Muammar al Khadafi, Margaret Thatcher y Kim Jong Il son mundialmente famosos.
Supieron guiar los destinos de sus países con mano de hierro. A su manera, los hijos de estos líderes también generaron momentos célebres: oscilaron entre la violencia extrema y la vergüenza ajena. Atenta a esta dinámica, la revista Foreign Policy hizo una lista de los casos más emblemáticos, que –con mayor o menor virulencia– tienen su correlato en la Argentina.
El primer lugar del ranking correspondió al jeque Issa Bin Zayed Al Nayhan, hijo del difunto presidente de los Emiratos Árabes. El hombre, que maneja una promotora inmobiliaria, fue grabado por el canal estadounidense ABC mientras torturaba, junto a otras personas, a un comerciante afgano al que acusaba de haberlo engañado.
El video es casi una snuff movie: Issa dispara un arma alrededor de la víctima, le llena la boca de arena, lo sodomiza con una picana eléctrica, lo prende fuego y derrama sal sobre sus heridas. Menos sádico y más pueril, sigue en la lista Kim Jong Nam, el hijo de 38 años del “Querido Líder” de Corea del Norte, Kim Jong Il.
En 2001 Nam, su mujer y su hijo fueron detenidos en el aeropuerto de Tokio con un pasaporte falso. Querían ir a Disneylandia. Foreign Policy encontró un justificativo: “No debe de ser fácil crecer con un padre egomaníaco, excéntrico y dotado de armas nucleares”.
Khadafi es el máximo dirigente de Libia desde 1969, y en los últimos años busca mejorar las relaciones con Occidente. Pero en el camino está su hijo Aníbal, que en 2004 fue multado por manejar borracho, a contramano y a 140 kilómetros por hora en los Campos Elíseos.
El prontuario también incluye golpes a su novia, rotura de muebles en hoteles (un must para cualquier celebridad conflictiva) y una detención en Suiza, por golpear a dos empleados.
El cuarto en el listado es Hu Haifeng, empresario e hijo del presidente chino, Hu Jintao. Está vinculado a un escándalo de corrupción en Namibia, donde se lo acusa de coimear a funcionarios para conseguir contratos de provisión de escáneres a los aeropuertos y aduanas.
El propio Jintao tuvo que irse de la cumbre del G-8 en Italia para ocuparse del tema, que no puede rastrearse por internet… porque el cuñado de Haifeng es fundador del mayor motor de búsqueda chino.
El listado de hijos díscolos dejó en último lugar a un nombre fuerte: Mark Thatcher. El retoño de 56 años de la ex primera ministra fue detenido en 2004 por financiar un intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial, un país rico en petróleo.
Pagó una multa de 500 mil dólares y abandonó Ciudad del Cabo, su lugar de residencia. Después de reconocer su papel en el golpe tuvo un destino errante: le prohibieron entrar a Estados Unidos y hasta Mónaco le negó la visa.
En la Argentina, casi con seguridad, tampoco sería bienvenido.Hijos de políticos locales: de Lugones a Flor Macri, pasando por Carlitos JuniorLa saga de los hijos díscolos podría tener un capítulo destacado en la Argentina.
La familia Lugones es paradigmática: Leopoldo fue un reconocido poeta y ensayista (pasó del socialismo a la derecha), mientras que su hijo Polo introdujo el uso de la picana en las comisarías. Pirí, la hija de Polo, fue el extremo opuesto: militante montonera desaparecida en 1978 y ex mujer de Rodolfo Walsh.
En 2007, una película recreó la historia familiar. Más cerca, Carlos Menem engendró a Carlitos Junior, famoso por sus andadas, y a Zulemita, acusada de copiarse en exámenes de la UADE. El sucesor del justicialista, Fernando De la Rúa, también tuvo dolores de cabeza por culpa de su prole. Aíto anunció que conectaría a todas las escuelas del país con el portal Educ.ar.
No sólo no cumplió, sino que parte del dinero que se había donado para el emprendimiento desapareció. Su hermano mayor, Antonio, es uno de los impulsores de la Fundación Alas, que prometió ayuda social en toda América Latina, algo que según varias ONG nunca llegó.
Los Macri tienen lo suyo. Agustina, hija del jefe de Gobierno, estudió Sociología –de marcado perfil humanístico y con énfasis en los pensadores de izquierda– en la UBA, la casa de estudios que Mauricio difícilmente haya pisado a lo largo de su vida de joven emprendedor. Y Florencia, según las revistas, llegó a flirtear con un secuestrador.
criticadigital.com
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