jueves, 13 de agosto de 2009

Menores: el 82% toma bebidas fuertes


Pablo Morosi
Corresponsal en La Plata
LA PLATA.- El 82,2% de los alumnos en escuelas secundarias bonaerenses consume bebidas fuertes, como tragos basados en vodka o gin. Y el 56,1% reconoció, además, haber ingerido "bebidas fuertes mezcladas con energizantes" antes de cumplir los 18 años. Eso no es todo: más de la mitad de los consultados (el 51,5%) dijo tomar cerveza al menos una vez a la semana.
Los alarmantes datos vienen a consolidar la tendencia de consumo y abuso precoz del alcohol, que constituye la principal y más preocupante adicción juvenil, según el criterio de las autoridades tanto educativas como sanitarias de la provincia.
La cifras surgen de un informe basado en la Encuesta de Conductas de Riesgo en Adolescentes (Coral) denominado Creencias, Actitudes y Prácticas sobre Sustancias Psicoactivas en Alumnos Bonaerenses, elaborado por la Secretaría de Atención a las Adicciones (SADA) de la provincia.
Se trata del último relevamiento oficial conocido y fue realizado sobre un universo de 2207 alumnos secundarios -de los cuales el 91% es menor de 18 años- durante el ciclo lectivo 2008.
El trabajo refleja que el 92% de los estudiantes menores de 18 años dice haber tomado cerveza; el 20% se inició en la ingestión de cerveza entre los 12 y los 13 años, y el 7%, antes de esa edad.
Cuando los encuestadores preguntaron por el consumo de "sus amigos", la respuesta sobre quienes beben cerveza subió al 98,7% (contra el 92% registrado al ser consultados sobre ellos mismos) y la de "bebidas fuertes" abarcó al 85,3% (contra el 82,2%).
Al comparar el sondeo de 2008 con uno idéntico realizado en 2007, se observa un tenue crecimiento de los menores de 18 años iniciados en el consumo. Por ejemplo, el porcentaje de alumnos que dicen no haber probado nunca la cerveza se redujo del 8,7 al 8% y el de quienes dijeron no haber consumido aún "bebidas fuertes" pasó del 42 al 38,40%.
En cuanto a bebidas fuertes (blancas), el 79% de la muestra dijo haber iniciado el consumo antes de los 18 años. Este tipo de bebidas se incluyen en los tragos elegidos tanto en bares y boliches como en las casas, donde suelen prepararlos ellos mismos, y el 56% reveló que había probado ese tipo de bebidas entre los 14 y los 17 años.
La encuesta indagó también sobre los niveles de información de los jóvenes sobre los riesgos de consumir alcohol. Sólo el 3,6% dijo carecer de información. Los jóvenes reconocen a los padres y a la escuela (28% en cada caso) como las principales fuentes de información, mientras que la radio y la televisión fueron identificadas en el 17% de los casos.
En 2006, la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha Contra el Narcotráfico (Sedronar) difundió un informe en el que se señalaba que uno de cada tres menores de 18 años había consumido alcohol en el último mes. Dicho estudio estableció la franja que va de los 19 a los 25 años como la de mayor índice de consumo.
Indicadores similares se registraron en los ingresos en las guardias hospitalarias en el último verano, según lo informado desde la SADA, sobre la base de datos obtenidos en hospitales de la costa bonaerense. El alcohol estuvo presente en el 82,7% de los ingresos de menores. En lo que se refiere a los casos de entre 18 y 24 años, el abuso de alcohol motivó el 86,4% de los ingresos.

Materia obligatoria
"La mejor forma [de colaborar] que tenemos desde la escuela es dar información para prevenir los abusos en el consumo tanto de alcohol como de otras sustancias adictivas", dijo la directora de la Educación Secundaria, Claudia Bracchi, quien reconoció la preocupación por el tema.
La funcionaria explicó que el consumo de alcohol se aborda en dos materias del nivel secundario: salud y adolescencia, de cuarto año (al cursar los chicos tienen 14 y 15 años) y construcción de ciudadanía, en la que se trabaja con varios proyectos surgidos del interés de los estudiantes que realizan una investigación y luego trasladan el resultado a la comunidad, aunque la directiva reconoció que los dedicados al consumo de alcohol no son la mayoría.
¿Es suficiente?, preguntó LA NACION a Bracchi. "Nosotros trabajamos para brindar información adecuada y prevenir, pero no se le puede pedir a la escuela que tenga la solución de todos los problemas. Acá debe intervenir la familia, los medios de comunicación. Tenemos que ver la publicidad que incentiva el consumo, las salidas y sus ritos", señaló.
Por otra parte, según la legislación provincial, los comercios que venden bebidas alcohólicas deben estar inscriptos en el Registro Provincial de Bebidas Alcohólicas, un organismo creado, entre otras cosas, para controlar la oferta de alcohol. La normativa dispone que el comercio que no cuente con la licencia puede ser multado con entre 1000 y 100.000 pesos y la clausura de cinco a 180 días. Además, el distribuidor que provea alcohol a un comercio sin licencia, o sin actualizar, será clausurado por un plazo de hasta 180 días y multado en hasta 500.000 pesos.


