miércoles, 12 de agosto de 2009

El desafío de descubrir la vocación


Hay quienes se detienen a reflexionar sobre qué quieren ser o hacer de sus vidas; otros, urgidos por el deber de seguir estudiando, se anotan casi al azar en una carrera. Si bien, en ningún caso parece estar garantizado el éxito de la elección, los especialistas coinciden en invitar a los jóvenes a abrir un espacio de reflexión para procurar detectar la vocación, esa musa que pueda guiarlos profesionalmente durante buena parte de la vida.
Según observan quienes coordinan espacios de orientación vocacional, cada vez son más los adolescentes que consultan -personalmente o vía Internet- sobre las ofertas académicas, incidencias en el campo laboral, etc. Sin embargo, se nota al mismo tiempo, que nada logra interesarlos o apasionarlos especialmente, como si ninguna carrera o campo ocupacional los sedujera.

Una de las razones de esto, explican los expertos, es la crisis que atraviesa la educación, que ya no les ofrece garantías de realización personal y profesional de antaño. "En las crisis en las que nos estamos moviendo cuesta pensar que la educación va a aportar los beneficios simbólicos y materiales que tenía antes. Cuando los jóvenes ven los deterioros de salarios y cómo de otras maneras se pueden obtener mejores beneficios, se desmotivan; esto dificulta mucho la elección de una carrera", explica la socióloga del Conicet especialista en estas problemáticas, Liliana Mayer.
Quienes se ocupan de coordinar talleres de orientación vocacional asumen el desafío y buscan formas cada vez más novedosas para explorar en las motivaciones de los jóvenes y ayudarlos así, en ese buceo, a despertar sus intereses, muchas veces dormidos. "Hay que devolverles la necesidad de conectarse con lo que son, con sus proyectos de vida, con lo que imaginan para sí", dice Alicia Cibeira, responsable del departamento de
Orientación Vocacional de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Como desafío adicional en la UBA, este año reforzaron las actividades de coordinación con el nivel medio para mejorar los niveles de permanencia de alumnos en el Ciclo Básico Común (CBC). Así, por ejemplo, se implementó el programa "Conociendo mi carrera", destinado a los ingresantes de carreras no tradicionales, con baja inscripción o con dificultades de retención de inscriptos durante la cursada del curso.
Cibeira explica: "Las carreras tradicionales cuentan con un lugar de prestigio y reconocimiento en la sociedad, se entra fácilmente en contacto con profesionales que se dedican a ellas. En cambio, las carreras no tradicionales resultan poco conocidas, quizá con información poco relevante, con serias dificultades para imaginarse lugares concretos de trabajo y con un desconocimiento casi completo del sentido de por qué cursan las materias del CBC".
La actividad consiste en la organización de charlas con profesionales de cada una de las carreras -con la especificidad mencionada- y llevadas a cabo en el ámbito de cada facultad. Así, el supuesto que está a la base es que con mayor información, los jóvenes ganan seguridad y se sienten más libres a la hora de elegir.

lanacion.com

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