien equipos de todo el mundo, dirige el Grupo de Neurobiología Sintética, que desarrolla herramientas para controlar y observar los sistemas dinámicos del cerebro.
Entre las tecnologías desarrolladas por su grupo, se encuentra la optogenética, una forma de activar o silenciar neuronas específicas utilizando luz a través de fibra óptica. Permite evaluar cómo surgen las funciones cerebrales normales y patológicas de células nerviosas individuales.
En la actualidad, está estudiando las posibilidades de utilizar este conocimiento para encontrar terapias para la epilepsia, el Parkinson y ciertas formas de ceguera.

La catedral de la tecnología cumplió 150

Nora Bär
CAMBRIDGE, Estados Unidos.- Es fin de semana y el sol brilla sobre el río Charles, transitado por veleros y amantes del remo. Al paseante inadvertido nada lo hace sospechar que, apenas cruzando Memorial Drive, la avenida que bordea el río, en un entorno idílico de edificios rodeados de alfombras de gramilla verde, florece una de las mayores concentraciones de investigación de avanzada y talento tecnológico del mundo: el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Hace pocas semanas, esta "máquina de traducir investigación esotérica en las herramientas que transformaron nuestra vida", como la define su actual presidenta, Susan Hockfield, cumplió nada menos que un siglo y medio de vida.
En 1861, cuando William Barton Rogers (un geólogo que había crecido en la era de la industria, el ferrocarril y la máquina de vapor) finalmente pudo concretar su "escuela para la ciencia industrial", la palabra tecnología todavía no tenía su connotación actual. Hoy, el campus de alrededor de 68 hectáreas en el que se erigen unos setenta edificios, y en el que se forman unos 4300 estudiantes subgraduados y 6300 graduados llegados de 115 países, es una catedral de la ciencia y la investigación práctica de cuyos laboratorios surgieron muchas de las ideas que modelaron "el mundo moderno".
Para nombrar sólo unas pocas, fue en el laboratorio de física del MIT donde Alexander Graham Bell llevó adelante parte de su investigación en lo que se transformaría en el teléfono en la década de 1870. En 1896, cinco años antes de que los hermanos Wright utilizaran una tecnología similar para diseñar su primer avión, un estudiante del MIT diseñó un túnel de viento. Aquí se inventó el radar, las fotos Polaroid, la holografía y la fotografía estroboscópica, y se probaron las primeras computadoras. Fue en estos laboratorios que Norbert Wiener, un niño prodigio que recibió su doctorado de Harvard en 1919, desarrolló la cibernética.
Aquí Noam Chomsky desató una revolución en la lingüística, y lideró el estudio de la cognición humana y el comportamiento. Investigadores del MIT estuvieron en la punta de lanza del proyecto Genoma Humano. La inteligencia artificial, y la robótica (que dio lugar, por ejemplo, al robot para cirugía mínimamente invasiva Da Vinci, desarrollado por Akkil Madhami en su tesis de doctorado) surgieron de "inspiraciones locas" en este ambiente en el que la investigación práctica y su aplicación no tienen fronteras.
Ese es precisamente uno de los aspectos que cautivaron al ingeniero argentino Raúl Radovitzky, que estudia cómo prevenir el trauma cerebral. Formado en la Argentina y discípulo de Eduardo Dvorkin, Radovitzky llegó a los Estados Unidos hace 18 años. "Lo que más me atrajo fue una de las características que definen al MIT, que es poder pasar de la investigación a la aplicación", afirma.
Mente y mano
"En estos 150 años, el MIT produjo líderes en innovación pedagógica, científica y política", subraya Hockfield, en un trabajo que examina algunos de los momentos cruciales y de las decisiones que hubo que tomar para convertirlo en semejante éxito.
Tal vez por eso, es un imán prodigioso: "¡Es un lugar donde uno puede llamar a los mayores expertos en innumerables disciplinas... y todos responden el teléfono", exclama Rosalind Picard, una ingeniera que trabaja en nuevas tecnologías para medir y comunicar la emoción.
Los frutos de lo que en el siglo XIX fue un audaz experimento son apabullantes: según la última cuenta, los egresados del MIT crearon en todo el planeta alrededor de 26.000 compañías que emplean a más de tres millones de personas y obtienen ganancias anuales por dos mil millones de dólares. Juntas, operan en una escala comparable a la decimoprimera economía del mundo.
Es el resultado de un lema que profesores y estudiantes del MIT cumplen al pie de la letra: Mens et manus (mente y mano). "Los hacemos trabajar como esclavos", confiesa Patrick Winston, que desde 1970 es profesor de inteligencia artificial y computación, y que actualmente trabaja en un proyecto que intenta unir diversos campos de investigación, que van desde la computación hasta la neurociencia sistémica, las ciencias cognitivas y la lingüística. Y agrega: "No les enseñamos a negociar, sino a pelear por sus ideas".
El economista Alberto Cavallo, hijo del ex ministro argentino y hoy profesor en la Sloan School of Management, lo corrobora. "En el MIT no valen, como en otras universidades, los antecedentes familiares. Aquí impera una rigurosa meritocracia", dice, rodeado de computadoras en la amplísima oficina de un edificio "inteligente" cuyas persianas ascienden o descienden automáticamente según la posición del sol. Cavallo, de 33 años, acaba de ser noticia en medios internacionales como The New Yorker y The Economist por desarrollar un sistema para medir la inflación a partir de los precios que se publican online .
Ciento cincuenta años más tarde, todo indica que la fórmula de William Barton Rogers era correcta.
EN PRIMERA PERSONA
  • "Pronto podremos encender y apagar neuronas individuales con luz ".ED BOYDEN
    Profesor de Ingenieria Biológica y Ciencias Cognitivas
  • "Aquí nadie te pregunta si uno de tus padres o de tus abuelos fueron alumnos. Es una rigurosa meritocracia". ALBERTO CAVALLO
    Profesor del Sloan School of Management
  • "En el MIT, es natural pensar al mismo tiempo en el arte y en la tecnología". TOD MACHOVER
    Director del Programa Ópera del Futuro
"Una de las características principales del MIT es que aquí pasamos de la investigación a la aplicación". RAUL RADOVITZKY
Departamento de Astronomía y Aeronáutica
EL MIT, EN CIFRAS
CAMBRIDGE (De una enviada especial).- El MIT fue creado dos días antes de que se desatara la guerra civil en los Estados Unidos, por lo que tuvo que esperar cuatro años para que ingresaran sus primeros quince alumnos.
En el año fiscal 2010-2011 recibió donaciones por 252,4 millones de dólares, y una campaña de cinco años obtuvo 500 millones más. Desde su creación, trabajaron allí 76 premios Nobel, y 35 de sus profesores recibieron la medalla nacional de la ciencia. Setenta y tres fueron becarios Guggenheim, 154 son o fueron miembros de la Academia de Ingeniería de los EE.UU., 160, de la Academia Nacional de Ciencias, 33 recibieron la beca Mc Arthur, e incluso cuatro ganaron el Pulitzer.
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sábado, 4 de junio de 2011

