viernes, 11 de septiembre de 2009

La artritis, peligrosa para el corazón


Sebastián A. Ríos
lanacion.com
Problemas articulares, ése quizás sea el lado más conocido de enfermedades reumáticas como la artritis reumatoidea, la artritis psoriásica o la espondilitis anquilosante. Sin embargo, cada vez es mayor el cúmulo de evidencias que demuestra que estas afecciones autoinmunes, en las que las defensas del organismo se vuelven contra los tejidos que conforman las articulaciones, también afectan al corazón.
"Empezamos a encontrar evidencias que demuestran que pacientes con estos procesos desarrollan eventos cardiovasculares con mayor frecuencia que la población normal. En artritis reumatoidea, por ejemplo, los estudios han demostrado que el riesgo de desarrollar un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular (ACV) es de aproximadamente el doble", dijo a La Nacion el doctor Miguel Angel González-Gay, del Servicio de Reumatología del Hospital Xeral Calde de Lugo, España.
De visita en la Argentina, para participar del 42° Congreso Argentino de Reumatología, este reumatólogo español presentó los resultados de recientes estudios que alertan sobre el riesgo cardiovascular asociado a las enfermedades reumáticas autoinmunes, que señalan la necesidad de tratar no sólo esas afecciones, sino también los factores de riesgo cardiovascular de estos pacientes.
González-Gay explicó que, independientemente de los factores de riesgo clásicos ?hipertensión, colesterol elevado, sobrepeso, sedentarismo, glucosa elevada en sangre? que pueda presentar el paciente, "la presencia de un fenómeno inflamatorio persistente y sostenido, como el que se asocia a las enfermedades reumáticas autoinmunes, acelera la aterosclerosis".
Tan sólo la artritis reumatoidea afecta a aproximadamente el 1% de los argentinos.

Como la diabetes
"Hoy está bien establecido que el riesgo cardiovascular de una persona con artritis reumatoidea es igual al de un paciente con diabetes tipo II", afirmó González-Gay. De ahí su consejo de que los médicos reumatólogos estén atentos no sólo a cómo la enfermedad afecta las articulaciones, sino también a eventuales signos del avance de la enfermedad cardiovascular.
Así, los niveles de presión arterial, de colesterol, de glucosa en sangre, pero también si el paciente fuma, si es sedentario o si está excedido de peso deben ser aspectos por discutir y evaluar en la consulta periódica con el reumatólogo, ya que todos ellos inciden sobre la salud cardiovascular.
Existen, además, métodos diagnósticos específicos que han demostrado ser efectivos para el seguimiento cardiovascular de estos pacientes. "Uno de los más comúnmente usados es el estudio ultrasonográfico de la arteria carótida, que permite establecer el riesgo de desarrollar eventos cardíacos, como el infarto", señaló el reumatólogo.
El tabaquismo afecta las articulaciones
"El tabaquismo es otro factor que se ha visto que favorece el desarrollo de la artritis reumatoidea, y que hace que ésta sea mucho más agresiva", advirtió el doctor Miguel Angel González-Gay. Del mismo modo que afecta a las personas que no padecen afecciones reumáticas, el cigarrillo también tiene un efecto cardiovascular negativo entre quienes sí las padecen: "Nosotros [en el Hospital Xeral Calde, de Lugo, España] y otros grupos de investigación hemos visto que la artritis reumatoidea favorece que el paciente tenga una enfermedad, desde el punto de vista cardiovascular, más severa."

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