82,2 % Consumo de bebidas fuertes
Los tragos basados en vodka o gin son muy aceptados por los adolescentes, cuya amplia mayoría reconoció que ya había probado esas bebidas.
56,1% Mezcló alcohol y energizantes
Es lo que reconoció ese porcentaje de estudiantes ante los encuestadores. Estas mezclas son consideradas peligrosas por los especialistas.
51,5% Bebe cerveza cada semana
Apenas el 8% de los adolescentes dijo en el sondeo que nunca ha tomado esa bebida alcohólica. El 20% se inició en el consumo entre los 12 y los 13 años.
Una situación que se repite en la Capital
En la Capital abusa del alcohol el 30 por ciento de los estudiantes secundarios. A esa conclusión llegó un trabajo conjunto realizado en 2007 por la Sedronar y el departamento de adicciones del gobierno porteño. Después de analizar 3869 muestras, se determinó que el 72 por ciento de los adolescentes porteños consumían alcohol al menos ocho días al mes. El 25 por ciento reconoció haberse emborrachado en los días previos al sondeo. A nivel nacional, de acuerdo con la encuesta sobre estudiantes secundarios de 2007, el 60 por ciento de los jóvenes consumían alcohol de manera regular todos los meses.


lanacion.com
Un hábito que puede dejar secuelas permanentes
LA PLATA.- Las estadísticas preocupan. La precocidad con que los jóvenes comienzan a ingerir bebidas alcohólicas es un tema candente entre los especialistas de la salud por las consecuencias psicológicas y fisiológicas que les deja a los menores de 18 años en pleno desarrollo madurativo.
Hugo Miguez es investigador en el Conicet, con sede en la Subsecretaría de Atención a las Adicciones (SADA), y experto en abuso de sustancias. En diálogo con LA NACION, fue tajante: "Tenemos que preocuparnos por esos adolescentes que por el temprano consumo de alcohol retrasan su maduración. Cuando sean mayores necesitarán una sustancia que intermedie con otras personas para enfrentar situaciones de crisis".
El psicólogo explicó que cuando los jóvenes ingieren bebidas alcohólicas ya no tienen relación normal con sus pares. Esto es, "se duermen, hablan mal, no se entienden y pierden noción de lo que está pasando con el inmediato empobrecimiento del vínculo social", agregó Miguez.
La salud orgánica de los "consumidores abusivos", como los llamó la doctora en adolescentes Graciela Morales, que pertenece a la Sociedad Argentina de Pediatría, tampoco resulta beneficiada. Los menores de 18 años no tienen preparado el metabolismo de manera suficiente para digerir el alcohol. Hay déficit en una enzima hepática, explicó la médica a LA NACION, por lo que la sustancia permanece mayor tiempo en el cuerpo del joven.
Al colegio, alcoholizados
Las consecuencias visibles de la ingestión de cerveza, vino o la mezcla con energizantes entre los chicos, aunque no muy distintas a las que sufren las personas mayores, aparecen en los jóvenes sin demoras: el adolescente se embriaga en menos tiempo que un adulto, entra en un estado de confusión, pierde reflejos y es más irascible, con el consiguiente aumento de peleas entre menores a la salida de los boliches.
"Si la resaca continúa, el lunes asisten a clases con menos capacidad de retención. Otros, directamente, se ausentan", dijo Morales, en tanto explicó que estos chicos no son considerados alcohólicos porque no consumen durante toda la semana.
La médica añadió un dato que llama la atención. La mayoría de estos jóvenes, después de cumplir los 20 años, deja de beber alcohol o sólo lo hace socialmente una vez cada tanto.
Sin embargo, el hígado y algunas células del cuerpo ya habrán sufrido consecuencias irreparables para el futuro.
lanacion.com

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