Oficializan por primera vez a los videojuegos como arte

ASOMBRO. EL RECIENTE PORTAL 2 SORPRENDE CON SUS GRAFICOS Y SU ACCION.
El año pasado la serbia Marina Abramovic se sentó frente a una mesa siete horas por día durante dos meses en, nada menos, una de las salas del Museo de Arte Moderno de Nueva York, y el público hizo largas filas para poder estar un rato junto a ella, que permanecía inmutable. Más cerca geográfica y temporalmente, el italiano Gianni Motte llegó a Ezeiza en enero y estampó la huella de su zapato en un bloque de cemento de 80 kilos que, valuado en varios miles de euros, se exhibió en la Fundación Proa. El mes pasado, el rosarino Carlos Herrera metió un par de calamares dentro de un par de zapatillas, les agregó una remera y un par de medias y envolvió todo en una bolsita de plástico: el olor a podrido invadió ArteBA y Autorretrato de mi muerte ganó los 50 mil pesos del premio Petrobras. Ahora, como una especie de frutilla virtual para este postre de artes bellas y no tanto, un importante organismo del gobierno de Estados Unidos que desde hace medio siglo otorga becas para diferentes expresiones artísticas incluyó a los videojuegos entre las expresiones a subvencionar. Una decisión que algunos vieron como la bienvenida oficial de los jueguitos electrónicos –una industria global que mueve muchos millones de dólares– al mundo del arte.
¿Devorará el Pac-Man a La Gioconda en el Louvre? ¿Marcel Duchamp se revuelve en su tumba por haber sido malinterpretado? ¿O está celebrando?
La decisión del Fondo Nacional de las Artes de Estados Unidos (National Endowment for the Arts, NEA) reavivó la discusión, tan antigua como imperecedera, acerca de qué es el arte. Hay que tener en cuenta la magnitud de la institución: el NEA fue creado en 1965 y desde entonces entregó más de 128 mil becas por unos 4 mil millones de dólares a diferentes instituciones artísticas. A principios de este mes el organismo, dirigido por el productor de Broadway Rocco Landesman, anunció que para su concurso 2012 creó una nueva categoría dedicada a medios interactivos en la que incluye a los videojuegos.
A esta altura nadie debería dudar de que el Tetris, del ruso Alekséi Pázhitnov, es una genialidad que ya tiene un lugar bien ganado en la cultura popular. Y todos deben saber que los gráficos y el nivel de detalle de las últimas versiones del más violento Call of Duty son asombrosos. Pero, ¿arte?
“¡Los videojuegos son arte!”, gritaron, exultantes, unos cuantos las redes sociales, los blogs y los sitios web especializados –como www.cnet.com y www.escapistmagazine.com– y leyeron la decisión del NEA como una legitimación. Y lo vivieron casi como una revancha, sobre todo luego de una célebre sentencia de Roger Ebert, el crítico de cine más famoso de EE.UU., que hace unos años disparó: “Nadie de dentro o fuera de la industria ha podido citar un juego que merezca compararse con los grandes poetas, directores de cine y novelistas”.
“La decisión del NEA es un sello de legitimación que ojalá nos sirva para trascender la pregunta sobre si son arte los juegos y poder discutir temas muchísimo más importantes como qué aportarían los videojuegos artísticos”, opina, consultado por Clarín, el desarrollador Daniel Benmergui, autor de los juegos artísticos I wish I were the Moon y Today I day, entre otros, que se pueden jugar (experimentar, sería más adecuado) en Internet. Busque en Google y verá.
Es que la movida de los art games existe desde hace varios años en todo el mundo (algunos marcan el punto de inicio en 2006 con The Marriage, juego experimental de Rod Humble) y agrupa, Internet mediante, a miles de seguidores. “Los mejores juegos artísticos utilizan la habilidad del jugador para hacer que las cosas más importantes sucedan dentro de su mente”, sostiene Martín González, creador de DejaVu y Pictomancer. “En los juegos industriales, como Call of Duty o World of Warcraft, lo que ves es lo que hay”, diferencia.
¿El Tomb Rider que permite manejar a Lara Croft con el joystick es menos artístico que la película de Angelina Jolie? Henry Lowood, de la Universidad de Stanford, decidió que, como la literatura o el cine, los videojuegos necesitaban un canon. En 2006 juntó a un puñado de expertos, armó una lista de diez juegos (que incluyó al SimCity, las dos primeras versiones del Civilization y al Sensible World of Soccer) y la propuso a la Biblioteca del Congreso que, como con El ciudadano o Casablanca, los conserve como parte de la herencia cultural del país.
La comparación con el cine es inevitable: Hollywood mira cada vez más hacia la industria de los juegos para PC o consolas en búsqueda de ideas (y negocios). Pero lejos está de ser la única relación con otras expresiones artísticas. A principios de mayo se realizó en el Centro Cultural Recoleta la muestra Game On 2011: el arte en juego, donde se presentó el juego Rabbits for my closet, basado en el cuento de Julio Cortázar Carta a una señorita en París.
Como toda expresión artística compleja y algo críptica, los art games ya tienen su propia crítica, nexo imprescindible entre público y obra. El estadounidense Ian Bogost, autor del libro Juegos persuasivos: el poder expresivo de los videojuegos (2007) escribió en su blog que la decisión del NEA es “alentadora y no debe menospreciarse”, aunque aclaró que “los caminos del arte son más complejos”.
Benmergui da cuenta de esa complejidad: “Existen dos frentes: obtener legitimación para crear oportunidades (exhibiciones, concursos, becas) y crear juegos que rompan los límites y sean evidencia viva de los juegos como arte”. ¿Los art games deben ser entretenidos? “Una definición que me gusta de arte versus entretenimiento: ‘Entretenimiento es hacer disfrutar a la mayor cantidad de gente posible. Arte es mejorar la vida de al menos una persona”, responde.
El alemán ZKM, uno de los centros de arte de nuevas tecnologías más importante de Europa, incorpora desde hace rato a los videojuegos en su colección. Francia tiene desde el año pasado su propio museo (www.museedujeuvideo.com). En la inminente E3, la exposición de la industria más importante del mundo, se exhibirán los trabajos ganadores de un concurso. ¿Enviaría hoy Duchamp una PlayStation a un museo?


UNA INDUSTRIA MILLONARIA Y PODEROSA

Los primeros videojuegos surgieron en la década del cincuenta en Estados Unidos, aunque recién en los años setenta comenzaron, sobre todo a partir del Pong , a ser como hoy se los conoce. Y a convertirse en una industria cada vez más millonaria y poderosa.
En 2010 se vendieron juegos por más de 15 mil millones de dólares en todo el mundo, de acuerdo a datos de la consultora NPD Group. Y eso sólo en software, sin sumar hardware (consolas y accesorios). Según la revista The Economist ya han superado al cine, y los lanzamientos de algunos juegos muy esperados ya son megaeventos: el año pasado Halo: Reach , sexta entrega de la saga para Xbox 360, recaudó 200 millones de dólares sólo en su primer día de ventas. Otro dato abrumador: desde 2006 ya se vendieron más de 50 millones de consolas PlayStation 3.
En Argentina, en tanto, según la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos (ADVA), hay 65 empresas que exportan el 90 por ciento de su producción y facturan cerca de 50 millones de dólares por año.
clarin.com